La educación es la que nos va a sacar de la violencia: Sebastián Marroquín

Juan Sebastián Marroquín6Fotos: Misael Camarillo / MIRADOR

Zacatecas, Zac.- “Siendo muy respetuosos de los asuntos internos de cada país, la realidad que estamos viviendo hoy en México, Colombia o cualquier país latinoamericano es producto de unas reglas de juego que impone la violencia como lo estamos viviendo en la sociedad. Debería ser el momento propicio para que todos en la sociedad podamos revisar la manera en que estamos enfrentando este problema; soy un fiel creyente que la educación es la que nos va a ayudar para sacar este tipo de realidades”.

Así inició el arquitecto Juan Sebastián Marroquín, hijo del desaparecido narcotraficante colombiano Pablo Escobar Gaviria, su intervención ante los medios de comunicación locales, luego de presentar una conferencia ante alumnos de diversas instituciones educativas de Zacatecas.

Juan Sebastián Marroquín1“No creo en las comparaciones porque cada país y cada cultura tiene sus propias historias; pero no podemos desligar las historias, pues antes los colombianos eran los jefes de estas actividades y ahora es a la inversa. Las reglas del juego están cambiando, pero la violencia es la misma”, dijo.

Al hacer un comparativo, básicamente entre Colombia y México tenemos un contexto que está garantizando esta violencia, y la estrategia que implementaron las autoridades colombianas se plantea en conjunto con la sociedad, agregó. Comenzó la estrategia desde el momento en que los organismos de policía comenzaron a buscar un acercamiento a través del respeto de los ciudadanos y se comenzó a construir un país diferente.

“No quiere decir que ya todo esté solucionado en Colombia, y no es un país perfecto, pues seguimos teniendo un título muy triste como los primeros productores de drogas en el mundo; no podemos decir que todo está muy bien y que no pasa nada, pues sigue habiendo delincuencia organizada a gran escala y el problema está lejos de solucionarse, pero sí la sociedad está más para participar y la policía, respetando los derechos humanos, se ha ganado la confianza de los ciudadanos.

A partir de ahí se inició a reconstruir una Colombia que también cree en la reconciliación, el perdón y el diálogo para poder alcanzar la paz”.

Juan Sebastián MarroquínRespecto a los llamados grupos de autodefensa, tanto en México como en Colombia, manifestó que “son el surgimiento de ciertos ganaderos y empresarios que también sufrieron el ataque de muchos guerrilleros en sus áreas de influencia, ante la desprotección del estado, por la falta de presencia del Estado; la gente quiso hacer uso de su legítima defensa, pero la realidad es que mi padre fue el creador del primer grupo paramilitar de la historia de Colombia, denominado el MAS (Muertes a Secuestradores), originado en el hecho de que la guerrilla quería financiar su lucha armada secuestrando exclusivamente a familiares de narcotraficantes. Eso le da origen a todo este fenómeno del paramilitarismo patrocinado por el narcotráfico y a veces con la complicidad con autoridades, lo que hizo que la violencia se hiciera más atroz cada vez.

Colombia hizo un proceso de paz con los paramilitares y el MAS, pero mientras siga en mi país un grupo paramilitar activo, va a haber otro militar para combatirlo”.

Al ser cuestionado sobre una posible solución, ya sea negociando con grupos de narcotraficantes por parte de las autoridades, o enfrentándolos, comentó Sebastián Marroquín que no pretende modificar el planteamiento de las autoridades. Habló, sin embargo, en base a la experiencia que le dejó el estar de cerca con el más grande narcotraficante, y dijo que su padre negoció con las autoridades, encabezadas por César Gaviria en ese entonces, una rendición bajo una serie de condiciones, donde él se comprometía a confesar sus crímenes, a reparar, a señalar sus rutas y parar el negocio del narcotráfico, la violencia y el terrorismo.

Juan Sebastián Marroquín3“Por lo menos por un año, Colombia vivió en paz y tranquilidad, por lo menos mientras estuvo en la cárcel. Posteriormente se fugó, por las razones que hayan sido, y comenzó de nuevo la violencia. Yo no sé si lo que haya que hacer es negociar o no; simplemente lo que se debe hacer es ir más al fondo para conocer cuáles son las reglas que se viven hoy en nuestra sociedad y garantizar la reaparición sistemática de la paz. Mi padre se dio el lujo de combatir y amenazar la democracia, y lo que tenemos que conocer lo que debemos hacer como sociedad para no propiciar un terreno fértil para personas como él”.

Expuso que las autoridades estadounidenses siempre tuvieron una participación activa para combatir a su padre. “Eso es una realidad que está reconocida oficialmente, tanto por Estados Unidos como por autoridades colombianas; sin la ayuda de EU muy difícilmente creo que hayan podido tener éxito combatiendo a mi padre por la gran amenaza que significaba él contra mi país y por el gran poder económico y militar que tenía en ese momento”.

En su opinión personal, sostuvo que “estamos viviendo en un mundo donde las drogas ya están legalizadas; todos podemos acceder a ellas porque se venden en los colegios, en las universidades, porque se consiguen fácil en las calles o las llevan a domicilio. Es evidente que por más esfuerzos que hagan las autoridades en el control de estas sustancias, están desbordadas, porque es mucho más grande el caudal de consumidores que el nivel de control que puedan ejercer.

Yo insisto en que la educación es la única herramienta que nos permite enfrentar pacífica y civilizadamente el problema de salud pública que son las drogas, y cuando se les pretende enfrentar militarmente, están personajes como Pablo Escobar llenos de billetes, armas y dinamita para poder enfrentar su persecución.

Están llenos de dinero, lo que patrocina una gran corrupción. Por eso me gusta más la palabra ‘regularización’, ya que hay sociedades en el mundo que de alguna manera tenemos que aprender a convivir pacíficamente con este flagelo”.

Juan Sebastián Marroquín7Agregó que no necesariamente tiene que ser con la fórmula de las ametralladoras como se debe enfrentar esta realidad; el mundo lleva 100 años probando la fórmula del prohibicionismo, y miren cómo está Colombia”.

Por otro lado, manifestó que es la única persona que vive de la imagen de su padre. Sin embargo, quien compra uno de sus productos (libros) o lo escucha, no le quedan ganas de ser narcotraficante. Sin embargo, quienes consumen productos de Netflix u otras cadenas, tienen el deseo de dejar su profesión por la de narcotraficante, sicario o bandido por la manera irresponsable como ellos glorifican la imagen criminal de su padre.

Compartió, la siguiente anécdota:

“Presenté mi libro hace algún tiempo en Buenos Aires (Argentina) y un joven de 13 años me entregó una carta cerrada, que abrí posteriormente. En ella me decía que desde los ocho años se había fascinado por la figura de mi padre en virtud de que su abuela le contó quién era mi papá.

Con el permiso de su familia, leyó todos los libros y vio todas las series; se obsesionó de Pablo Escobar. Termina la carta diciendo que recién entendió que quería ser periodista y no un narcotraficante cuando leyó mis dos libros. Ahí tienes la diferencia.

De ahí se deduce si tengo derecho o no a lucrar, con responsabilidad, frente a estos hechos”.

Pablo escobarExpuso que “siempre me han perseguido por la portación del apellido; estuve preso de siete años, la primera vez, y ¿qué daño puede hacerle un niño de siete años a la sociedad? Mi hermana, peor, tenía menos edad cuando estuvo presa. Es la historia de nuestra vida.

Finalmente, señaló que hay algunos sectores que se beneficiaron con el dinero de su padre, pero que nunca se investigó su relación con la política  ni la relación de la política con el paramilitarismo o las guerrillas. “Pero creo que nunca lo escucharemos hablar. Estamos en una realidad que no se viviría si en los países más industrializados no hubiera consumo. Además, estamos viviendo en países donde también hay consumo, pues Colombia era un país exportador y hoy es consumidor también; quisiera conocer el pueblito libre de narcotráfico. Creo que no encontraríamos una aldea, ni en los lugares más pobres, donde no se tenga el problema, y esto lo captaron los traficantes y lo han sabido aprovechar, ya que se trata de una actividad muy rentable”.

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