CAPACITACIÓN EN EL SERVICIO PÚBLICO COMO INVERSIÓN

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 Por: Dra. Norma Julieta del Río Venegas

Desde mis inicios en la Administración Publica, he sido una fiel impulsora de la capacitación, mis avances han sido de hecho producto de capacitaciones y aprendizaje constante y sigo convencida que para crecer profesionalmente hay que actualizarse constantemente.
Se necesita de cambios que mejoren la administración pública y al mismo tiempo, también formas que hagan más interesante y satisfactorio el trabajo del personal, reflejándose en una mejor calidad de vida para todos los participantes.
En la medida que los funcionarios se interesen en capacitarse y capacitar a su personal, implantando procesos de mejora continua, en llevar a la práctica los conceptos y principios de la cultura de calidad y ética, podemos aspirar a ser competitivos en diferentes niveles, misma situación que llevará el trabajo a una situación o meta definida.
Tener nuevos conocimientos y aprovechar todas las técnicas de administración ayuda para el avance o alcance más rápido del éxito y mantenimiento del mismo, existen siempre ciertos principios fundamentales que deben seguirse para obtener estos buenos resultados y aquí entra en juego el líder, del cual destaca su habilidad y conocimiento para dirigir al grupo, además de ser el responsable de fomentar la capacidad de aprendizaje de todo el personal.
La demanda es exigir cada vez nuevas habilidades, por tal motivo impone la necesidad de llevar a cabo procesos de capacitación adecuados a perfiles organizacionales demandados por el mercado laboral y por la sociedad.
Dicen los que saben que cuando alguien ingresa a una posición de la Administración Publica en cualquier orden de Gobierno sin contar con el perfil adecuado, ni mucho menos con conocimientos, en lugar de llegar a aprender, llegan a mandar y a no querer aprender, he ahí cuando dañan a la administración publica, y no solo ocasionan perdidas, si no que la imagen que siguen fomentando del servidor público, es de un burócrata que hace que trabaja por lo que hacen que le pagan.
Ya si están ahí, por recomendaciones o por lo que sea, deben de comenzar a construir un programa de capacitación afín al puesto encomendado, y si por lo regular no es profesionista, hacer un esfuerzo de continuar sus estudios.
En lo personal, cuento con la enorme satisfacción de que en cada lugar que se me ha dado la oportunidad de laborar, haber ofrecido capacitación al personal de cualquier nivel, gente desde intendencia que los impulse a algunos a comenzar su educación primaria, a otros a concluirla y algunos de ellos ya cuentan con un certificado de preparatoria.
Cuando se comienza a motivar al personal, ves como gente que aun sin contar con primaria terminada, pero con deseos de superación, ahora están cursando bachilleratos y carreras profesionales, con el único fin de profesionalizarse para desempeñar puestos a futuro, pero hace falta que quien tiene a su cargo Dependencias y Entidades, valoren este esfuerzo y se aplique  realmente el escalafón.
A los profesionistas los apoye a que siguieran creciendo académicamente con estudios de posgrado; la capacitación, el adiestramiento y la continua en los procesos de enseñanza son impulsos que institucionalizados se convierten en una inversión y esto sería otra historia, no es nada irregular, al contrario para eso hay recursos y programas especiales.
Como titular exiges trabajo y resultados pero das a cambio acciones compensatorias, como ya lo mencione, la capacitación, oportunidades para mejorar calidad de vida y en ocasiones el ayudar a solucionar algún problema propio que tenga alguien personalmente y que son fortuitos, pero que afectan indirectamente en las labores cotidianas, al grado de no desarrollar tus encargos al cien por ciento.

En el Gobierno Federal conocí que la capacitación es prioridad y se da de manera constante en nuevos ordenamientos jurídicos, temas de actualidad e innovaciones en materia de auditoría y obra pública, sistemas más ágiles y transparentes para activar el servicio público, como la implementación de la bitácora electrónica o el compranet en su nueva versión 5.0, la reducción de la normatividad federal con los nueve  manuales, pero siempre la capacitación constante sobre el uso y manejo de estas herramientas.
De hecho, existe el programa de capacitación anual, y se tiene como requisito cumplir con ciertos puntos al año, esto puntos o créditos se establecen en cada curso o taller que el servidor público selecciona de  los ofrecidos, de no cumplir con los créditos, estas prácticamente fuera, de hecho existen manuales y lineamientos de capacitación.
Por ello, la inversión en capacitación es lo más importante y aquellos que no la quieran o la critiquen, simplemente nunca recibieron ni siquiera un curso de autoestima.
Entonces las condiciones que se deben tomar en cuenta dentro de un entorno de servicio público deben de ser, la productividad, la eficiencia y el desarrollo tecnológico y humano, logrando así un entorno propicio para la competitividad; hoy la administración pública se concibe de otra forma, y la capacitación es una inversión para la mejor y oportuna toma de decisiones y esta se verá redituada en beneficio de la sociedad, pero antes, del propio servidor público.

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