EL TINTERO (RE-CARGADO)

Ay, el ocio… ¿O el socio?

EDUARDO VALENCIA BARRERA*.

Ahora resulta que el único argumento que esgrimen “las autoridades” de Zacatecas es endeudamiento. Sí­, contraer deuda es su única solución. Es lo de hoy.

El problema es que no dicen cuál será el beneficio real para la entidad el que la deuda crezca y crezca. Y no creo que sea para engordar el cochinito para las elecciones del año entrante. ¡No, no lo creo! ¡Mmm!

La verdad es que desde el anuncio del presupuesto histórico, siempre son históricos, se habla de lana y lana y pues no se ve claro en el desarrollo de nuestro pueblo.

Claro, habrí­a que checar el destino de tanto recurso porque tampoco es de dudarse que por ahí­ alguien ya se esté clavando un vidrio.

No hay hechos, sólo palabras… ¡Y deuda! Además, palabras huecas que ya nadie cree, sobre todo cuando hace uso de la voz el ya famoso Miguelito.

Puro argumento para salir del paso; puro “vamos a ver”; “vamos a hacer” y su ya célebre frase de: “tú cómo la ves”. Lo cierto es que no hay nada, no hay avance. Lo dicho: les quedó grande la yegua.

No hay secretarí­a ni dirección gubernamental de la que pueda uno decir que, al menos, esa está trabajando. Casi ningún secretario o director tienen nada que decir, aunque sí­ mucho qué hacer, pero, ¿pos pa´ qué? Aunque muchos sí­ saben para quién, ¡eh!

Ante el panorama podrí­amos ya preguntar: ¿Qué va a informar Miguelito el 8 de septiembre? El rollo es decir (ya ni eso) el estado que guarda la administración pública, así­ es que si dice la verdad, pues todos a llorar.

¿El estado que guarda la administración pública? ¡Ups! Resaltará, ahora por escrito, el desorden, desgano, desencanto, ¡ah!, podrí­a decir de los negocios que han hecho a sus costillas varios de sus colaboradores para, al menos, ver que en esta “administración” a alguien le ha ido bien. Es propuesta.

Resaltará que el campo está muerto; que la seguridad está pa´ la madre; que el deporte está en el olvido; que la educación va para atrás; que no hay polí­tica social ni polí­tica-polí­tica.  Ah, pues que la nómina está obesa; que lo único que ha crecido es la deuda y el patrimonio de unos cuantos. Es propuesta.

O podrí­a ser que se prefiere utilizar la lana para tapar las pillerí­as que dejó Amalia Garcí­a. Por cierto, ¿ya está en bote? ¿Ya se le fincaron responsabilidades? ¿Les ganó la partida? No me digan eso, snif, snif, snif. ¡Lloro!

Se los dije desde el sexenio pasado, todo se arreglarí­a si hubiese una Contralorí­a Interna en el gobierno y verí­an cómo les iba a todas las ratas. ¡Nomas verí­an!

¡Ah, no me digan! ¿Sí­ hay una Contralorí­a Interna? ¿Qué hace? Mmm, pues ni se pone en orden a los que salieron ni a los que entraron. Ah, es que el dizque cotralor (con minúsculas) prefiere checar “el buen uso” de los carros de las dependencias que cumplir con una responsabilidad histórica.

Digo, todo es histórico. Como histórica será la inoperancia de la administración de Miguelito. Y, claro, en casos como el del contralor se prefiere ser histriónico que histórico en dar resultados.

Me preguntaban unos cuates que quién debiera salir del gobierno y, la neta, fue más fácil decir quién se deberí­a quedar porque así­ se gasta menos saliva y tinta. Es más, ¿les cuento el rumor de moda en los pasillos del (des)gobierno?

Bueno, antes un breviario cultural: El rumor es una información diseminada que proviene de fuente desconocida; una transacción colectiva cuyos componentes consisten en actividad intelectual y comunicativa.

Surge cuando las personas, atrapadas conjuntamente en una situación ambigua, intentan dar de ella, reuniendo sus recursos intelectuales, una interpretación con sentido. (Shibutani).

En pocas palabras, el rumor es un esfuerzo colectivo para lograr una definición. (Lang y Lang).

El rumor es un sustituto de las noticias -verificadas-; son en rigor noticias que no surgen de canales institucionales. La demanda no satisfecha de noticias -la discrepancia entre la información necesaria para acomodarse a un ambiente cambiante y la que los canales formales de noticias proporcionan- constituye la condición crucial para la formación del rumor. (Shibutani).

De hecho, ya que se trata de una actividad, a la vez comunicativa y cognitiva, la mayorí­a de los rumores son verdaderos.

¡í“óórale! Y, bueno, como al interior del (des)gobierno no hay gran cosa qué hacer entre los casi 10 mil que están en nómina, pues ¡a darle cuerpo al rumor!

Aseguran, no los casi 10 mil, claro, pero sí­ un buen, jejeje, que para sacudirse el lastre que ha significado su cuñado incómodo, mi cuate, Pedrí­n de León, (que merecerá un capí­tulo aparte) Miguelito lo mandará al Senado, claro, si las bases de su neo-partido lo mandatan, ja, ja, ja.

En fin, es el PRI, no la hagan; Y que ya mandado al Senado, una de las grandes tareas que traerá Pedrí­n en su agenda legislativa será convencer a Peña Nieto, (en el hipotético, muuuy hipotético caso que el gavioto llegue a la presidencia) que se lleve a Miguelito a la secretarí­a de Turismo, que porque ya fue secretario del ramo en Zacatecas y… y… pues que está guapo… No more.

Y así­, ya cumplida su misión como Senador, Pedrí­n regresarí­a a Zacatecas, con la venia del gavioto, para ser gobernador interino. ¡Hágame usted el re-cabrón favor!

*Comunicólogo.

[email protected] [email protected] [email protected] En Facebook: Lalo Valencia y/o Eduardo Valencia Barrera.

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