La educación en México, una preocupación permanente

Para el doctor Alejandro Canales Sánchez, la investigación educativa es un área del conocimiento cada vez más valorada en México, puesto que enfrenta retos de gran magnitud como el rezago educativo, la cobertura o la calidad.

Por esta razón, el investigador del Instituto de Investigaciones Sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se encuentra desarrollando tres proyectos dirigidos a analizar, documentar y proponer una serie de acciones para alcanzar una mayor calidad en el ámbito educativo en  el país.

El primer proyecto, de carácter interinstitucional, se enfoca a las desigualdades en la educación superior. Generalmente, menciona, se consideran privilegiados los jóvenes que llegan a este nivel educativo, pero esto no es homogéneo y “creemos que sí hay diferencias entre los estudiantes, no solamente por el tipo de institución en la que se forman, también depende mucho de su capital familiar y el papel que desempeña cada uno de ellos en la construcción de su propia trayectoria. El comportamiento, la idea y la expectativa compensan estas diferencias”.

Por otro lado, Canales Sánchez investiga colectivamente la evaluación de las prácticas docentes en la educación superior. En ésta, se hace una comparación de los sistemas de evaluación de profesores en cinco universidades de la República, donde se trata de ver institucionalmente cuál es el sistema de evaluación de los profesores con la idea de comparar y ver las prácticas que existen en cada uno de estos sistemas. Sobre esto, el investigador indica que hay buenas prácticas en la evaluación de profesores que pueden ser recuperadas, o algunas no reconocidas que pueden ser relevantes en un sistema de evaluación que recupere estos elementos y se puedan compartir.

El tercer proyecto que está en desarrollo se concentra en la formación de científicos, en el cual se pretende precisar cómo se forman y emergen. “Se ha incrementado la matrícula en nivel doctorado pero ¿cuántos de éstos estudiantes se vuelven científicos? Estamos tratando de explorar elementos provenientes de las políticas públicas y factores de socialización que permiten que los jóvenes se formen como expertos”.

Alejandro Canales explica que la política pública se ha preocupado más por elevar el nivel de escolaridad y promover los estudios de doctorado pero no se ha preocupado por insertar a los egresados en la actividad científica. Lo mismo sucede, dice, con los procesos de formación de estos doctores los cuales enfatizan mucho más los aspectos de formación disciplinaria y cognitivos y menos la socialización como científicos.

El especialista en políticas en ciencia y tecnología, las cuales son sus líneas de investigación,  señala que hacen falta muchos más investigadores en los temas de la educación, pero que a pesar de esta insuficiencia se han podido ir consolidando poco a poco las áreas de la investigación educativa, prueba de ello es que se ha creado el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y se encuentran en marcha programas para orientar, conducir y valorar el desempeño educativo. “La población es muy sensible al tema educativo, y eso explica que haya sido el más votado en el ejercicio de consulta ciudadana realizado recientemente por la Academia Mexicana de Ciencias”, destaca.

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