Plantea Raúl Vera crear un Constituyente Ciudadano

Raúl VeraZacatecas, Zac.-Raúl Vera López, obispo de Saltillo, señaló durante una conferencia de prensa que dictó en su visita a Zacatecas, que 98% de los crímenes violentos que se cometen queda en la totalidad impunidad en el país, además de que la corrupción sigue presente de manera evidente en la sociedad actual, de manera que el pueblo, con su poder soberano de transformar la Constitución, es la única esperanza de que, de manera pacífica, se pueda construir un nuevo país por medio de la iniciativa de un Constituyente Ciudadano y Popular, “ante el caos que tenemos en este país”.

Este proceso, sin embargo, debe darse al margen de los partidos políticos y las instituciones del Estado, pues “se han convertido en enemigas del país”, lo que se hace evidente con la imposición de reformas criminales. Dijo en su exposición que los partidos e instituciones se consideran enemigos en el sentido que están al servicio de un  modelo económico inmoral, depredador, que impulsa la muerte y no la vida, por lo que “eso es lo que tenemos que cambiar y tenemos que dar la vuelta, pero no lo vamos a hacer si no es con base en una buena organización social, siendo capaces de resistir estos regímenes que nos imponen”.

El principio fundamental del Constituyente Ciudadana, especificó el obispo, está en el artículo 39 de la Carta Magna, el cual dice que “la soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno”.

Comentó que  una clara muestra de esa inmoralidad del modelo económico es la implementación de las Reformas Estructurales, las cuales atentan contra los recursos de la nación. Advirtió, además, que sin los energéticos, que están en proceso de privatización, México no tendrá la capacidad para conseguir una transformación industrial ni para el desarrollo tecnológico.

“Al poner nuestros energéticos en manos de extranjeros, no han hecho otra cosa que lesionar nuestra soberanía, lesionar nuestro futuro, pero si hablamos de la Ley Federal del Trabajo también vemos el atentado contra la dignidad del trabajador. Este tipo de Reformas deliberadamente excluyen del acceso a la vida digna a millones de personas”, expuso el prelado. Consideró que no es exagerado decir que se trata de Reformas criminales, porque lo único que producen es muerte.

Por otro lado, señaló que el llamado a no votar en los procesos electorales es un tema en el que no se debe entrometer, pues se trata de un sistema electoral que está rebasado y por lo tanto hablar de ello “es darle importancia a algo que ya no funciona”.

Ante este panorama, la única opción para muchos mexicanos es sumarse al crimen organizado o migrar entre múltiples peligros. Esta situación, acusó, demuestra que el modelo político y electoral ha caducado, pues los partidos políticos “cada día hacen más males y ya no son opción para que este país viva. Incluso el resultado de estas Reformas es producto del pacto entre partidos. Por su puesto que es caduco y además severamente dañino y van en contra de nuestra patria”. Los partidos políticos, añadió, son dañinos y contaminan a la nación mediante la corrupción; aumentan la impunidad porque entre ellos existe un pacto de impunidad desde 2013.

Con el Constituyente popular, dijo, se plantea el “buscar una salida pacífica a la situación crítica que se está generando en el país a raíz de la desigualdad que se ha propiciado, de la inconformidad social que se manifiesta cada vez más y del abandono en el que se encuentra la sociedad por los vacíos de poder, la corrupción exagerada y la violencia creada contra el crimen organizado”.

Monseñor Vera admitió, sin embargo, que en su propuesta tiene ciertas coincidencias con el movimiento zapatista de Chiapas, lo cual también le ha generado cuestionamientos, pero no está influenciada por ella: “desde mi conciencia teológica pienso que si no funcionan las instituciones políticas y si se han convertido en enemigas de este país”, es necesaria la reorganización de la sociedad.

Sobre su conocida sentencia, referida en diversas ocasiones en conferencias de prensa en distintas partes, “la salvación en el cielo no es posible sin la liberación en la Tierra”, puntualizó que se refiere a la necesidad de liberarse de la opresión y pensar en una nueva estructura social, en “un pacto social para que las personas sean libres y tengan una vida en plenitud”.

Los partidos políticos no son la solución al problema en que se encuentra México, dijo. Por el contrario, son los que designan y colocan personajes en las curules “que están desbaratando a la patria”. Lo que se debe hacer es refundar el país a través de un nuevo Constituyente construido “desde la base y en diálogo con la sociedad”.

Finalmente, puntualizó que se trata de incluir a todos los ciudadanos que casi nunca tienen voz, los estudiantes, campesinos, indígenas, obreros, pescadores, y otros. Aclaró que “eso no quiere decir que estamos en contra de los partidos, porque eso nos va a desgastar, pero estamos a favor de un nuevo México, a favor de una nueva Constitución y de una Asamblea Constituyente, pero elegida por consenso desde el mismo pueblo”.

Es evidente que hay una conciencia social muy grande en distintos espacios, y conforme caminamos nos la vamos encontrando. Hay una inquietud muy grande en todos los ambientes sociales de que algo se tiene que hacer desde la comunidad social. El planteamiento del movimiento zapatista empezó cuando se quiso introducir una ley que permitiera la integración con su cultura a la vida nacional, pero cuando se habló de justicia social el gobierno ya o quiso hablar. Fue entonces cuando se comenzó a hablar de una nueva Constitución.

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