CONTAMINACIӓN RADIACTIVA EN JAPí“N

Por Gerardo Quiñonez Bañuelos

Japón.- Tras sufrir el inesperado terremoto de 9 grados en la escala de Richter y el posterior tsunami que sacudió y devastó la costa noreste del paí­s, ambos ocurridos el dí­a viernes 11 de marzo del presente, con la serie de explosiones generadas en las central nuclear de Fukushima Daiichi y como consecuencia de dicho suceso, la generación de fugas de material radiactivo y la evacuación de toda la población en 20 km a la redonda de la ubicación de dicha planta nuclear, por fin el pasado fin de semana lograron estabilizar cuatro de los seis reactores que presentaron daños cruciales en una de las 54 plantas nucleares existentes en Japón.

Este lunes, la situación aun es seria, puesto que se continúan liberando tanto radiación, como humo del reactor número 3 (el mas dañado hasta el momento) que de no cesar, posteriormente se podrí­a convertir en contaminación radiactiva importante para la salud pública, los animales y el medio ambiente.

En los últimos dí­as, la contaminación radiactiva ha alcanzado algunos vegetales y por supuesto el agua en algunas zonas cercanas a la central, que aunque los niveles de radiactividad se encuentran por debajo de lo permitido, el gobierno japonés ha informado a los residentes de dichas zonas que no ingieran agua del grifo, por el temor de sufrir las terribles consecuencias que pudiera desencadenar la presencia de contaminación radiactiva en el cuerpo humano.

Lo anterior debido a que tomar acciones preventivas respecto a la salida de vegetales de zonas aledañas a la central, impactarí­an enormemente en el control de la diseminación que dicha contaminación pudiera presentar tanto en el ámbito local como en el internacional.

Si todo continúa de la misma manera como se presentó el pasado fin de semana, desde mi punto de vista,  el desmantelamiento de la planta, no es una solución viable; puesto que controlando que ya no se generen mas explosiones en los reactores ni la consecuente formación de nubes de vapor de agua con partí­culas radiactivas, ya no se generará mas diseminación de la radiactividad puesto que ya se tienen controlados casi en su totalidad los seis reactores de la planta afectada y por ende el desastre nuclear.

Lo único que resta es dar tiempo al personal y a los especialistas de la central para que controlen en su totalidad y de manera eficiente los desórdenes ocasionados no por la planta nuclear sino por un desastre natural que sacudió violentamente a gran parte del paí­s del sol naciente.

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