¿Tello dará el paso?

Por: Gabriel Contreras Velázquez

TelloZacatecas, Zac.-Con los tiempos cuatrapeados el Revolucionario Institucional en Zacatecas inicia la simulación de la elección de candidatos rumbo al 5 de Junio. El Comité Directivo Estatal comunicó la semana pasada que el supuesto “Proceso Interno” debiera iniciar el 28 de Diciembre para concluir el 22 de Enero.

La ficción resalta al contrastar sus fechas con el Calendario Integral del Proceso Electoral 2015-2016 que pone a su disposición la autoridad electoral local en si sitio web. Una fecha da al traste con toda esta pantomima. Anote usted bien: 2 de Enero. Ese día se cumple el plazo límite para el presentar la solicitud de registro de Convenio de Coalición ante el órgano público local.

Esto significa que en tan sólo 6 días (los que comprenden del 28 de Diciembre al 2 de Enero) el Revolucionario Institucional debe resolver las 77 candidaturas -58 municipales, 18 distritales y la de gobernador- que participarán a partir del mismo 2 de Enero, tiempo en que iniciarán las pre-campañas en Zacatecas.

Y no sólo deberá de elegir de entre sus filas a igual cantidad de mujeres y hombres para puestos de elección popular, también está obligado a presentar las condiciones en que se realizará la Coalición –total, parcial o flexible- y los partidos que se suscribirán en la misma. Un periodo drástico, limitado y abrupto si tomamos en cuenta el entorpecido trabajo de convencimiento que los operadores de gobierno –ergo, priistas- han desarrollado para llevar a puerto confiable el nuevo empréstito para Gobierno del Estado, en la Legislatura.

En paralelo, el Comité Ejecutivo Nacional puso en marcha ejercicios demoscópicos “para consumo interno” donde conocerán –si es que esa es la finalidad- el posicionamiento de sus aspirantes en el ánimo ciudadano. Por el momento la información no ha fluido. Se adelantó al interior del partido que los resultados no serían del conocimiento público, con lo que dibujan una segunda simulación.

¿Es en realidad la encuesta una herramienta para medir las posibilidades, positivos y negativos de los contendientes rumbo a la selección del pre candidato, o tan sólo es un pretexto, aval y soporte que legitime la aspiración de uno de los cuatro participantes en el tricolor?

Recordemos que sólo uno de los cuatro aspirantes ha encontrado las ocasiones para entrevistarse y tomar la palabra con el Presidente de la República –a la sazón, elector único del candidato-, el senador Alejandro Tello. Lo que sí sabemos es que es el aspirante mejor posicionado en el ánimo del gobernador. No así de algunos integrantes de su gabinete. Desde ahí, la cosa tambalea.

Grave aún más cuando el equipo electoral del gobernador (Chema González, Artemio Ultreras, Jorge Luis Rincón, Otilio Rivera y Miguel Rivera) ha declarado una escisión sin precedentes en un partido en el que no terminaron de cuajar. Sin disciplina ni recato, abrieron sus cartas en contra del senador Tello, por aquello de que como aspirante ha asegurado que “las mismas caras saldrían muy caras”.

Los aludidos se pusieron el saco, se dieron a conocer pronto y empujaron en contra de su anterior producto electoral, y hoy jefe, Miguel Alonso. Carlos Peña, presidente municipal que vive en la opacidad del dispendio en comunicación social, con apoyo incomparable en infraestructura durante este sexenio, y aspirante al que los funcionarios que hoy rompen con Miguel han elegido, lo llevan al paredón: rival del que lleva ventaja por recogimiento del Ejecutivo Federal, representaría a “las mismas caras” (ellos mismos se sintieron señalados), en un partido que no es del todo suyo –sino de su gobernador, y no siempre.

Los tiempos políticos para el senador Tello se acercan a pasos agigantados. Su primera prueba está a la vuelta de la esquina. Tal vez no quiera presentarse como un político, o como un político de los de siempre, sin embargo tiene que hacer política. En su capacidad de leer la correlación de fuerzas en la que se encuentra inmerso, la opinión pública y publicada medirá al mismo tiempo su aptitud como candidato a gobernador.

¿Está resuelto a dejar fuera de su candidatura al equipo electoral del gobernador una vez hecha pública su afrenta? ¿A quién piensa invitar en su lugar? ¿Cómo mantendrá una línea de autonomía frente a la figura de Miguel Alonso Reyes, cuando el senador ha afirmado públicamente lo que en este sexenio no se puede ocultar: corrupción, nepotismo, falta de talento y oficio político?

El distanciamiento con el sexenio de su amigo fraterno es inminente. Requisito indispensable para aprobar sus aspiraciones, también. La Presidencia de la República opera las candidaturas en esos márgenes: dejar de contaminar al candidato con los negativos de quien está por deponer el cargo. ¿Tello se está preparando para dar un paso adelante de su amigo incondicional?

Si la Coalición PRI-PVEM-PANAL le favorece, ¿está listo para hacer lo que en veces repudia: política? Le urge.

 

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