Zacatecas, Zac.-El presbítero Daniel Talamantes, informó que luego de una serie de reuniones por parte de la Conferencia del Episcopado Mexicano con directores de Cáritas en cada diócesis, en las que se evaluaron los proyectos, se decidió que las propias diócesis se tomara el modelo de padrinos para la construcción de espacios y para apoyar programas asistenciales en comunidades.
En Zacatecas se llegó al acuerdo de que se apoyaría la prelatura de Mixepolitana, la cual tiene 21 municipios y se ubica en la sierra de Oaxaca.
“Posiblemente sea la zona de Oaxaca más pobre económicamente hablando, y quizá del país, donde el obispo es saleciano, Héctor Guerrero, y junto con el obispo de Zacatecas, Sigifredo Noriega, se decidió que el millón 450 mil pesos que se recabaron en las parroquias de Zacatecas, se destinada a esa zona”.
Sostuvo que se hizo rendir de la mejor manera el dinero, para lo cual se contrataron los servicios de un ingeniero eléctrico y de uno civil-arquitecto, y se hizo una visita de evaluación de los daños en la prelatura, luego del fuerte terremoto que se suscitó en septiembre pasado y, aunque la zona es extensa y de difícil acceso, se dará apoyo en la zona de San Pedro y San Pablo Ayutla.
“En este lugar, 99% es indígena, mixes, y hay que tomar en cuenta que un principio de la solidaridad es que hay que adaptarse a la cultura que vas a visitar. No podíamos hacer lo que pensábamos que era mejor; para la Iglesia, el verbo ayudar no es hacerles las cosas, sino que significa corresponsabilidad, es decir, colaborar y estimular para que cada quien haga lo que tiene que hacer, por lo que se aporta de nuestra parte el aspecto económico y los especialistas, pero ellos también contribuyen”.
Comentó el sacerdote que en su mayoría las casas son de lámina, muy delgada y de baja calidad, por lo que llega el aire y la destruye. Ante ello, se adquirió una lámina muy gruesa, que se usa para naves industriales, y se 8 metros de ancho, para no dejarlos en las mismas condiciones.
Con ese material, dijo, se cubrieron aproximadamente 4 mil metros cuadrados de techos. Se llevaron desde zacatecas las láminas y los caballetes, que es donde van las uniones, las pijas y las herramientas, de manera que se completó para apoyar a 216 familias.
El otro frente que se atendió fue el inmueble de la iglesia local, la casa del obispo y las oficinas del obispado. Ahí se impermeabilizaron los edificios con una superficie de mil 200 metros cuadrados, pues es un sitio donde llueve 90% del tiempo.
Del mismo modo, se atendió la casa de pastoral, espacio en el que se da la catequesis y donde se forman los agentes de pastoral y se brinda apoyo a personas que llegan y solicitan asilo y auxilio. Ahí se reconstruyeron seis muros, los cuales estaban dañados en su totalidad, columnas y se pusieron focos. Además, se proporcionó material para dejar el inmueble para seguir trabajando.
Además, se dio atención al seminario de la región, donde se forma a los sacerdotes, edificio que estaba muy dañado y tenía una estructura muy raquítica. Se restauró parte de la estructura de la capilla y de la sala de cómputo, trabajos que se efectuaron luego de la capacitación a personas del lugar.
Por otra parte, se colaboró con dinero a tres diócesis, tomando en cuenta la emergencia, con 50 mil pesos cada una, de manera que el millón 450 mil pesos, colecta de los fueles, sirvió para aliviar las necesidades de muchas familias. Los trabajos seguirán durante todo el año venidero, dijo, con la prelatura que se apadrina, hasta concluir el mantenimiento a los proyectos. A la bolsa reunida se agregaron 200 mil pesos del fondo de Caritas para el mismo objetivo.
Por su parte, el obispo de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, sostuvo que, además de los efectos por el sismo, se tuvieron consecuencias graves por las intensas lluvias registradas por esos días, además de que el apoyo que se ha venido otorgando es de los que menos se han difundido en los medios informativos.
