Las obras y los hechos

Código Político

Por Juan Gómez

Director general de Pórtico Online

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Zacatecas, Zac.-En diversos rumbos de la zona conurbada Guadalupe Zacatecas se realizan distintas obras de acondicionamiento vial, puentes, viaductos elevados, accesos, regeneración de camellones, el poliforum; parques ecológicos, auditorios al aire libre y otras obras de infraestructura urbana que realiza la actual administración del gobernador Miguel Alonso Reyes, quien recientemente formalizó la solicitud ante el Instituto Federal de Telecomunicaciones para la concesión de un canal de televisión abierta.

La concentración de obra pública en la capital zacatecana que alberga a la mayor masa de población crítica, parece obedecer a una estrategia no solo de posicionamiento de una administración que, desde el arranque de la misma anunció evitar las “obras de relumbrón”, sino a concluir un  sexenio que refrende la continuidad del partido que actualmente gobierna en el estado, el Revolucionario Institucional.

Conciente de que el reloj de la política está llegando a su final el mandatario estatal decidió volcar literalmente los recursos de su administración para el último tranco de su período, con la finalidad de consolidar su imagen pública en momentos en que el estado y el país, atraviesan por serias dificultades de carácter político, económico y de seguridad.

Sin embargo el cúmulo de obras de infraestructura urbana no registran una coordinación de tiempos de ejecución, sino más bien una intencionalidad de ganar la aceptación de una población en época de procesos electorales, lo cual no está del todo mal si es que la proyección y ejecución de los trabajos se hubiesen hecho con orden y con base a las prioridades del pueblo que se gobierna.

Por ejemplo el visitante que entre a la ciudad por el acceso Norte se enfrentará al puente Centenario que conecta al Boulevard Héroes de Chapultepec con Ciudad Administrativa y a lo largo de la vialidad, conducirá a un lado de la regeneración del camellón, hasta entroncar con las obras que se realizan en el viaducto elevado Quebradilla que tendrá una longitud de 324 metros.

Las obras en mención, sin duda, tendrán un impacto visual en los conductores de estas vialidades, y generarán un mejor servicio en el funcionamiento del tránsito vehicular que con el cambio de las dependencias estatales a Ciudad Administrativa se ha incrementado notablemente.

En contraparte el actual gobierno inició trabajos de remodelación de la Alameda “Trinidad García de la Cadena” que se han visto retrasados en su culminación, y que en su momento fueron rechazados por los vecinos y comerciantes debido a la falta de información en la conformación del proyecto y sus alcances.

Finalmente este proyecto fue modificado al excluir los trabajos contemplados en la calle Torreón, cuyos comerciantes argumentaron una potencial pérdida de recursos en sus ventas por la obra, razón que les dio el tiempo puesto que aún no terminan las labores de ejecución.

En la “intervención” de la Plaza de Armas, lugar simbólico e histórico para los zacatecanos, sucedió algo similar: los vecinos y comerciantes de la zona manifestaron su preocupación por el proyecto y también la desinformación de su contenido.

A marchas forzadas se organizó una reunión con empresarios y organizaciones de ciudadanos para darles a conocer la propuesta y ocho días después se iniciaron los trabajos de levantamiento de la fuente, piso y árboles del sitio, con la oposición de una organización de ciudadanos.

Pero la preocupación aumentó cuando trascendió el proyecto integral de lo que no solamente era una “intervención”, sino la peatonalización de la avenida Hidalgo, en donde se asientan comercios, agencias de viajes, hoteles, bares y restaurantes tradicionales, quienes ante la desinformación temen se afecte a sus empresas.

La polémica subió de tono cuando el delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia, declaró a la prensa zacatecana que la “intervención” de la Plaza de Armas estaba suspendida debido a la falta de documentación argumentativa de la propuesta gubernamental.

Sin embargo, “Olga Orive Bellinger, presidente del Comité Nacional Mexicano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), calificó la remodelación de la Plaza de Armas como costosa e innecesaria”.( http://ntrzacatecas.com/2015/05/18/rechaza-icomos-obra-en-la-plaza-de-armas/).

En entrevista con el Diario NTR la funcionaria de ICOMOS México “enfatizó que es absurdo rellenar la plaza para dejarla a nivel de la calle, ya que esto implica un gasto injustificado”.

“Consideró que los 27 millones de pesos destinados a la remodelación deberían utilizarse para la regeneración de barrios históricos de la capital, ya que “estos lugares tienen apremiantes necesidades de restauración y conservación”. (http://ntrzacatecas.com/2015/05/18/rechaza-icomos-obra-en-la-plaza-de-armas/).

El gobernador Miguel Alonso Reyes marca un ritmo frenético a sus colaboradores en materia de obra pública, lo que debe estar contribuyendo a la falta de orden y coordinación en los plazos de inicio y ejecución de los trabajos, pero también podría repercutir en la liquidez y solvencia en la canalización de los recursos económicos, la mayoría etiquetados por la federación para el financiamiento de los trabajos.

Si no se pone orden y también prioridades en la inversión de los recursos públicos, las obras que hoy están en marcha podrían convertirse en un camino minado que podría revertir los efectos de aceptación de una administración estatal, puesto que Zacatecas ocupa el lugar número 25 en el Índice de Desarrollo Urbano en el país, de acuerdo al Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). (http://www.mx.undp.org/content/dam/mexico/docs/Publicaciones/PublicacionesReduccionPobreza/InformesDesarrolloHumano/PNUD_boletinIDH.pdf).

Endurecer las acciones gubernamentales nunca será un buen consejo cuando el reloj de la política agota su período.

Al tiempo.

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