Llama especialista del IMSS a no automedicarse

Automedicarse es una acción que lejos de beneficiar y mejorar los padecimientos, puede enmascarar la razón de los malestares físicos y evitar que se pueda diagnosticar alguna enfermedad que podría agravarse al no llevar el tratamiento adecuado.

Felipe de Jesús López Robles, médico familiar adscrito a la Delegación del Instituto Mexicano del Seguro Social en Zacatecas, señala que “Es importante que una persona cuando tenga una enfermedad o padecimiento acuda al médico, porque el metabolismo en extremos de la vida, por ejemplo, al tener la automedicación puede generar problemas, inclusive, provocar choque anafiláctico, que es cuando el organismo reacciona de manera brusca, y por ello puede llegar a requerir una atención emergente”.

Según la edad de los pacientes, así como los malestares, son aspectos a través de los cuales el médico prescribe el medicamento y la dosis exacta para evitar complicaciones ante un padecimiento de una persona específica, por lo que, no pueden suministrarse los fármacos sobrantes de algún tratamiento médico prescrito. Cada persona enferma amerita la atención del especialista seas niño, joven o adulto.

“Todos los medicamentos o fármacos, además de tener efecto terapéutico, que es el que se busca medicamente para resolver una situación clínica, también hay efectos secundarios, por ejemplo, si se toma un antibiótico junto con un analgésico, un efecto secundario podría ser crear una afección gástrica; hay fármacos con efectos adversos severos que ponen en riesgo, incluso, la condición de pacientes, estos podrían intoxicarse o generar alergias y resistencias”, agregó López Robles.

Los malestares más comunes por los que se automedican las personas son: dolor de cabeza, dolor abdominal, gastritis y fatiga, pero estos pueden ser indicios de padecimientos más graves que deben de tratarse con mucho cuidado para reducir las posibilidades de que las enfermedades lleguen a complicarse.

Las edades en los extremos de la vida son de mayor riesgo, por lo que debe haber una observación precisa, los mayores de 60 años por la fisiología propia de adultos mayores requieren de dosis específicas, según sus malestares.

Por ello, se exhorta a la población a que de manera responsable concluya los tratamientos prescritos por el médico y cualquier fármaco solo deberán ser utilizado en caso de que así lo señale el médico y no por decisión propia.

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