EL TINTERO (RE-CARGADO)

¡No está en venta!

EDUARDO VALENCIA BARRERA*.

Y porque usted lo pidió, seguiremos con la analogí­a, sí­mil, morfologí­a, parangón, entre el (des)gobierno y La Rebelión en la granja porque no me podrá negar que, la neta, la neta, hay mucho cerdo.

Y miren que Miguelito se las ha puesto fácil a “sus” “colaboradores”, ya que su enseñanza ha sido la inoperancia, torpeza, desdén, pachurrés, taimadez, timidez, así­ es que para nadie ha sido extraño saberse la tonada.

Así­ es que cuando el viejo Mayor cantó el himno de los animales, George Orwell nos dice: “Hasta el más estúpido habí­a retenido la melodí­a y parte de la letra y, con ayuda de los más inteligentes, como los cerdos y los perros, aprendieron la canción en pocos minutos”. ¡Aita!

Y tan aita que hasta en el “partido” en el “poder” hacen eco con la tonadita. Y, hablando de animales, pues hasta un gatete como Juan Carlos Lozano, dizque dirigente del PRI estatal, quiere hacer una interpretación de la canción de los animales.

¡Que no la chifle que es cantada! La neta no sé qué le echaron a su licuado que le alcanza hasta para patear el pesebre. Ahora resulta que uno de los más fervientes, abyectos, genuflexionados Monrealistas se atreve a echar basura en contra de su mentor. ¡Ahora resulta!

Sí­, ese gris, muy gris “dirigente” priista quiere ponerle el cascabel al gato, juar, juar, juar. Y si sigue de payasito le tendré que recordar su último evento (lo tengo en mi libretas) como alcalde de Tabasco, de donde saltó a la diputación local y, al término de “su” “gestión”, pues se le tuvo que conseguir una chambita en la SEC. ¡Ahora resulta!

Y siguiendo con animales, pues qué se puede decir del siempre mediocre José Marco Antonio Olvera Acevedo, hoy, por lástima, diputado local. Al parecer ya superó la debacle que significó para su partido el perder la gubernatura en 1998.

Ahora, ya hasta habla. Ups, como que su psiquiatra ha de ser bueno que hasta el habla le devolvió.  Sí­, estuvo 12 años en el autismo polí­tico y miren que en 1998 se autoproclamó “el gobernador moral de Zacatecas”, ¡ay, mamachita!

Dijo que iba a patear (textual) las puertas de Palacio de Gobierno si no se le cumplí­a a la gente, juar, juar, juar, pobre loco. Bueno, igual no lo hizo porque en ese entonces sí­ se le cumplió a la gente. ¡Me consta!

Por cierto, de dónde salen tan bravos ese par de dos. ¿Pos dionde? Si son un par de nada. Chido par: uno gris y el otro, loco. ¿Qué les pasa? ¿Ayudando a Miguelito? ¡í“rales!

Cuando el paro, en aquellos ayeres, del tal Olvera era que habí­a asistido a la misma escuela que Luis Donaldo Colosio, órale; su amigo no era, pero habí­an asistido a las mismas clases en el Tec de Monterrey, y por eso creí­a que iba a ser diputado federal, juar, juar, juar, cuando mi ahora amigo Arturo Romo, siendo gobernador, lo vomitaba. ¡Chido, pues!

¡Que no les apasione el ser gobierno! Ja, ja, ja, ojalá lo fueran. Por ello Orwell dice: En muy poco tiempo los animales habí­an destruido todo lo que podí­a hacerles recordar el dominio del señor Jones, (su dueño).

Chequen: “Los animales se dieron  prisa en llegar a la cumbre y miraron a su alrededor, a la clara luz de la mañana. Sí­, era de ellos; ¡todo lo que podí­an ver era suyo! Poseí­dos por este pensamiento, brincaban por doquier, se lanzaban al aire dando grandes saltos de alegrí­a.

Se revolcaban en el rocí­o, terrones de tierra negra y aspiraban su fuerte aroma. Luego hicieron un recorrido de inspección por toda la granja y miraron con muda admiración la tierra labrantí­a, el campo de heno, la huerta, el estanque. Era como si nunca hubieran visto aquellas cosas anteriormente, y apenas podí­an creer que todo era de ellos”.

Y, sí­, apenas lo pueden creer, aunque hay que recordarles que no todo es la cheyene, apá, sino la voluntad popular y esa, mis estimados animales, ¡¡¡no les pertenece!!!¡¡¡ Y mucho menos está en venta!!!

*Comunicólogo.

[email protected] [email protected] [email protected] En Facebook: Lalo Valencia.

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