“ENFERMO” EL SUELO ZACATECANO

Por: Irma Mejí­a / Grupo Informador

En riesgo 300 mil  hectáreas por sobrepastoreo y carga animal en los agostaderos que han degradado los suelos zacatecanos. Investigadores del INIFAP señalan que fue desmedida la apertura de la superficie para la agricultura sin que se previeran las consecuencias.

ZACATECAS.- La erosión, la desertificación, así­ como los problemas fí­sicos, quí­micos y microbiológicos de la tierra zacatecana se deben a “una pérdida de salud del suelo” que obligan a redefinir las polí­ticas públicas de manera integral para detener urgentemente la degradación del suelo con graves impactos negativos a futuro para naturaleza y la población, asienta Francisco Echavarria, director del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrí­colas y Pecuarias ( INIFAP)-Zacatecas.

Al referir esta problemática aclara que en el caso de la degradación fí­sica de los suelos de pastizales se debe principalmente por el sobrepastoreo y se tienen zonas crí­ticas en gran parte del estado, pero también precisa que aún se tienen zonas fértiles y de buena calidad, aunque son solo algunas cuencas como la de Calera.

Cuestiona que a Zacatecas se le quitó su vocación de pastoreo y se autorizó mayor superficie para la agricultura sin que el suelo reuniera las condiciones, por ejemplo, dijo que de siete millones de hectáreas de superficie que tiene la entidad, al paso de los años se destinaron hasta un millón y medio para la agricultura cuando quizá su capacidad debió ser sólo para un millón, porque esto ha generado erosión hí­drica y eólica.

Cabe mencionar que según las investigaciones del INIFAP, ha referido que dentro del uso del suelo en Zacatecas, existen 4.8 millones de hectáreas de agostadero, así­ como 1.5 millones de hectáreas para la agricultura, 950 mil hectáreas de bosques y 320 mil con otros usos que suman 7.5 millones de hectáreas.

Por tanto, el INIFAP ha advertido en reiteradas ocasiones que están en riesgo unas 300 mil hectáreas están degradadas por el sobrepastoreo y el excesivo uso para la agricultura, así­ como diversos factores que están acabando y debilitando los suelos zacatecanos.

Por tanto, consideró que la degradación continua y no puede detenerse, pero si puede frenarse si se cambian ciertas practicas y se detiene el sobrepastoreo, así­ como aplicar un cambio de tecnologí­a sustentable que permitan recuperar el agua y la fertilidad.

El investigador Francisco Echavarria mencionó que e Zacatecas predominan los suelos arenosos llamados Leptosoles, que son muy delgados con capacidad para las labores de pastoreo, pero tienden a erosionarse.

Ante esta situación, recalca que es más tardada la rehabilitación que la destrucción y para dimensionar el problema refiere que es más fácil perder un centí­metro de suelo en uno o tres años, mientras que recuperar esa misma cantidad significarí­a hasta más de 50 años.

Mencionó que a finales de este mes se abordará esta problemática a fondo, ya que se realizará la Segunda Reunión Internacional del Manejo de Pastizales y Producción Animal, donde se enfocará al cambio climático que integrará la temática de la sequí­a, desertificación, estrés calórico y producción animal en el que participa directamente la Universidad Autónoma de Zacatecas, SOMMAP e INIFAP.

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