La nueva tuiter-procuradora

Por: Gabriel Contreras Velázquez

Balas Colinas del padre.1Zacatecas, Zac.-Su incursión en la procuración de justicia estatal ha resultado un arduo desafío. El de mayores dimensiones por la dinámica que envuelve actualmente el contexto político y social del país, y la entidad (corrupción-impunidad, y violencia en distintos niveles y de distintos tipos). Ella misma reconoce la complejidad de la tarea en sus manos.

Pero su sagacidad y decisión -valores que le reconozco- así como el compromiso y cercanía con el mandatario estatal, la pusieron en la ruta hacia una de las oficinas de mayor auscultación pública. Es obvio que no se necesita contar con doctorado para conocer, opinar y relatar experiencias con respecto del clima de inseguridad que priva en los 58 municipios del estado.

Contrario al monopolio que logró consolidar en materia electoral, donde su expertise le permitía erigirse como un referente local del tema en la agenda pública, ahora se encuentra rodeada de cuestionamientos precisos, certeros, incómodos.

Y es ahí donde Leticia Soto sigue otorgando terreno a su némesis: el afán de protagonismo, forrado de una piel muy sensible.

El pasado 13 de Enero, a partir de las 21:30 horas aproximadamente, en la zona habitacional de “Colinas del Padre” -a no más de 10 o 15 minutos de distancia del centro de la ciudad- distintos vecinos comenzamos a atestiguar movimientos irregulares de automóviles con vidrios polarizados, recorriendo las calles del conjunto habitacional.

Varios residentes alcanzaron a reconocer dos vehículos: una camioneta negra sin placas y un auto blanco con rótulos en los costados (se lee claramente “CG”). Circulaban con cautela en los derredores, como reconociendo y buscando algo.

Minutos más tarde detonaciones de arma son percibidas por varios habitantes de la demarcación. Se desata el raudal de llamadas y mensajes de texto. El pánico crece entre la población que ahí domicilia. La población advierte ahora sonidos de autos a toda velocidad, y más detonaciones de armas.

En punto de las 23 horas con 8 minutos la procuradora lanza el primer mensaje oficial desde su cuenta en Twitter: “Las corporaciones policiacas atendieron evento sucedido en Colinas del Padre, la ciudad está en calma, cualquier otra información es falsa.”

Diez minutos más tarde reporta: “21:56 horas se atendió reporte de homicidio en colinas del Padre, se trató de agresión directa a una persona. No se reporta algún otro hecho”.

Inusual en la convencionalidad de su comunicación institucional, y por segunda ocasión en lo que va de su nombramiento como Procuradora Estatal (el pasado 4 de marzo), Leticia Soto utiliza Twitter para dar inmediatos detalles de un hecho violento, antes que un boletín oficial o una conferencia de prensa.

Mínimos antecedentes tienen correlato con su atípica comunicación vía Twitter. Por ejemplo, el 22 de mayo en punto de las 22:15 horas redacta: “Operativo conjunto, Policía Ministerial y Policia Federal en Fresnillo localizó sujeto alias El Sprite, disparó a elementos y cayó abatido.” Así, sin contexto ni referencias. El mensaje es síntesis de una entrevista con medios aquél día.

Más allá su perfil en redes no difunde otra cosa que no sea propaganda (que no comunicación) institucional: notas de conferencias, eventos con otras autoridades, eventos con personal de la Procuraduría, boletines, notas de seguridad, notas del gobernador, etc.

Su comunicación aquella noche resulta insólita. ¿Qué la hizo escribir entonces que no la hizo escribir con tanta urgencia en ocasiones anteriores? Puedo pensar que hubo presión de la ciudadanía que utiliza esos vasos comunicantes para exigir respuestas sobre la serie de hechos violentos esa noche.

Pero tampoco descarto que el mismo día de su desacostumbrada aparición en Twitter, dentro del Revolucionario Institucional brotara el río revuelto de precandidaturas. Por distintos medios son conocidos sus obcecados intentos por conseguir un lugar en la próxima Legislatura.

¿Afán protagónico? Existe apenas una delgada línea entre ambas hipótesis, marcada por los tiempos de efervescencia electoral. Su conducta política reafirmará próximamente alguna de las dos.

Empero, no soslayemos el contenido de su mensaje. Buena dosis de autoritarismo y confusión asoma en sus redacciones electrónicas.

¿Por qué precipitarse a declarar la falsedad de un suceso que aún no termina de investigar, y que por ahora sólo forma parte de una línea de averiguación? En un tuit deja atrás la pertinencia de su investidura.

Más grave aún, descalifica la información que la sociedad transmite desde sus redes sociales cuando ella sólo fue testigo presencial de la escena del crimen, más no del hecho histórico.

¿Desacreditamos y desautorizamos a la sociedad su novedoso privilegio de informarse e informar vía internet, procuradora? ¿Entiende que las redes sociales no son sólo un puñado de datos “falsos” en espera de la “versión oficial”, sino nuevas tecnologías de comunicación de las sociedades democráticas? Son preguntas que se abren ante el gesto de censura de quien tiene por objeto investigar antes que juzgar.

Resulta preocupante que con esas cartas credenciales haya solicitado a la Federación la posibilidad de intervenir teléfonos celulares y cuentas de redes sociales “de forma extraordinaria”.

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