Luego de que la semana pasada fueran tomadas de manera simbólica las instalaciones de la empresa canadiense Peñasquito GoldCorp, este lunes ejidatarios y transportistas paralizaron la planta extractora para exigir el cumplimiento de acuerdos contraídos con directivos de la compañía.

Entre las demandas de los inconformes se encuentra el hecho de que la minera busca la implementación de camiones con capacidad de 300 toneladas, en lugar de usar los transportes de 14 metros cúbicos que operan los transportistas. Además, denuncian daños a la ecología y falta de pagos por concepto de uso de las tierras ejidales.

De igual forma, acusan a la minera de haber agotado los mantos acuíferos de las comunidades aledañas y contratar gente que viene de otras entidades en lugar de dar preferencia a pobladores de la zona.

La toma de las instalaciones se dio desde la madrugada de este lunes, y los demandantes se encuentran apoyados por organismos como el FPLZ, cuyo dirigente, Felipe Pinedo, aseguró que esperan tener una mesa de diálogo con directivos de la corporación.

Por su parte, la compañía, en un comunicado de prensa, señaló que se encuentra abierta al diálogo, pero expuso que rechaza todas las medidas de presión que se puedan ejercitar para forzar a la parte patronal.