La Comunicación del Continuismo

Por: Gabriel Contreras Velázquez

Zacatecas, Zac.-El retorno de Alejandro Tello a la escena pública ha resultado más costoso para el gobernador electo que el haber permanecido en la ausencia mediática en que se encontraba anteriormente.

En el transcurso de apenas una semana ha mermado el proceso de construcción de una identidad propia como virtual gobernador y ha regalado un periodo de gracia a la vida del sexenio de Miguel Alonso.

En cuestión de días derrumbó su propia narrativa. La necesidad de replantear cambios desapareció del panorama y se instauró en la lógica de legitimar todo cuanto su antecesor haya puesto en marcha. Así, sin diagnóstico alguno, Tello retomará la batuta de Alonso en una suerte de prolongación del gobierno actual.

Aquella propuesta prioritaria de replantear la estrategia de seguridad para el estado quedó atrás, incluso después de haberla confirmado en una entrevista al diario de circulación nacional La Jornada un par de días después de la elección (“Prioridad, replantear la estrategia de seguridad en el estado, afirma Tello.” La Jornada, 7 de Junio de 2016), premisa que luego reafirmaría en una conferencia de prensa en Zacatecas el pasado 29 de Junio (“Anuncia Tello Cristerna cambios en seguridad.” El Diario NTR, 29 de Junio de 2016).

En total contradicción con su evaluación del tema de seguridad en aquellas fechas, un boletín de Comunicación Social de Gobierno del Estado la semana pasada oficializó un acuerdo entre Miguel Alonso y Tello para “mantener y reforzar” la actual estrategia alonsista.

En un incuestionable simbolismo de homologación de proyectos el gobernador electo además compartió la mesa de trabajo de su amigo, reforzando la idea de que no hay precisamente un cambio de gobierno, sino una elongación del sexenio presente.

Aquella reunión debió haberse realizado dentro de un proceso de entrega-recepción con una agenda debidamente establecida, con un nuevo gabinete ya en funciones, y con una tónica de retroalimentación en los resultados que habrá de recibir la nueva administración.

Para colmo del virtual mandatario, un día antes la población de la zona conurbada Zacatecas-Guadalupe nuevamente presenció una concatenación de eventos de violencia tan evidentes que la autoridad no tuvo más remedio que optar por el silencio.

Cualquier declaración a contrasentido sería –tarde pero ya aprendieron algunos altos funcionarios- un motivo de burla antes que una confirmación de la supuesta tranquilidad que el gobierno ha otorgado a la población, según el discurso de Alonso (ahora también de Alejandro).

Pero ahí no termina el tema de una parte de la propia identidad de gobierno que Tello ha perdido en poco tiempo, en primer lugar por no saber comunicar (ni el qué, ni el cómo), y en segundo por la buena voluntad de hacer política sin antes evaluar los costos de sus decisiones.

El lunes previo a reunirse con el gabinete de Seguridad presente, Tello aseguró al Consejo de Desarrollo Empresarial –gremio impulsado por su antecesor- que no habría presiones para elegir a los funcionarios de su gabinete. Por el contrario, se consultarían perfiles especializados para dar con los mejores candidatos.

Claro, no sin antes dar un espaldarazo al mismo gremio sin pedirles mayor transparencia en su agenda de actividades, reuniones y propuestas, ni una evaluación de los resultados hasta ahora obtenidos. No es presión, es continuismo.

Parece no tomar en cuenta que quienes ahí se congregan tan sólo son representantes de distintos sectores de la economía estatal, más no son los únicos empresarios en Zacatecas. Al menos una petición de apertura a nuevos actores podría refrescar al gremio, pero en cambio Tello prefirió calificar de gran acierto el cónclave de su amigo.

No satisfecho con ello, Tello luego se reunió el miércoles con el Comité Directivo Estatal de su partido para fortalecer aquella idea de Pedro de León Mojarro de que Zacatecas es el estado más priista del país, y por eso “entregó excelentes resultados al priismo nacional”.

Dejó a un lado todos los votos que acopió el Movimiento de Regeneración Nacional para sostenerse como segunda fuerza electoral. Cuarenta mil refrendos que perdió el PRI para fortalecer la base votante de López Obrador en el estado, misma que hubiera logrado derrotar al Revolucionario Institucional con dos sencillos elementos: candidatos mejor posicionados (menos negativos a sus espaldas) y con una coalición con otras fuerzas partidistas.

Por último, Alejandro cerró esa terrible semana mediática nuevamente de la mano de su amigo incondicional durante la inauguración de una nueva empresa automotriz en Zacatecas. Ahí aseguraron que el panorama es óptimo para el crecimiento del flujo de inversiones en lo local. Otra vez, el simbolismo de la entrega de la estafeta para continuar y consolidar lo logrado.

Pero, ¿y todo aquello de que Tello “se desmarca de” Miguel Alonso? (“Candidato del PRI se desmarca del gobernador de Zacatecas.” El Universal, 1 de Junio de 2016).

Sucede que tienen asesores de “copy-paste”.

Etiquetas

Noticias relacionadas

*

*

Top