Sectarismo insalvable

Agenda Política

Gabriel Contreras Velázquez

CepilloZacatecas, Zac.- ¿Qué implicaría para Morena Zacatecas elegir una candidatura alternativa a la del senador David Monreal, hasta ahora ubicada en ese partido?

En vísperas de los procesos de renovación de la dirigencia estatal de Morena Zacatecas, el diputado José Luis Figueroa se mostró muy dispuesto y transparente a generar las condiciones para lograr el escenario que surge de aquella pregunta.

Afirmaba a inicios de mes, entre otras cosas, que la “fuerza que pretendía secuestrar a Morena no tuvo la capacidad política de consensar en las asambleas”, que “los ‘grupismos’ no se permiten estatutariamente en Morena”, que “bajo ninguna circunstancia [López Obrador] puede estar de lado de los grupos políticos, ni acreditarlos”, que el “D16 [grupo ciudadano creado para generar porselitismo para la candidatura de David Monreal] tiene que regular su participación [en el partido] bajo la norma estatutaria”, y que no sucedería, como ocurrió en tiempos de la dirigencia de Luis Medina, que una expresión política como el D16 cayera en “la irresponsabilidad de sus nombramientos”.

Pese a las diversas contradicciones que ahí se muestran (empezando por aquello de que estatutariamente el partido no puede ser cooptado por “grupos”, pero de facto inmerso en la fuerza electoral magisterial, dos familias de tradición política, académicos universitarios, y los ex perredistas cercanos a esas mismas cúpulas) sus declaraciones auguraban el desplazamiento de las estructuras monrealistas en el relevo de la dirigencia local, días después.

Pues bien, una vez transformada la estructura del partido, proceso que culminó este fin de semana con la toma de posesión de Fernando Arteaga en la Presidencia, y Gilberto del Real en la Secretaría, la pregunta sobre la candidatura de David Monreal comienza a tomar total pertinencia.

Las respuestas ya han comenzado a tomar forma. Arteaga aseguró ayer para la casa editorial de La Jornada Zacatecas que no hay vías cerradas. Por el contrario, los “caminos posibles” darían una probable nueva configuración al escenario de candidaturas que abanderarán rumbo al 2016. Posible, en cuanto la operación del grupo/familia Monreal hacia el asalto de las estructuras partidistas fue descuidada y negligente, y los dejó, virtualmente, no fuera pero sí lejos de la esfera de toma de decisiones de la institución de “la esperanza de México”.

Después de este tropiezo los Monreal lo único que muestran es flaqueza y exceso de confianza. Aún así pululan voces que aseguran un buen entendimiento entre Ricardo Monreal y Luis Figueroa. Cabe preguntas entonces: si había dicho entendimiento ¿por qué el ahora (altamente cuestionado) delegado de la Cuauhtémoc dejaría en manos del magisterio la estructura que debería de pertenecerle a su grupo/familia/partido (sin partido)?

¿Por qué dejar lejos de la repartición de candidaturas a cargos de elección popular a los suyos? O de plano los del Magisterio Democrático en Zacatecas se llevan de piquete de ombligo con los Monreal (elemento que contrasta con la realidad política presente), o el acuerdo al que llegaron los de la disidencia con el delegado se traduce en términos monetarios.

Parece también difícil que ahí debería de haberse resuelto. En tanto pesos y centavos (mero engañabobos) el presupuesto de la delegación Cuauhtémoc está sujeto a las determinaciones de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. La mayor parte de las finanzas de la demarcación se diluye en nómina, otra parte en recursos etiquetados, y una mínima en contratos que deben de ser avalados por el Legislativo capitalino (medio en manos de Morena), con dinero que debe de liberar el Gobierno del Distrito Federal (en manos de Miguel Ángel Mancera).

No hay más argumentos (ni los mínimos, sólo un rumor) de quienes soportan esta historia del acuerdo del magisterio con Monreal, y para como pinta el escenario, lo que sí tiene más coherencia es la información de algunas fuentes quienes aseguran que el senador David ha llamado a ciertos personajes políticos para sopesar la cantaleta (no idea) de “la gran coalición”.

Es así que en Morena lo que da sentido actual a la correlación de fuerzas es un latente sectarismo en donde se intenta convencer que la agenda del magisterio no absorberá a la agenda “ciudadana” del partido; que los grupos políticos estatutariamente no existirán pero las corrientes no podrán evitarse, por lo que deben de aprender a vivir en la tolerancia y el diálogo (Gilberto del Real dixit); y que el monrealismo no era esa fuerza que iba a invadir al partido, pero que la candidatura de David no por ello debería de quedar descartada (Luis Medina dixit).

La guía moral ni cuestionarla por ahora. Aseguran que López Obrador es una figura envidiable para otros partidos, ya que otras instituciones no pueden “magnificar” a sus caudillos.

Veamos qué tienen que decir de la decisión del tabasqueño de extender sus giras por “municipios” en tierras francesas, con dinero del partido. Por lo menos la austeridad ya la fusiló.

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