El que con leche se quema, hasta al jocoque le sopla

Por: Angulo Silva / MIRADOR

Foto cortesía Guillermo Moreno

Foto cortesía Guillermo Moreno

Zacatecas, Zac.-Nos dice la bien llamada Sabiduría Popular, en uno de sus muchos refranes populares, que “el que con leche se quema, hasta al jocoque le sopla”, y nada más cierto en cuestión de política. Lo que va de la semana, la nota la han dado, por un lado, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y por otro Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), quienes han hecho una serie de acusaciones y reproches sobre la entrega de despensas con productos no perecederos con el fin de granjearse el voto del ciudadano.

En una primera instancia, anunció Saúl Monreal el martes por la mañana que unas horas antes se había sorprendido a presuntos operadores del PRI descargando un tráiler con cerca de 20 mil despensas, esto, en la colonia Ejidal de Guadalupe. Al parecer, el domicilio donde se realizaban dichas faenas pertenece al candidato del tricolor y anterior secretario de Administración del actual gobierno, Le Roy barragán.

Ese mismo martes, poco rato después, el abanderado a la gubernatura de la entidad por el PRI, Alejandro Tello Cristerna, se deslindó de la desleal práctica señalando que “quien acusa tiene la obligación de probar”, de manera que dejó en manos de Morena la carga de la prueba. Sin embargo, dejó en claro que ni él ni su partido realizaban ese tipo de prácticas con fines electorales.

Otro tanto vale decir sobre el hecho de que mandos medios y titulares han venido realizando presión sobre los empleados de Gobierno del Estado para que se dejen seducir por operadores del PRI y que emitan su voto en favor de Tello y el resto de abanderados de Zacatecas Primero. Incluso, dijo Saúl Monreal, coordinador de campaña de David, que se tenían cerca de 50 casos que se estaban documentando.

En su oportunidad, Adolfo Bonilla, dirigente estatal del tricolor, sostuvo que se tenían copias del formato bajo el cual se registraba a ciudadanos para que, en caso de llegar al poder, representantes de Morena estarían entregando en meses posteriores cierta cantidad de dinero, por los cinco años que ha de durar el periodo administrativo del nuevo Ejecutivo.

El más reciente hecho es que este miércoles, militantes de Morena “descubrieron” una bodega en la que se encontró otro cargamento de despensas supuestamente manejado por priístas, y circula un video en redes sociales del momento en que fueron sorprendidos quienes cargaban una camioneta de redilas para seguir, dicen los morenistas, el reparto en colonias de El Mineral.

Así pues, acusaciones van y vienen, pero, sin dejar de dar el beneficio de la duda a ambos institutos políticos, es necesario resaltar que ambos, como el resto de los contendientes, se encuentran envueltos por el velo embriagador de las pasiones políticas. Es un fuego que quema, corroe y corrompe hasta al más, y todo por un hueso político que se busca “en aras de ayudar a la sociedad”, trillada frase que se convierte, como siempre, en sólo promesas de campaña, en compromisos incumplidos.

De ahí, por ejemplo, el desapego de los jóvenes por cuestiones sociales y políticas.

Dejamos para la reflexión, y a consideración de los amables lectores, un par de preguntas: ¿Quién de los dos dice la verdad? Y ¿Quién, al final de cuentas se beneficie de que el río esté revuelto, en esta recta final de las campañas? Ciertamente no es la ciudadanía, la que ha perdido la confianza en todos los actores políticos. La gente le sopla a jocoque, porque no se quiere quemar; podrá recibir cualquier cosa, pero tiene la libertad de emitir su voto por quien le parezca mejor, y será la autoridad en la materia quien, luego de las averiguaciones, determine quién merece recibir el peso de la ley en sus espaldas.

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