Zacatecas, Zac.- Cuando llegó al Zigzag, Centro Interactivo de Ciencias, la expectativa de Sarahí Martínez Zárate era pasar una mañana divertida. Cuando salió, una reflexión se había fijado en su mente: «Si no cuidamos el planeta, ya no tenemos otro para vivir».

Sarahí formó parte de un grupo de estudiantes del Centro de Bachillerato Tecnológico, Industrial y de Servicios número 1 del municipio de Fresnillo, que visitaron el centro con motivo de la 23 Semana Nacional de Ciencia y Tecnología, cuyo lema fue Cambio climático: piensa globalmente, actúa localmente.

De ahí que los talleres impartidos tuvieran el objetivo de crear conciencia sobre la importancia de cuidar los recursos naturales, por lo que se abordaron temáticas que tienen que ver con el cuidado del agua, uso eficiente de la energía eléctrica, reciclado de papel, así como el proceso de germinación, entre otros.

Tan sólo durante dicha semana, el Zigzag recibió a cerca de 800 estudiantes de 17 planteles de secundaria y preparatoria de municipios como Zacatecas, Fresnillo, Enrique Estrada, Villanueva, Villa de Cos, Sombrerete, Jerez y Calera.

Y es que para el Director del Consejo Zacatecano de Ciencia, Tecnología e Innovación (Cozcyt), Agustín Enciso Muñoz, los problemas causados por el cambio climático no son para menos, de ahí el interés de generar una conciencia ciudadana que ayude a reducir sus efectos.

«Si ahora sufrimos por presupuesto, muy pronto podríamos hacerlo por sobrevivencia ante los estragos que le hemos hecho al planeta», aseguró el funcionario estatal.

Por ello, dijo, se debe educar a la población para llevar una vida distinta a la de las últimas décadas, pues esto es lo que reclama la sociedad y es lo que debe exigir la niñez y la juventud.

Necesarios otros tres planetas

Enciso Muñoz explicó que actualmente son cerca de 7 mil millones los habitantes en la tierra, lo que implica que para ofrecerles una vida semejante a la de los países desarrollados se requerirían recursos naturales de al menos otros tres planetas.

Esto también da cuenta de una realidad abrumadora, pues hay una gran cantidad de población que vive en condiciones en las que carece de lo mínimo indispensable para poder disfrutar de una vida digna.

«Lo que es claro es que estamos consumiendo nuestro planeta de una manera muy vertiginosa», expresó el director del Cozcyt.

Agregó que según los investigadores la tierra ha entrado en el Antropoceno, que se refiere a una nueva era geológica en la que la actividad humana determina el devenir del planeta.

«Por eso tenemos que ser más conscientes y exigentes con toda la población en cómo cuidar el medio ambiente, porque nos estamos acabando el planeta», insistió.

Inicia la humanidad proceso de extinción

Incuso refirió que para otros investigadores la tierra ha entrado en el proceso de extinción masiva de la especie humana.

Como ejemplo mencionó que los dinosaurios vivieron entre 150 y 200 millones de años, mientras que el ser humano apenas tiene un promedio de 2 millones de años de existencia y, si continua con la misma dinámica, es posible que no llegue ni a los 3 millones de años.

«Seríamos una de las especies más efímeras en el planeta», sentenció Enciso Muñoz.

Aclaró que no se trata de ser catastrofistas, pues este proceso tardaría varios cientos de años, pero lo que sí es una realidad, es que se deben tomar acciones para evitar que esto suceda y la mejor opción es educar a las nuevas generaciones.

¿Qué necesitamos?, preguntó el funcionario, ¿A caso más presupuesto? Luego citó a Albert Einstein: «Cómo queremos resultados distintos, si hacemos lo mismo».

La respuesta, dijo, es que trabajemos diferente, no seguir haciendo lo mismo, y un ejemplo son precisamente los talleres que se imparten en el Zigzag, pues mediante el método de aprender jugando, las y los jóvenes zacatecanos hacen consciencia de lo que implica acabar con los recursos naturales de la tierra.

Mediante estas actividades, las y los estudiantes conocen los procesos para generar energía eléctrica y reflexionan sobre cómo sería la vida sin ésta, además de conocer las opciones para producir energías limpias.

También se les concientiza sobre las cantidades de agua que se requieren para tener un producto terminado a través de juegos. Por ejemplo, una barra de chocolate de 100 gramos necesita 1 mil 700 litros de agua desde que inicia su fabricación hasta su venta.

En el taller de reciclado de papel, las y los jóvenes fabrican una hoja de modo artesanal, a fin de conocer la importancia de separar y rehusar, pues para producir una tonelada de papel se requieren 12 árboles que son talados de manera inmoderada en bosques y selvas del planeta.

Si bien estos son sólo algunos ejemplos de lo que el Cozcyt hace para crear conciencia, es gracias a estos talleres que otros estudiantes como Perla Jazmín Casas Maya, quien también acudió al Zigzag con su grupo de clases, pudo sacar sus propias conclusiones: «Si nosotros hacemos cosas malas contra el planeta, tendremos consecuencias malas», alertó la joven.