Zacatecas, Zac.- Los Servicios de Salud de Zacatecas (SSZ) informaron que alcohol etílico o etanol, cuando se concentra en la sangre por consumo excesivo, altera el estado de conciencia, produciendo embriaguez o borrachera y, en casos graves, intoxicación.

Este tipo de alcohol se obtiene de la fermentación o destilación de jugos, frutas, granos y vegetales y su consumo está muy arraigado en todas las culturas desde tiempos remotos; de ahí su aceptación social y accesibilidad.

Por ello, los SSZ reiteraron la importancia de evitarlo o regular su ingesta, a fin de evitar daños a la salud ya que esta sustancia deprime el sistema nervioso central, lo cual provoca que los efectos varíen de una persona a otra.

Los efectos obedecen a factores como: circunstancias en que se bebe, peso corporal del bebedor, presencia de alimentos en el estómago, tipo de bebida, cantidad y velocidad de ingesta.

Una persona intoxicada con alcohol pone en riesgo su vida y la de otras personas si se involucra en conductas riesgosas, violentas y temerarias debido a la euforia ocasionada por el consumo excesivo de alcohol.

Cabe destacar que el abuso frecuente y prolongado de alcohol daña el corazón, hígado, estómago y el sistema nervioso, además causa desnutrición y es responsable de diversos padecimientos.

Tales enfermedades son: gastritis, úlceras, hemorragias, cáncer de boca, esófago o estómago; cirrosis hepática o hepatitis; anemia y diabetes; hipertensión, infarto, arritmias cardiacas, pancreatitis, alucinaciones, psicosis y demencia.

De igual manera, causa trastornos de memoria, hemorragia cerebral y dificultad para caminar, depresión,tendencia al suicidio, violencia familiar, ausentismo y bajo rendimiento laboral, problemas interpersonales, riñas, actos violentos y delictivos.

En este sentido, los SSZ, además de promover la salud en la población, también buscan incidir en la sociedad para evitar el consumo excesivo de alcohol, a través de la adopción de estilos de vida saludables y la promoción de ambientes y hogares protectores.

Esto incluye no permitir a niños y adolescentes consumir bebidas embriagantes, ya que la familia se reconoce como un elemento clave para la incorporación de estrategias de prevención.

Por tal razón, es importante la orientación de los padres de familia sobre cómo mejorar la comunicación, la solución de los problemas, expresión de emociones, educación y disciplina de los hijos.