“Tenemos que usar la voz por quienes no tienen voz”: obispo

Zacatecas, Zac.-Quisiéramos que hubiera dinero para todo, y ya desde el año pasado se han tenido que tomar medidas de recorte, y claro que afecta; quisiéramos más para rubros que son urgentes, como seguridad, el combate a la pobreza y la mejor inversión, que es la educación.
Así lo refirió el obispo de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, al reflexionar sobre los recortes presupuestales que se han anunciado vendrán para 2018. En entrevista, dijo que no se sabe en qué medida será la afectación, pero “hay que verle el lado de la oportunidad”.

Esto, agregó, nos tiene que ayudar a ser más eficientes, a gastar no más de lo que tenemos. Los recortes presupuestales son muy dolorosos, pero tenemos que aprender a trabajar y hacer mucho con poco.

Las oportunidades están dadas, y el problema no radica tanto en tener menos recursos, sino en aprovechar los recursos humanos de mejor manera.

Por otro lado, dijo que es “totalmente reprobable” el hecho de que políticos hayan acudido a los sitios del sismo solamente para tomarse la foto y simular que se entregaban apoyos. No se vale que estemos lucrando con la tragedia, advirtió, y señaló la necesidad de que “todos nos hagamos solidarios”, porque sí hay mucho daño en todos los aspectos.

Volverse a levantar va a requerir que todos extendamos la mano a aquellos hermanos nuestros. “Lucrar con la tragedia es un pecado social muy grave, y ojalá que lo que tengamos que hacer lo hagamos bien, no buscando otro tipo de fines”.

Además, en la diócesis se está motivando a los fieles para que se sumen a una colecta que se enviará a las iglesias diocesanas de las más necesitadas. También se está al pendiente de lo que Caritas nacional está indicando, ya que se han recibido varias invitaciones para participar. Las diócesis de San Cristobal y Tuxtla Gutiérrez son las más necesitadas por el momento, además de Tehuantepec, con los mijes. La intención es recabar dinero en efectivo para financiar algún proyecto en particular, informó el prelado. La colecta será en las parroquias y luego de pasará al obispado.

Al ser cuestionado sobre los posibles cambios anunciados por el gobernador Alejandro Tello, y de las áreas donde se tendría que reforzar el trabajo, señaló que no conoce el funcionamiento interno y “no me siento capacitado para evaluar el rendimiento de cada funcionario; el gobernador es quien debe tener una visión completa”.

Finalmente, a propósito de las fiestas de la independencia, y sobre el papel de la Iglesia en la justicia social del país, sostuvo que es muy difícil medir el papel de los sacerdotes Hidalgo y Morelos, además de otros sacerdotes, a 207 años. Ahora es prácticamente invisible lo que uno pudiera hacer como iglesia, pero “el mayor trabajo de la Iglesia hoy es ser fermento, y como la levadura, no se ve; hay que ir a donde están las comunidades”.

“Ahora son más de 20 mil sacerdotes los que tiene la Iglesia en México, diocesanos y religiosos, y estamos en todas partes, de manera que es un gran privilegio poder tener el pulso desde la gente, lo que está viviendo la gente, y hay que ser corresponsables ante las injusticias. Tenemos que usar la voz por quienes no tienen voz”.

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