Se mantiene México entre los países líderes en innovación

cyd-150816-portada-gZacatecas, Zac El Índice Mundial de Innovación  2016 (Global Innovación Index, GII), que clasifica los resultados de la innovación de las naciones y de economías de distintas regiones del mundo sobre la base de 82 indicadores, dio a conocer hoy en Ginebra, Suiza el reporte correspondiente a este año, en el que abarca el análisis de 128 países.

El informe muestra que México se mantiene como uno de los líderes de la región América Latina y el Caribe, en el lugar 61, aun cuando descendió cuatro posiciones con respecto al GII del 2015, cuando se ubicó en la posición 57.

Suiza, Suecia, Reino Unido, Estados Unidos, Finlandia, Singapur, Irlanda, Dinamarca, Holanda y Alemania son el top tende las naciones más innovadoras en el mundo. En esta ocasión China logró integrarse al grupo de los primeros 25 de la clasificación.

Según lo publicado este lunes por la Universidad Cornell, el INSEAD y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), en el Índice de 2016 se examinó la incidencia de las políticas orientadas a la innovación en el crecimiento económico y el desarrollo. 

Entre las conclusiones a las que llegó el estudio está la que establece que los países de ingresos elevados y los países en desarrollo tratan por igual de lograr el crecimiento impulsado por la innovación mediante distintas estrategias, sin embargo, algunos países están logrando mejorar su capacidad de innovación, pero otros siguen teniendo dificultades para ello.

América Latina y el Caribe

En la clasificación de este año, Chile se sitúa en el primer puesto entre todas las economías de la región de América Latina y el Caribe, en el lugar 44, gracias a los buenos resultados en los indicadores sobre instituciones, infraestructuras y desarrollo de las empresas; seguido de Costa Rica (45), México (61), Uruguay (62), Colombia (63) y Brasil (69).

En los últimos tres años México se ha mantenido en la parte media de ranking: en 2013 se situó en el lugar 63, en 2014 en el 66 y en 2015 en el lugar 57, mientras que Chile se ha conservado dentro de las cincuenta naciones más innovadoras, 2013-46, 2014-46 y 2015-42; en tanto Costa Rica ha ocupado las casillas 39,57 y 51 en los mismos años.

De acuerdo con este documento, América Latina es una región con potencial importante de innovación que no se aprovecha. Las clasificaciones de las economías locales en el Índice Mundial de Innovación no han mejorado de manera significativa en los últimos años en comparación con las de otras regiones, y actualmente no hay ningún país de la región que registre un desempeño superior a su Producto Interno Bruto (PIB).

En el informe se señala que es importante superar las dificultades políticas y económicas a corto plazo e intensificar el compromiso a largo plazo con la innovación, en un momento en que América Latina, y especialmente Brasil, han entrado en una zona de turbulencia económica. Una mayor cooperación regional en I+D (Investigación y Desarrollo) puede ayudar a la región en este proceso.

Innovación para crecer

Para que haya innovación, destaca el reporte,  es necesario invertir de manera constante.  Antes de la crisis de 2009, el gasto en investigación y desarrollo creció a un ritmo anual de aproximadamente 7%.  Los datos del Índice Mundial de Innovación 2016 indican que el I+D mundial creció sólo un 4% en 2014, como consecuencia de un menor crecimiento en las economías emergentes y de presupuestos más ajustados en la partida de I+D en las economías de ingresos altos, lo que sigue siendo motivo de preocupación.

“Invertir en innovación es fundamental para impulsar el crecimiento económico a largo plazo”, afirmó el director general de la OMPI, Francis Gurry. “En la coyuntura económica actual, la prioridad de todas las partes interesadas es encontrar nuevas fuentes de crecimiento y aprovechar las oportunidades que ofrece la innovación a nivel mundial”.

Otra de las conclusiones del informe, que este año llevó por lema “La innovación a escala mundial: para que todos ganen”, señala que a medida que se intensifica el flujo transfronterizo de conocimientos y de talento se amplían las posibilidades de compartir las ganancias obtenidas a partir de la innovación mundial.

Bruno Lanvin, director ejecutivo de Índices Mundiales en el INSEAD y coautor del informe, recalcó que “hay quien puede ver la globalización como una corriente que busca un ‘segundo aliento’.  Aun así, la contracción del comercio internacional y de los flujos de inversión, en términos relativos, otorga una importancia estratégica todavía mayor a las dos caras de la innovación: por una parte, hay más países emergentes que se están convirtiendo en innovadores de éxito y, por otra, hay un porcentaje creciente de ventajas derivadas de la innovación que tienen su origen en la cooperación transfronteriza”.

El Índice Mundial de Innovación de 2016 se calculó a partir del promedio de puntos de dos subíndices: en el subíndice de los recursos invertidos en innovación (que describen el ambiente propicio para la innovación) se evalúan elementos de la economía nacional que comprende cinco pilares: 1) instituciones, 2) capital humano e investigación, 3) infraestructura, 4) desarrollo de los mercados y 5) desarrollo empresarial; y el subíndice de los resultados de la innovación (el cual mide los logros reales en materia de innovación),  que a su vez se divide en dos pilares: 6) producción de conocimientos y tecnología y 7) producción creativa.

El índice de eficiencia de la innovación, calculado como la relación de los dos subíndices, examina cómo aprovechar las economías de sus entornos propicios para estimular los resultados de la innovación. 

El Índice es objeto de una auditoría estadística independiente a cargo del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea.  El informe completo puede descargarse en: www.globalinnovationindex.org.

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