Zacatecas, Zac.- Sí hay un incremento en la demanda de drogas por parte de jóvenes de nivel secundaria y nivel primaria, en casos de quinto y sexto grado, por lo que se han generado diversos programas de intervención para poder sensibilizar, y si se detecta que hay un consumo, buscamos intervenir. Así se expresó Pedro Rodríguez de la Torre, quien es el coordinador del Centro de Integración Juvenil en Zacatecas.

Dijo que autoridades locales hablan de 30% de incremento n esta práctica, pero “no concuerdo, pues nosotros detectamos sólo 3.5% en consumo de mariguana”. Las cifras que dieron son alarmantes, y estamos buscando que la gente que pertenece a ese grupo de consumidores, niños y jóvenes entre 10 y 14 años rescaten habilidades para la vida, pues esta es una de las dificultades que se enfrentan.

Añadió que un jovencito no tiene la capacidad de poder discernir ni ser asertivo cuando se le ofrece alguna sustancia. El consumo de mariguana se incrementó más que nada en relación a los mitos que se manejan sobre su legalización y despenalización, y al muchacho se le vende la idea de que no hace daño, que es natural y que obviamente, si va a ser legal, se le quita la percepción de riesgo, lo que facilita que se involucren con mayor facilidad.

Además, estamos buscando trabajar en equipo con la Seduzac, Gobierno municipal, Gobierno el Estado y con todos los DIF en la entidad para generar un programa que sea uniforme, donde no se pueda diferir en cifras ni en estrategias de intervención, aseveró.

En Zacatecas, como a nivel República, dijo, incluso a nivel mundial, la droga que más se usa es la mariguana, y a nivel local le siguen la cocaína, algunos inhalables y algunas metanfetaminas y anfetaminas. Desafortunadamente, advirtió, el grupo más fuerte de consumo está entre los 10 y 18 años de edad, constituyendo cerca de 70%.

Agregó que este año la persona con menor edad que ha manifestado un problema de drogas tiene 12 años de edad, el cual es poliusuario, es decir, consume mariguana, alcohol, tabaco y ha tenido acercamientos con los inhalables, lo que complica el tratamiento y causa mayor daño en menor tiempo.

El principal objetivo es prevenir, y a partir de ahí, si se detecta la presencia de alguna sustancia, la persona ya entra a un grupo de tratamiento que es en consulta externa, donde se hace un diagnóstico en base al trabajo de un grupo de especialistas en psicología, medicina y trabajo social para establecer cuál es la modalidad adecuada para el paciente.

Finalmente, señaló que es básico que la familia se incorpore a la terapia para poder obtener mejoras, ya que cerca de 80% de los usuarios de drogas provienen de familias disfuncionales, aun cuando sean integradas, pues hay agresiones y conflictos, lo que facilita que el jovencito se refugie en grupo de pares para sentirse seguro. Sin embargo, estos grupos suelen tener rituales como el de consumir mariguana para conseguir permanencia. Si la familia es funcional se reduce el riesgo, concluyó.