No debemos acostumbrarnos a la maldad: Sigifredo Noriega

Zacatecas, Zac.-La solución de muchos problemas que tenemos en cuanto a inseguridad y violencia pueden ser combatidos, y luego de la celebración de los 250 años de la diócesis de Zacatecas, surgió la idea de aportar algo con la construcción de la Casa del Migrante, manifestó Sigifredo Noriega Barceló, obispo de Zacatecas.

Agregó que se platicó con autoridades diocesanas en Roma y se ha venido trabajando desde entonces en el proyecto. Sostuvo que los hechos de violencia registrados en la entidad son sumamente lamentables, al mismo tiempo que constituyen un gran sufrimiento para las familias. “Una vez que abrimos los ojos, hay que poner los medios para ir poniendo remedio, y nuestro trabajo no es de policía, pero sí se debe crear un ambiente para mejores condiciones sociales y que todo mundo pueda volver a salir con confianza”.

Es necesario vencer todos estos temores, y parece ser que se está logrando concientizar a la gente en la solidaridad con las familias víctimas, y “ojalá que no sea sólo con la oración, sino con apoyos, visitas y cooperaciones.

Lo peor sería que nos acostumbráramos a la maldad; no debemos acostumbrarnos, y no perder la esperanza de que cambiará nuestra forma de vida, pues debe ser que nos convirtamos en gente buena. En la gente está la solución, si participamos y abrimos los brazos, si aportamos iniciativas para la gente que lo requiere”.

Ante la serie de personas desaparecidas, manifestó que es la autoridad la primera responsable de dar respuesta; por eso fue creado el Estado, para garantizar seguridad a los ciudadanos, pero cuando esto no se logra todos nos indignamos, pero también estamos cayendo en la cuenta de que la autoridad no lo hace todo, sino que la ciudadanía tiene que participar a través de gestos muy sencillos y concretos, que se convierten en historias de éxitos, y que son más que los fracasos.

Todos nos debemos sentir involucrados para el bien, agregó el obispo, con espíritu de colaboración, inteligencia y contención, pues mientras no haya esto, vamos a estas “con los nervios de punta”.

Ya viene tiempo de Navidad, dijo, que es un tiempo muy fuerte para sembrar esperanza, a la que hay que darle cuerpo”.

El trabajo de la autoridad no es “medible”, como si fueran a cuantificarse litros de gasolina, agregó, y sería imposible dar una opinión al respecto. La percepción es subjetiva, aunque habrá datos duros, y exhortó a la población a abrir los ojos y el corazón para ser parte de la solución.

Por otro lado, manifestó que “en los últimos años la sociedad ya no es tan religiosa y ha creado una serie de celebraciones, como el recientemente conmemorado Día Mundial del Sida, para crear una defensa de las personas. También el sector de las personas con discapacidad se ha visto apoyado, de manera que se debe tomar consciencia de que hemos de ser una sola familia. Sin ello, no podemos convivir en paz, y ahí entra la cuestión de la libertad religiosa, el respeto a las creencias y consciencia de cada uno, y tenemos que avanzar mucho. Ojalá que dejemos de ver que uno es de una religión y otro tiene otra idea, por lo que te voy a combatir. Al menos el católico, no está diseñado para eso, pues el Evangelio de Jesucristo no es para hacer ese tipo de guerrilla, sino para sembrar la paz”.

En este sentido, se tiene una Comisión para entablar el diálogo interreligioso, y por ser algo relativamente nuevo, se está conformando, apenas, el equipo.

“Si no nos identifica la misma fe, al menos que nos identifique la misma causa, agregó, y ahorita la causa en Zacatecas, México y el mundo, se llama la paz”. El concepto de libertad religiosa está tomando más amplitud, y es para bien.

A pregunta de si no hubiera sido católico, qué otra religión hubiera abrazado, respondió que desde que nació estuvo en el ambiente de la Iglesia católica, y la fe ha sido el mejor regalo que le dieron sus padres, junto con la vida. No se ha planteado sobre alguna otra religión, pero trata de tener “una visión abierta; mis respetos a cada persona, a la forma como cree y a la forma como actúa”.

Finalmente, sobre la iniciativa de ley para la conformación formal del matrimonio igualitario, sostuvo: “lo que me extraña es que la misma sociedad lo pidió, así como los gobernantes; sé que no es una ley perfecta, sino que debe perfeccionarse. La veo, sin embargo, factible, y como toda ley, va a mostrar si es factible o no en la medida en que se ponga en práctica.

Por otro lado, no hay ley que no tenga riesgos, pero considero que eso no quita la bondad de la ley. Hay que enfocar la mirada a la forma de irla perfeccionando, y obviamente, tiene que haber límites y evaluaciones. Si hay abusos, nadie vamos a estar de acuerdo”.

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