Referente periodístico…

Por Gerardo DE ÁVILA (*)

Lo único seguro para el próximo 7 de julio es que no habrá “carro completo”, se conformarán dos grandes alianzas políticas, se dará la aparición de algunos nuevos actores políticos que intentarán ganar adeptos para el 2016, -además de los que ya están bien apuntados- y que no hay nada para nadie.

Ni para el PRI como partido en el gobierno.

Así, en medio de la desconfianza ciudadana, de la falta de credibilidad, de una profunda crisis política en los todos los partidos, el PRI, PAN, PRD, PT, PVEM, PANAL y MC buscan ya a sus mejores hombres y mujeres para ganar las 58 presidencias municipales y los 30 escaños en el Congreso.

Todos quieren lo mismo, pocos saldrán airosos.

La lógica política diría que el partido gobernante debería arrasar el 7 de julio, pero para lograrlo, irremediablemente, tendría que hacerlo de la mano de sus fieles partidos aliados. Aun así, la victoria no está garantizada ni para el PRI ni para sus adversarios políticos.

Nadie puede cantar victoria. Nadie es nadie.

Pensar desde ahora en que habrá “carro completo” es prácticamente imposible. No vemos en el horizonte condiciones para ello. Ningún partido político tiene el capital para hacerlo por sí sólo. De hecho, las alianzas o coaliciones políticas se vuelven indispensables. Al menos en este proceso que ya comenzó.

Los tiempos del “carro completo” ya pasaron.

En descargo de nuestros argumentos, la pasada elección federal dejó mermados a todos los partidos políticos y en Zacatecas no fue la excepción. No cuentan con el dinero suficiente, su padrón de militantes mermó considerablemente y la sociedad quedó harta de tanto “cochinero”.

Cierto es que ahora es otro contexto político.

Evidentemente, ahora estamos ante una elección local y la historia nos recuerda que en este tipo de procesos electorales la gente se involucra más. Vamos a ver hasta dónde los partidos políticos y candidatos, en su momento son capaces de atraer al elector. Salvo honrosas excepciones habrá baja votación.

Lamentablemente, el abstencionismo ya espera.

Por lo pronto, los registros para los precandidatos han comenzado en algunos institutos políticos; otros, tendrán que esperar hasta marzo para oficializar lo que ya es un secreto a voces: su candidatura. Como señalamos en entregas anteriores se trata de la elección intermedia.

Muchos son los que quieren, pocos los elegidos.

De acuerdo con el árbitro de la contienda, es decir, Instituto Estatal Electoral (IEEZ) cerca de 700 cargos a puestos de elección popular están en juego. ¿Pero es lo único que está en juego? ¿Será una elección de alianzas políticas? ¿Quién lleva las de ganar en este proceso electoral? ¿Se dará el voto de castigo?

Lo mejor es no adelantar vísperas.

Miguel Torres, Benjamín Medrano, Roberto Luévano, José Narro, Cuauhtémoc Calderón, Rafael Flores, Saúl Monreal, María de la Luz Domínguez, Martha Piña, Enrique Laviada, Carlos Peña, Xerardo Ramírez, Jorge Álvarez Maynes, Pepe “Pasteles”, Noemí Luna y Oswaldo Contreras, todos estos y los que nos faltaron buscan un lugar en una alcaldía o en la Cámara de Diputados.

Pocas caras nuevas. O relativamente nuevas.

En suma, en los días venideros veremos tanto a los partidos políticos como a los candidatos ofertar una serie de compromisos de toda naturaleza: que buscarán garantizar la seguridad, la paz social, que generarán empleo, que apoyarán al campo, que irán por más recursos para salud, educación y desarrollo económico.

Son tiempos de promesas, muchas de ellas eternamente prometidas.

Decíamos que la elección intermedia resulta ser una especie evaluación para el gobernante en turno. Es el momento de ver hasta dónde tiene los hilos de su administración, pero también hasta dónde tiene el respaldo de la sociedad. El dinero podría ser lo de menos.

Y de aquí rumbo al 2016.

Es previsible pensar que en varios municipios podría haber cambio de timón. Es decir, no es descabellado pensar que llegarán otros partidos a gobernar. Lo mismo ocurrirá en la Cámara de Diputados. Todo dependerá de los acuerdos políticos entre partidos. Por cierto, ya se están fraguando.

En qué términos, no los sabemos.

Finalmente, al proceso electoral del 7 de julio habrá que sumarle el tema de las candidaturas independientes que han encontrado mucha resistencia y vacíos jurídicos. Sin embargo, los primeros ciudadanos iniciaron su registro ante el IEEZ

Todo puede pasar, pero parece que aún no eran el momento de éstas.

Para el anecdotario:

1) Los problemas de inseguridad que vive el país y por supuesto nuestro estado han llegado a las instituciones de educación media superior y superior. La UAZ es apenas un ejemplo. Ante esta innegable realidad, los directores de las Unidades Académicas han tomado algunas acciones preventivas para evitar ser víctimas de los “malos” como ya ocurrido. Cuidado.

* De todo esto el rector Armando Silva está informado.

2) En los pasillos de la política se comenta que de un momento a otro podrían darse “ajuntes” en el equipo del jefe del Ejecutivo Miguel Alonso Reyes. La razón principal es que algunos integrantes quieren ser candidatos a alcaldes o bien a presidentes municipales. El caso del joven Carlos Peña Badillo es el más claro ejemplo.

* Calma se observa en los Secretarios de primer nivel.

3) Simplemente la mayor parte de los municipios en Zacatecas están ahorcados. Quienes dejarán su cargo se han endeudado tres veces más. Insostenible es la crisis que viven casi todos los presidentes municipales. Ya buscan soluciones y también ya les urge que les llegue el presupuesto porque están paralizados. Se trata del cuento de nunca acabar.

* Pocos se darán el lujo de dejar las arcas sanas. Muy pocos.

Es mi opinión.

(*) Periodista.