OPORTUNIDADES REFUERZA ESTEREOTIPO DE Gí‰NERO: ONU MUJERES

El programa social sobrecarga de trabajo a las beneficiarias

Por Anaiz Zamora Márquez

México, DF, 23 mar 12 (CIMAC).- La directora regional de ONU Mujeres para México, Centroamérica, Cuba y República Dominicana, Ana Gí¼ezmes Garcí­a, criticó que en nuestro paí­s se siguen elaborando programas sociales a partir de “estereotipos de género”, tales como Oportunidades, enfocado a abatir la pobreza.

Al participar en la mesa redonda “Equidad de Género y Desarrollo”, organizada por la delegación general de Québec en México y la Alianza Francesa, la representante de Naciones Unidas observó que aunque en nuestro paí­s se ha avanzado en materia legislativa para garantizar la equidad entre mujeres y hombres, persisten visiones estereotipadas en las polí­ticas públicas sobre los roles que debe cubrir cada sexo.

“Existe un estereotipo de papá proveedor y mamá cuidadora que se repite hasta en el establecimiento de polí­ticas publicas”, advirtió Gí¼ezmez.

Puso como ejemplo que el programa federal Oportunidades, instaurado durante el gobierno de Vicente Fox, condiciona que sean las mujeres las que deben llevar a los niños a los centros de salud y las que deben acudir a recibir los apoyos, con lo “que se piensa que las mujeres no trabajan o tienen una jornada flexible”.

Por ello, la directora de ONU Mujeres –instancia de Naciones Unidas para el impulso de la igualdad de género y el empoderamiento femenino– urgió a que haya acciones en materia de igualdad de oportunidades, que impulsen la autonomí­a económica y fí­sica de las mujeres, y les aseguren su participación en la toma de decisiones.

DISCRIMINACIӓN LABORAL

Ana Gí¼ezmes subrayó que en México las mujeres aún no pueden conquistar su autonomí­a económica, ya que prevalecen las discriminaciones laborales en su contra y no cuentan con una red de servicios que las apoye.

De acuerdo con cifras de ONU Mujeres, la discriminación económica afecta en mayor medida a las mexicanas, ya que sólo 3 de cada 10 que trabajan reciben remuneración económica y la mayorí­a de ellas están en un empleo informal.

La directora regional alertó que al 10 por ciento de mujeres empleadas sus patrones les pidieron una prueba de embarazo antes de ser contratadas, y en algunas ocasiones reciben un salario menor hasta en 12 por ciento por el mismo trabajo que realiza un hombre.

Abundó que a la discriminación se suma una carga acumulativa de trabajo para las mujeres, toda vez que ellas trabajan un promedio de 37 horas semanales y cuando regresan a sus casas son quienes, comúnmente, se hacen cargo de tareas domésticas como limpieza del hogar, preparación de alimentos y el cuidado de las y los hijos.

La representante regional del mecanismo de Naciones Unidas apuntó que esta sobrecarga laboral puede disminuir con una red de servicios adecuada, que garantice el apoyo a las trabajadoras en el cuidado de las y los hijos y del hogar, como por ejemplo guarderí­as públicas.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha reportado que en 2010 en México tan sólo el 5 por ciento de los niños menores de tres años recibe un cuidado formal,  es decir que están en una guarderí­a mientras sus madres trabajan, mientras en paí­ses como Dinamarca esa cifra llega al 80 por ciento.

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