El PRI no “marcha bien”

Por: Gabriel Contreras Velázquez

RECUENTO-DE-VOTOSZacatecas, Zac.-Se respira incertidumbre al interior del Revolucionario Institucional en Zacatecas. Además de sufrir una importante sequía de recursos patrocinada por el gobernador Miguel Alonso -según lamentan en distintos e importantes frentes del tricolor- las señales de una campaña que no alcanza a levantar vuelo por encima del voto de inconformidad (ese que puede dejarlos sin triunfo) son inconfundibles para quienes realizan el cotidiano trabajo de campo.

El rechazo de la gente hacia la militancia del partido en el gobierno –candidatos incluidos- es la bienvenida más común en distintas colonias y comunidades del estado. Fresnillo, Guadalupe, Zacatecas y Jerez son los espacios donde más se ha sentido el repudio hacia los resultados de sus gobiernos, y más aún, hacia la figura del ejecutivo estatal.

Este pulso de inquietud entre los candidatos –se quejan incluso de que el partido no distribuye el recurso necesario siquiera para pagar gasolina o tiempo aire de celulares- va aparejado del sentimiento de distanciamiento con la presidencia del partido cuando Adolfo Bonilla acomodó espacios de candidaturas en formas de pago de compromisos con su flaca estructura estatal. El voto duro no se siente del todo incluido o representado. Mucho menos en condiciones económicas de impulsar una campaña como la de hace 6 años.

Apenas tres candidaturas son las que no sienten esta situación de emergencia. Sus nombres no son coincidencia. Carlos Peña Badillo, Lucía Alonso Reyes y Judit Guerrero tienen cobertura suficiente en medios y gastos solventados para los 60 días de proselitismo.

En el caso del presidente municipal con licencia, las denuncias de repartición de beneficios del Ayuntamiento de Zacatecas (vales de gasolina, publicidad, etc.) para la militancia y acarreados ya corren entre las redes sociales. En semejante situación realiza proselitismo la presidenta estatal del SEDIF en Zacatecas. Despensas, cobijas, gasolina y otros apoyos sociales del “guardadito” que amasó al frente de dicha dependencia despiertan la envidia de otros candidatos de su mismo partido que sostienen la campaña con el bolsillo propio.

Para Judit Guerrero el problema va en otro sentido: tener que conformarse con la candidatura a presidenta municipal cuando el acuerdo que sostuvo previo a su registro era encaminarse hacia una curul estatal. Dentro y fuera del partido, con sus cercanos y conocidos, el descontento es tal que asegura una y otra vez que de ganar su gestión seguramente se dedicará “a tapar todo el desmadre que dejó” quien ahora hace campaña a su lado, la joya política del gobernador: Carlos Peña.

El muchacho preferido, quien durante el sexenio fue el político que más recibió recursos estatales y cobertura mediática -patrocinados por la oficina del gobernador- para “acrecentar” su joven carrera política ahora no duda en inyectar todo el presupuesto a su alcance para evitar repetir el escenario de hace tres años, cuando a un par de semanas de la jornada electoral y con 9 puntos debajo de Xerardo Ramírez el aparato estatal tuvo que abrir las puertas de la presa financiera para salvar su triunfo.

Igualmente, quien hace unas semanas ocupara una vacante en el Tribunal Superior de Justicia del Estado, recuerda muy bien aquella anécdota y los raudales de dinero que tuvieron que fluir para evitar la probable catástrofe del elegido y pulcro ex recadero.

Al compás, la actual procuradora estatal también guarda memoria concreta sobre la operación en distintos municipios donde el partido en el gobierno ganaría con una apretada diferencia de votos. Fresnillo y Sombrerete dejaron sendas intrigas de boletas que sospechosamente aparecían y desaparecían a favor o en contra de tal o cual candidato.

Pese al desolador escenario, Alejandro Tello (quien también reporta arcas deshidratadas) opera en lo posible para recoger todavía algunos votos que pudo haber aglutinado en una estructura paralela a la de su partido. Cuando tuvo oportunidad vaciló. Escogió a un operador apenas visible y capaz para concretar la tarea. Sin resultados sondables insistió en la misma ecuación. Ya sin un horizonte de resultados positivos, ahora entiende la inigualable oportunidad que soslayó.

Sin embargo, el candidato también sabe replantear escenarios. Tarde pero lo hace. Por ejemplo, ya evita confundir su percepción privada de seguridad –dejó de declarar sentirse muy seguro y confiado en el territorio estatal- con los fenómenos latentes de inseguridad en todos los municipios del estado. Tal vez sólo necesitaba hojear algunas encuestas para replantear su posición.

Pero donde ahora se le hace tarde es en reconocer que no puede seguir con una campaña que parta de la premisa donde Miguel Alonso lega un sexenio de inmejorables resultados financieros, políticos y sociales. Los negativos del gobernador son apenas menores que los del presidente Peña Nieto.

Probablemente no le han explicado suficientemente la dinámica del voto de castigo. O probablemente tenga miedo de criticar a su “compañero incondicional” porque entonces sí se queda definitivamente sin recursos para la campaña.

¡Vaya amiguito!

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