Prevención, responsabilidad de todos

Por Salvador del Hoyo

Zacatecas es uno de los 27 estados de la República Mexicana que sufre los embates de la delincuencia y el crimen organizado. Tristemente seguimos padeciendo este problema que lastima a nuestra sociedad, día con día.Hace unos días fue instalado el Consejo Estatal de Seguridad Pública, integrado por los tres poderes, la federación, municipios, instituciones de inteligencia y el Ejército Mexicano. El Gobernador, Alejandro Tello tiene muy clara la legítima exigencia de la ciudadanía porque regrese la paz a la entidad.

Se pretende que este nuevo organismo deberá coordinar, planear, evaluar, supervisar y definir políticas públicas en materia de seguridad. Ya trabajan para que, en próximos días, se dé a conocer un programa estratégico de seguridad con el cual darían respuesta para contener la actividad delictiva que padece la sociedad.

Ante los constantes acontecimientos que sufren los zacatecanos se busca incrementar la atención y mejorar las estrategias; urge, por cierto, que se concreten resultados a la brevedad, porque a toda hora siguen presentándose ejecuciones. La gente quiere volver a sentirse segura.

Es también un hecho que la sociedad misma debe sumarse para contrarrestar este flagelo. He coincidido con mucha gente que la pérdida de valores y el descuido de nuestros hijos, desde el hogar, también han sido parte importante de este problema.

Como medida de prevención debemos estar más atentos a las actividades de nuestros hijos ya que reciben mucha información negativa que los va marcando de por vida. El internet (redes sociales, principalmente), la televisión e información amarillista de algunos medios informativos se han convertido en una fuente nociva para ellos.

Además de la exigencia de que las autoridades deben brindar seguridad a la sociedad, también se ha coincidido que los padres de familia han fallado al no estar al pendiente de sus hijos, dejándolos libres desde muy temprana edad. Es constante observar cómo dejan su responsabilidad a los maestros y a las escuelas.

Se deben implementar, desde la sociedad, medidas para evitar que sigan recibiendo información equivocada. Por ejemplo la lectura sería una de las acciones que se deben contemplar desde el hogar y no permitir estén en sus dispositivos móviles tanto tiempo.

Todos, como integrantes de una sociedad lastimada, estamos obligados a trabajar en la prevención y educación de ellos. Alternativas hay bastantes, sólo hay que encontrar la forma de encontrarlas y ponerlas en práctica. Otro ejemplo de la falta de interés es cuando los padres de familia, también están más atentos al teléfono celular que a sus hijos.

 

La comunicación con ellos tiene que ser más directa. No es posible que, cuando se sientan a la mesa a comer, prácticamente cada integrante de la familia está observando su celular. Eso debe terminar poniendo reglas muy claras. Debe haber momentos para todo.

Sigamos exigiendo respuestas a las autoridades, pero también tenemos que exigirnos a nosotros. La responsabilidad de nuestros hijos es nuestra responsabilidad.

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