Carta al rector

Referente periodístico…

Por Gerardo DE ÁVILA (*)

Señor rector Armando Silva Cháirez me dijo a usted con respeto. Le escribe un modesto estudiante universitario. Creo que se evitaría varios problemas, -hasta de salud-, y de paso, le evitaría a la UAZ más vicisitudes presentando su renuncia voluntaria al H. Consejo Universitario. El cargo le quedó grande.

¡Y pensar que yo voté por usted!

En el terreno meramente personal, no tengo duda que usted es buen hombre, sencillo y bien intencionado, pero como rector simplemente no ha estado a la altura, le ha quedado a deber a los universitarios como yo, la realidad es que ha sido rebasado por los problemas que aquejan a la universidad.

¡Es tiempo de pensar en el relevo!

No son pocos los maestros y estudiantes que coincidimos en que usted rector debe renunciar para dar paso a un universitario más capaz, con visión de universidad, con mayor compromiso, que unifique, para que comience, con la ayuda de todos el proceso de rescate de la UAZ, rescate que es inaplazable.

¡Esa es la realidad!

Una de las debilidades que vemos señor rector Armando Silva es que no ha sido capaz de sumar voluntades en la diferencia, al interior de la comunidad, no escucha a los que conocen a la universidad, no tiene un proyecto claro para el rescate. A leguas se ve a un rector solitario, sin equipo.

¡Eso no puede estar ocurriendo!

No más grillas…

Si los ex rectores Alfredo Femat Bañuelos (hoy diputado local) y Francisco Javier Domínguez Garay quieren ayudar a la universidad como dicen, es momento en que muestren los buenos oficios de negociadores. Hay que regresarle a la UAZ algo de lo mucho que ésta les ha dado, a través de la suma de esfuerzos.

¡De grillas ya estuvo bueno!

Considero Armando Silva que la UAZ requiere un rector más visionario, gestor, negociador, con capacidad de debate ante las instancias federales, que sume, no que reste, con una idea clara sobre el nuevo modelo de nueva universidad, pero antes tiene que buscar la condonación de la deuda con un proyecto viable.

¡Y con la ayuda de otros!

¿Y quiénes son esos otros? El problema financiero de la UAZ es un problema de todos, por tanto, todos deben entrarle a buscar una solución: el gobernador Miguel Alonso Reyes, los diputados locales, federales y senadores de la República, los sindicatos, SPAUAZ y STUAZ y la comunidad universitaria.

¡Todos en un gran frente!

Después del levantamiento de huelga la realidad de la universidad sigue siendo compleja, nada se solucionó: la millonaria deuda con ISSSTE y SAR aumenta día a día, el monto hoy debe superar los 900 millones de pesos, pero preocupa más que no haya avances en buscar una salida real al conflicto.

¡La UAZ está en quiebra!

Yo voté por Silva…

Una aclaración pertinente: como estudiante universitario, reconozco que voté por el actual rector, pero veo que mi voto ha sido traicionado desde hace meses con una actitud pasiva, sin liderazgo, poco visionaria, sin rumbo ni dirección de Silva Cháirez. En (2012) razoné que su proyecto de universidad era mejor.

¡Me equivoqué!

Nadie, absolutamente nadie ha señalado que usted rector Silvia Cháirez sea el culpable de lo que ocurre actualmente en la UAZ, no es así; sin embargo, como líder principal de los universitarios tiene responsabilidad en la conducción del presente y futuro de la UAZ.

¿O no rector?

El más crudo de los diagnósticos refleja que el panorama de la UAZ es poco halagüeño pero que se puede rescatar a la institución. Los actores involucrados en la solución han venido guardando silencio y perdiendo tiempo valioso. La solución financiera no está aquí sino en México. ¿Quién negocia?

¡En la SEP y SHyCP!

En suma, si le queda una pizca de dignidad señor rector debería de renunciar, se evitaría problemas mayúsculos y evitaría a la institución otros iguales, o bien, presente ante la opinión pública su proyecto de rescate que hasta ahora sólo consiste en una reingeniería que nadie entiende o ni conoce.

¡Respetuosamente, ya renuncie rector!

Para el anecdotario:

1) La aprobación de las reformas estructurales: energética, fiscal, educativa, laboral y política permanecen en la agenda política, paradójicamente, la economía se complica. Los bolsillos de la clase trabajadora no muestran signos de mejoras y la ciudadanía ya ve el 2015 como una primera oportunidad de manifestarse. El discurso oficial señala que las bondades de las reformas se darán de dos o tres años, mientras eso ocurre la sociedad se encuentra molesta. Cuidado.

  • Soplan vientos de cambio, dicen los clásicos.

Es tan sólo una opinión.

(*) Periodista.

[email protected]

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