Conmemoran zacatecanos el décimo aniversario luctuoso de Antonio Aguilar

Fotos: Misael Camarillo / MIRADOR

Zacatecas, Zac.- Con la finalidad de honrar a El Charro de México, Antonio Aguilar, en el décimo aniversario de su fallecimiento, la familia Aguilar se dio cita en las Catedral Basílica de Zacatecas, donde fue oficiada una misa por el obispo de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló. Durante la ceremonia, el prelado aprovechó la oportunidad para saludar a los integrantes de la familia, dedicándoles unas palabras de aliento.

En el acto religioso estuvieron Pepe Aguilar y Marcela Rubiales, además de Flor Silvestre y todos los nietos, quienes escucharon atentos las palabras del obispo. Sin embargo, Toño ya tenía compromisos pactados y no pudo estar presente.

Al término de la misa los asistentes se reunieron en el inmueble que ocupa el obispado de la diócesis de Zacatecas, donde se llevó a cabo una comida en la que fueron interpretadas algunas de las canciones que hicieron famoso al zacatecano Antonio Aguilar.

Al ser entrevistado, Pepe Aguilar comentó que Zacatecas era una ciudad muy importante para su padre, por lo que los restos de El Charro de México se encuentran sepultados muy cerca del rancho que hiciera famoso el propio cantante de música vernácula.

Dijo sentir alegría por su padre, ya que “fue muy feliz ganándose el pan con el sudor de la garganta”.

A eso nos enseñó mi padre, a ser feliz, a no complicarse la existencia por tonterías, a ser tolerante con los demás. Decía que si alguien te molestaba no había que tomarlo en cuenta, dejarlo pasar y no tomarlo personal, dijo.

“A nadie le caía mal, aunque es difícil no guardar rencores”. Manifestaba que la gente grosera y arrogante era así por no ser feliz, y cuando sí se alcanza la felicidad se nota en el trato.

A las nuevas generaciones de artistas, donde también algunos de los integrantes de la familia también tratan de descollar, les dijo que esta profesión es muy difícil, pues no siempre se alcanza el gusto de la gente. Hay que trabajar mucho y en ocasiones no se tienen recursos para salir adelante.

Respecto a su madre, Flor Silvestre, dijo que se encuentra muy bien, aunque ya tuvo que enfrentar al cáncer. Dio a conocer Pepe Aguilar que le quitaron el vaso por este motivo, pero que a la fecha no ha tenido recurrencias.

“Mi papá decía que aunque estuviera tendida tu mamá había que seguir con el espectáculo, y esta fecha era muy importante para él (el Día del Padre), y le hubiera gustado mucho estar aquí”, dijo el cantante. No se iba a hacer nada, sólo la misa dominical, pero su hija Majo, organizadora del evento, es quien se dio a la tarea de prepararlo todo.

Por su parte, Flor Silvestre manifestó a los medios de comunicación que ya son 10 años de la muerte de su esposo, tiempo que ha podido salir adelante por el recuerdo precioso que tiene de él. Fueron 52 años los que pasó junto a él, y cada día era mejor que ningún hombre que pudo haber amado.

Se mostró entusiasmada por el homenaje que se le rinde, y dijo estar satisfecha de cómo se le recuerda por parte de la gente, que sigue admirando a su marido.

“Son una serie de sentimientos; he estado de mal humor todo el mes. Me siento mal,  me siento bien, y haberse ido mi esposo no lo puedo creer. Lo extraño cada minuto y cada segundo, pues fueron años maravillosos”, dijo emocionada.

“Fue un padre amoroso que está en el cielo”, concluyó, dando la bendición a todos los representantes de los medios de comunicación que se encontraban reunidos.

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