QUEHACER ELECTORAL

La participación de niñas, niños y jóvenes en la democracia

Segunda parte

L.C. Martín Eduardo Navarro Sorellano*

Como lo comentamos hace algunos días en este mismo espacio, analizaremos algunos datos reveladores que arrojó la Consulta Infantil y Juvenil 2012.  Nivel de participación: En este ejercicio participaron más de dos millones de niños, niñas y adolescentes (2,256,532) de todo el país, de entre seis y quince años de edad, distribuidos en tres rangos de edad: 6 a 9, 10 a 12, y 13 a 15 años.  La mayor participación se presentó entre las niñas y los niños de 8 a 11 años de edad (50.2%), mientras que la más baja fue la población de 14 y 15 años. La afluencia de las niñas fue mayor (54%) que la de los niños (46%). En cuanto al perfil escolar, el 98.7% del total de los participantes en la Consulta asiste a la escuela; la mayoría cursa la escuela primaria. Resultados: en este rubro se obtuvo que la familia es quien inspira más confianza a niñas, a niños y adolescentes, seguida por las maestras y los maestros. Llama poderosamente la atención la poca confianza que inspiran las vecinas y los vecinos. Respecto al derecho a la protección, el 18.8% de niñas y niños de 6 años reporta maltrato en su casa. El 10.5% de los niños y niñas de 6 a 9 contestó de manera afirmativa a la pregunta Yo siento que en mi casa tocan mi cuerpo y me piden que no lo cuente, dato que supera con mucho el 3.5% de respuestas afirmativas en la Consulta Infantil y Juvenil 2003.

Al analizar estos datos por sexo resulta que los hombres de todas las edades tienen una mayor percepción de los distintos tipos de maltrato en el hogar, incluida la violencia sexual; asimismo, se advierte una mayor percepción de maltrato y vulnerabilidad entre quienes no asisten a la escuela.

En el ámbito escolar, el 18.9% de las y los adolescentes de 13 a 15 años responde que su maestra(o) maltrata a alguien entre sus compañeras(os). En el caso de violencia entre compañeras(os), el grupo que reporta más alto porcentaje es el de 10 a 12 años, ya que el 17.1% responde que en la escuela algunos compañeras(os) le acosan y le humillan. En el análisis por sexo, se advierte que la percepción de todas las formas de violencia escolar es más alta en los niños que en las niñas.

Cerca de la mitad de las niñas y los niños de 6 a 9 años participantes en la Consulta señalan que por donde viven hay gente que roba, frente al 24.6% que en este grupo de edad afirma que por donde viven hay balaceras y muertos. El mayor porcentaje de respuestas afirmativas a la presencia de balaceras y muertes se reporta entre la población de 15 años, entre quienes alcanza un 33.5%. Quienes no asisten a la escuela tienen una mayor percepción de la inseguridad, pues el porcentaje de respuestas afirmativas a esta pregunta se eleva a 45.0%.

El 23.4% del grupo de 13 y 14 años responde que por donde viven les ofrecen drogas, porcentaje que se eleva al 30.5% a los 15 años y al 34.0% en los adolescentes de 15 años que no asisten a la escuela. La invitación a formar parte de grupos delictivos se incrementa con la edad y es mayor entre los hombres (13.5%) que entre las mujeres (7.8%), y entre quienes no asisten a la escuela (22.2%) que entre quienes cuentan con escolaridad (10%).

Se preguntó sobre lo que se debe hacer para mejorar el país, además de lo que niñas, niños y adolescentes esperan que otros hagan (gobierno, familias, sociedad). Al respecto, una mejor educación aparece como una acción indispensable en los tres grupos de edad, seguida por el respeto a la ley y el castigo a delincuentes.

El desencanto en el impacto de la acción ciudadana aumenta con la edad y es más frecuente entre los hombres que en las mujeres. La opción de Nada se puede hacer fue seleccionada más por adolescentes (10.7%) que por niños y niñas de 10 a 12 años de edad (9.4%).

Es así, que la voz de los más de dos millones de niños, niñas y adolescentes participantes en la Consulta relata las fortalezas de la infancia y la juventud mexicanas, entre las que se encuentran el amor y la confianza en la familia. Las situaciones que vulneran su pleno desarrollo, como el maltrato, la violencia, el acceso a las drogas y otros riesgos se expresan con toda claridad y debe destacarse claramente su demanda e una educación de calidad en un país en el que se apliquen las leyes, se castigue la corrupción y haya mejores gobernantes.

*Encargado de la Vocalía Ejecutiva de la 01 Junta Distrital

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