Foto: Misael Camarillo / MIRADOR
Zacatecas, Zac.- Tras hacer referencia al asesinato acaecido a plena luz del día y frente a la presidencia municipal, el diputado local de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), José Luis Medina Lizalde, dijo que “al hacer la cobertura periodística, por enésima vez, hubo un choque de criterios en el tema del crimen; por un lado, los policías asumiendo la responsabilidad de preservar el escenario para hacer el trabajo de levantamiento de huellas, la fotografía forense y el conjunto de procedimientos que la criminología marca para el inicio de una investigación.
Más allá de ese perímetro, se obstaculizó la labor de los fotógrafos que acudieron a reportar ese penoso acontecimiento, esa tragedia. Hubo rispideces y la Asociación de periodistas gráficos publicó una protesta muy sentida y fundada. Nuestro país está considerado por órganos internacionales como el país más peligroso del planeta para ejercer la labor periodística. Han asesinado a más de cien en una década y la mayor parte de esos crímenes no han sido aclarados.”.
Sostuvo el legislador que buena parte de los que se dedican a cubrir la actividad relacionada con el crimen organizado viven bajo amenaza y algunos medios de cierta relevancia no publican los nombres de los autores de notas informativas o fotografías, en aras de proteger su integridad física, que el Estado no les puede garantizar.
Afirmó que “estamos ante el conflicto de tener las condiciones mínimas para una investigación por parte del Ministerio Público y el derecho a saber lo que sucede, que tiene la sociedad, y que se lo hace valer el periodista. No se trata de que sea incompatible el interés del Ministerio Público y de la policía investigadora con el interés profesional de los que reportan esos hechos. Son absolutamente compatibles.
Existen normas, protocolos, pero se responde exclusivamente con discursos. Eso es lo que hemos leído el día de hoy, con exhortativas, con declaraciones de amor a la libertad de expresión, etcétera.
Aquí lo que se necesita es un paso muy sencillo, que asuman las reglas, que se tienen en cualquier parte del mundo, y que las comuniquen, que quede perfectamente delimitado el impedimento que una persona tiene para invadir determinado escenario donde acaba de ocasionarse un crimen”.
Sin embargo, advirtió que en Zacatecas ha sido abandonado este tema y “frecuentemente vemos deshacer las huellas, la balística porque nadie toma la precaución siguiera de cercar, lo que termina por anular todas las posibilidades de éxito de una investigación.
De por sí, por lo menos hasta hace dos meses la fiscalía general tenía, creo que todavía, apenas dos peritos en balística, algo absolutamente ridículo para las necesidades de la investigación cotidiana en un estado donde diario hay homicidios, y todavía con esos descuidos, que no tienen ninguna justificación”.
La única explicación que tienen es una negligencia inadmisible, porque eso no nada más se traduce en límites no legales a la libertad de expresión, sino también en la anulación de las posibilidades de esclarecimiento de los crímenes”.
Medina Lizalde exhortó desde la tribuna legislativa al fiscal general, que es un teórico del Derecho penal, que conoce el Derecho Procesal Penal al dedillo, a que le ponga remedio a una carencia tan elemental como la que acaba de suceder ayer, “carencia que explica por qué estamos tan atrasados, por qué tanta impunidad”.
