Zacatecas, Zac.-El obispo diocesano de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, señaló respecto a la celebración de la tradicional Procesión del Silencia en la capital del estado, que el pueblo cristiano tiene su gran creatividad y una gran sensibilidad que viene de la Fe. Como el Viernes Santo no hay celebración de la Eucaristía, ya que todo se centra en la pasión y muerte de Jesús, la gente medita en la mañana sobre el Viacrucis.
Agregó el prelado que por la tarde se continúa con la meditación de la muerte de Jesucristo, mientras que en la noche, constituyéndose en la razón de ser de la Procesión del Silencio, es como cuando una regresa de un panteón, que viene en silencio, meditando en lo que ha pasado y en el significado de la muerte.
“Es un acto piadoso muy importante, que ha pegado muchísimo en el sentimiento de la feligresía, dijo, y es ya una tradición que está haciendo mella entre el pueblo”, añadió, de manera que invitó a todos a tomar parte en alguna de las celebraciones de la Semana Santa.
Cabe destacar, explicó Noriega Barceló, que cada vez hay más gente en la procesión. Impresionan las imágenes porque es una historia de hechos históricos en la humanidad, y son diferentes formas de expresar el duelo de Virgen María.
Por otro lado, dijo que la cuestión de la salud puede ser un problema, de manera que se ha solicitado por parte de la Secretaría de Salud de Zacatecas (SSZ) que se tomen las medidas precautorias ante un posible brote de influenza, de forma que se evita dar el saludo de la paz y el dar la comunión en la mano. Esto ayuda a ser responsables socialmente, cosa que tiene que poner el ejemplo un cristiano.
Sobre el comunicado que emitió el propio obispo de Zacatecas para hacer referencia al daño estructural que se ocasionaba a la Catedral Basílica por la contaminación auditiva, así como la suspensión de actos litúrgicos en el recinto por las tardes, motivado por los eventos del Festival Cultural, expuso el guía espiritual de los católicos que no se trata de ir en contra del festival en sí, sino con los eventos de Plaza de Armas, ya que se suben los decibeles y afectan al edificio.
Ya son 30 años que se realiza el evento y cada vez es más la gente que participa, lo que ha venido dañando el emblemático centro litúrgico.
Sostuvo que se tomó la decisión consultando a diversos consejos, sobre todo de las parroquias de la zona centro de la capital, y se llegó a determinar la suspensión de los actos litúrgicos por las tardes en la Catedral, dijo.
La primera razón es que “es imposible celebrar por la gran cantidad de ruido, además de que eventos masivos como los que se realizan en Plaza de Armas exigen filtros de seguridad, pero no todo mundo va a ese sitio, sino que va a Catedral, y se le ha impedido el paso, incluso a los mismos sacerdotes, lo cual es muy grave, pues es como si te cerraran tu propia casa y no pudieras entrar”.
Al respecto, agregó, se han sostenido pláticas con Gobierno del Estado, pero en esta ocasión no hubo la consulta en su tiempo, pues ya supimos cuando estaban todos los eventos programados.
Informó que el sábado pasado por la mañana se entrevistó con el gobernador del estado, Miguel Alonso Reyes, quien le expresó su pena por los inconvenientes. Se le dijo que nada se tiene en contra de él o el festival, pero no podría haber celebraciones en esas condiciones.
Así las cosas, se comenzaron a hacer modificaciones para que durante las celebraciones, que se siguieron realizando, se suspendieran las actividades en Plaza de Armas. Mientras haya celebraciones no habrá ruidos, y la última misa será a las 12:30 horas. Ojalá que siga habiendo diálogo y entendimiento para futuras realizaciones culturales, ya que no tiene por qué haber perdedores en esta situación.
“No nos oponemos al festival o a que haya eventos en Plaza de Armas, pero sí sugerimos que haya una normatividad para que en los eventos no se pase de cierta cantidad de decibeles. La gente que participa valorará qué es más importante, las celebración litúrgica o los eventos culturales”, concluyó.
