Periodistas en México entre la violencia y la censura

  • 4 de enero Día de la Actividad Periodística en México
  • Un ataque cada 26 horas, ocurren en mujeres 6 % de agresiones

Por Sara Lovera

PeriodistasSemMéxico. Cd. de México.- América Maribel Alva Larrazolo, conductora de televisión local en Chihuahua, fue ejecutada el lunes 18 de diciembre de 2015 afuera de su domicilio, ubicado en la colonia INFONAVIT Oasis, en Ciudad Juárez. Tenía 27 años. Iba con su hijo menor, de apenas siete años.

Zoila Edith Márquez desapareció en Zacatecas el 7 de diciembre de 2013. No se sabe qué sucedió y sigue desaparecida.

El viernes 20 de noviembre de 2015 fue allanado el domicilio de la periodista Gloria Muñoz Ramírez, directora del sitio web de noticias DesInformémonos, colaboradora del diario La Jornada y coeditora del suplemento Ojarasca.

La periodista Anabel Hernández hizo público que el 4 de noviembre su domicilio fue allanado por tres hombres y una mujer. El grupo agresor fue videograbado por las cámaras de seguridad.

Las motivaciones son de lo más disímbolo. Se ataca a periodistas por contar lo que sucede o por reportar las demandas de la ciudadanía. Desde la oposición a un aumento de precios o la denuncia de corrupción o de la mala conducta de políticos de baja importancia.

Por ejemplo, Pedro Canché, de Quintana Roo, pasó 271 días en la cárcel por publicar las fotografías de una manifestación que se oponía al aumento de las tarifas de agua. Eso fue el 30 de agosto de 2014 y salió de la cárcel el 30 de mayo de 2015.

Aunque hay casos emblemáticos, como los señalamientos o amenazas a periodistas muy conocidas como Carmen Aristegui, atribuidos a sus informaciones sobre el presidente de la República, las 656 agresiones contabilizadas hasta mediados de 2015, ocurren a periodistas sin protección o altamente vulnerables por los poblados donde viven o por trabajar en empresas sin valor. Ellos y ellas las más lastimadas e invisibles.

Una lectura del monitoreo de la Casa de los Derechos de Periodistas habla de 94 por ciento de agresiones a hombres y seis por ciento a mujeres. El extremo ha sido el asesinato de Regina Martínez por su defensa a indígenas, campesinos pobres y la denuncia sistemática de caciques locales, protegidos por un sistema enmarañado de intereses regionales.

El análisis

Lorena Gómez Puertas, de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, España, hace un extenso análisis de la condición del ejercicio periodístico en México, de varios años hasta mayo de 2015 y sostiene que su investigación deja en claro que las agresiones a periodistas vienen de autoridades y policías, en pequeñas localidades y al arbitro de cacicazgos locales.

Autora de una tesina denominada “Entre la Violencia y la Censura”, sin mencionar más allá de un caso emblemático o de periodistas muy visibles, sostiene que el problema más grave es la impunidad, dado que el 89 por ciento de las denuncias quedan impunes.

Relaciona la fragilidad de la tarea reporteril con un sistema que prohijó una relación de dependencia entre la prensa local, nacional, sencilla o poderosa, con todos los ámbitos de poder; construida a partir de la Revolución Mexicana y hecha fango en tiempos recientes de ingobernabilidad y la guerra contra el crimen desatada por el gobierno de Felipe Calderón.

Pero documenta cómo los conflictos locales dejan en el desamparo a las y los periodistas.

El día sábado 21 de noviembre , fueron agredidos en la ciudad de Xalapa, la fotoperiodista Carol Sánchez y el fotoperiodista Raziel Roldán, a quiénes les averiaron el equipo fotográfico. El día domingo 22, a la fotoperiodista Melissa Díaz, un grupo de policías le quitaron su teléfono celular cuando fotografiaba las agresiones de policías contra maestros, el teléfono fue destruido y se negaron a entregárselo.

Este es un ejemplo, como los de la tesista de Cataluña, expuesto por la Casa de Periodistas el pasado 10 de diciembre en que se recordó a las y los periodistas agredidos en el año con motivo del aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos y dentro de la campaña de 16 días de lucha para erradicar la violencia contra las mujeres.

Los datos

En México según muy diversas fuentes se agrede cada 26 horas a un o una periodistas: tenemos el sexto lugar en asesinatos o en todo el mundo; el primero en América Latina; en el ranking mundial ocupamos el numero 148 de 180 lugares; según la organización Freedom House tenemos el peor lugar de los últimos 10 años y entre 2000 y 2014 hubo 82 periodistas asesinados, de ellos 14 mujeres.

Se reportan 328 agresiones por año en los últimos tres, mientras que antes, dice Lorena Gómez Puertas, eran 182 por año, lo que significa un aumento de 80 por ciento.

El Comité de Protección a Periodistas (CPJ) señala que el 90 por ciento de las denuncias se quedan en la impunidad; la Comisión Nacional de los Derechos Humanos coincide.

Freedom House sostiene que el 56 por ciento de las agresiones vienen de servidores públicos.

Ello ha generado zonas de silencio y periodistas que prefieren no tocar temas delicados, locales ni de parientes de políticos o presidentes municipales: especialmente en Tamaulipas, Chihuahua, Coahuila y Veracruz, identificados como los estados de la República donde ser periodista es muy riesgoso, tanto como que está en peligro sistemáticamente la integridad personal.

El 4 de enero es considerado el Día del Periodista en México.

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