VOTEN LIBREMENTE: POR EL MENOS PEOR

Referente periodí­stico…

Por Gerardo DE íVILA (*)

Llegó la hora de votar en libertad, llegó la hora de elegir al próximo presidente de la República, llegó la hora de buscar la reconciliación del paí­s, llegó la hora de unir a una sociedad fragmentada por el miedo, la inseguridad, la corrupción, la falta de empleo y el sueño de millones que piensan que las cosas pueden cambiar.

Votemos pues, de manera libre y razonadamente, sin miedo, con la convicción de que nuestro voto vale y será contado, hagámoslo por el menos peor, y si creen en el voto útil háganlo valer.

Sea quien sea el presidente de México deberá reconstruir la nación, no inventarla, el reto será titánico, pero con la ayuda de la sociedad se podrá lograr; habrá que advertir que será un largo proceso, comenzando por reconstruir el tejido social.

Las opciones polí­ticas las conoce de sobra: Enrique Peña Nieto, Josefina Vázquez Mota, Andrés Manuel López Obrador y Gabriel Quadri de la Torre. Uno de ellos, será el presidente. Ojalá y quienes acudamos a votar, lo hagamos por el menos peor. ¿Pero quién es el menos peor y por qué? La respuesta usted la tiene.

En medio de las campañas polí­ticas más sucias de la historia, de la ausencia de propuestas serias, de una polarización como nunca antes, de la prostitución de encuestas serias y pagadas, los electores se alistan para acudir a las urnas.

Durante 90 dí­as, cuatro candidatos presidenciables recorrieron el paí­s (unos más que otros). Son cuatro proyectos muy similares pero distantes a la vez y una sola realidad: el anhelo de que las cosas cambien como paí­s. ¿Pero quién de los cuatro candidatos ofrece ese cambio? Me parece que otra vez usted tiene la respuesta.

Fueron tres largos meses de campañas polí­ticas, con escaso contenido, pero el sistema de república y de democracia representativa es lo que tenemos. No hay duda, de que al final, fueron más las agresiones que las propuestas.

En esta entrega ya no hablaremos de lo que nos han dicho las encuestas, ya no tiene sentido, consideramos que la sociedad mexicana ya decidió su voto. Lo verdaderamente importante es recordar que el domingo 1 de julio tenemos un compromiso con la historia, con nuestro paí­s, con nuestros hijos.

No hay plazo…

Reza un sabio refrán popular: “No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague”. El próximo domingo, alrededor de 80 millones de mexicanos y mexicanas tendrán la posibilidad de acudir a votar para elegir al próximo presidente.

Un millón de mexicanos han sido designados como funcionarios de casillas y en ellos recae la responsabilidad que el proceso electoral se lleve con tranquilidad. El IFE, como garante de la contienda tiene el reto de que nada falle antes, durante y posterior a la elección. A las 11:45 horas del domingo 1 de julio se anunciarán las tendencias por parte de Leonardo Valdés, Consejero Presidente.

Habrá pues, jornada electoral en 300 distritos, se elegirá al presidente de México, 128 senadores de la República, 500 diputados y como seis gobernadores, además de otros cargos de elección popular en varios estados del paí­s.

En las próximas 72 que ya corren, es probable que alguien quiera coaccionar el voto, práctica añeja deleznable, no lo permitan. Una despensa, 500 pesos o lo que estén ofertando no vale pena, aunque la necesidad sea mucha.

Los escenarios:

1) De acuerdo con las encuestas serias y pagadas, el candidato Enrique Peña Nieto fue siempre el candidato puntero. La lógica nos dirí­a que debe ganar el 1 de julio. Lo que nunca dijeron las mediciones son las manifestaciones en su contra.

2) La sociedad mexicana cuenta en estos momentos con 72 horas para reflexionar su sufragio. En el supuesto que se presentará el voto útil, entonces el ganador podrí­a ser Andrés Manuel López Obrador.

3) Lo que es un hecho, es que ni Josefina Vázquez Mota ni Gabriel Quadri de la Torre ganarán. El PAN, irremediablemente, saldrá de Los Pinos. El candidato de Nueva Alianza, estarí­a conservando su registro que siempre fue el objetivo.

Más allá de credos e ideologí­as, de lo que nos dijeron las encuestas en estos 90 dí­as de campaña, lo importante es que la sociedad mexicana salga a votar. Otro elemento a considerar es que, gane quien gane, será un presidente que tendrá que gobernar para la inmensa mayorí­a que no votó por él.

De acuerdo con datos oficiales, en la elección de 2000, votó alrededor del 63.5%, en la de 2006, lo hizo apenas el 59%. Ahora bien, según las estimaciones del IFE, se espera que la elección de 1 de julio vote, en el menor escenario el 60%.

El fantasma del abstencionismo está presente, el voto del miedo igual, pero el anhelo del cambio sigue vivo. Cuatro proyectos de nación, una sola realidad. El llamado es votar libre y razonablemente, por el menos peor. Y lo que queda más claro aún es que, después de 2 de julio, México ni comienza ni empieza aquí­.

México merece más suerte: todos y todas a votar el domingo.

Para el anecdotario:

1) Como en la mayor parte del paí­s, las campañas polí­ticas en Zacatecas brillaron por su ausencia. Salvo honrosas excepciones, pero la mayorí­a fueron opacadas por las elecciones presidenciales. Aquí­, también más allá de las mediciones, los pronósticos apuntan que entre PRI-PVEM y las izquierdas de repartirán el pastel.

* PAN y PANAL, gracias por su participación.

2) No hay discusión: la “gran traición” en esta elección la dio el ex presidente Vicente Fox. Mira que llamar a votar por otro candidato. De inmediato, el CEN del PAN, reprobó la actitud asumida por el quijotesco polí­tico y Chepina se quedó con el -beso del diablo- en la mano que le propinó el propio ex presidente.

* De héroe pasó al gran villano.

3) Hay Chepina, Chepina, Chepina. La gran puntada del cierre de campañas se la aventó Josefina Vázquez Mota en Guadalajara. Entre otras frivolidades, dijo que invitará al presidente Calderón a su gabinete. El cargo será el de Procurador.

* Por estas y otras razones se desfondó la señora.

Es mi opinión.

(*) Periodista.

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