Tatuajes y Cutting una expresión de pertenencia y un grito de ayuda ante un dolor inesperado

01 e tatuajes y cuttingZacatecas Zac.- Antonio Bello Quiroz, de la Escuela Libre de Psicología de Puebla impartió el Seminario “Tatuaje y Cutting. El cuerpo y las escrituras del dolor” desarrollado en el Auditorio de la Unidad Académica de Psicología, en donde el psicoanalista inició dando un apunte sobre el tatuaje que se remonta a 3 mil años de antigüedad y en donde regularmente se lo realizaban en el cuerpo humano con un fin de pertenencia e identidad y como signo de valor o de conseguir un determinado estatus en el grupo social a los que pertenecían los individuos.

Tanto así que señaló que se han encontrado evidencias de cadáveres momificados con marcas en sus cuerpos, dijo que el tatuaje se ha realizado como marca en diferentes momentos donde ha representado diversos motivos, esa marca circulaba con una organización cultural, social con establecimientos claros como los que se hacía en los ritos de paso, con una marca en el cuerpo que daba lugar del niño en hombre para algunas culturas.

Bello Quiroz dijo que este tipo de prácticas estaba socialmente determinaba que así viviría el sujeto que estableciendo un vínculo permanente mediante esta experiencia radical de transformación, lo que le daría un estatus distinto por adquirir una señal permanente en el cuerpo que lo diferenciaría de los otros pobladores. Sin embargo comentó, que en la actualidad esta práctica se encuentra generalizada, “sin un discurso que los sustente es decir, cada uno responde a una condición particular, muy singular”.

Señaló que aun cuando tatuarse el cuerpo sigue teniendo esta doble cualidad, que por un lado genera una identidad, dándole un sentido de pertenencia y tratando de introducirse a determinado grupo social, como el pertenecer a una pandilla, a una banda, pero al mismo tiempo dijo tiene una cualidad erótica no desde el punto de vista genital –aclaró-, “porqué está hecha para hacer una llamada a que el otro me vea, eventualmente todo lo que se hace para que el otro me vea tiene carácter seductor”.

Abundo en lo anterior que el individuo lo hace para tener la mirada del otro entonces las marcas en el cuerpo de este tipo, tienen la cualidad de ser un símbolo de pertenencia y por otro lado de ser erótico, sin embargo; en todas las épocas todos estos signos de pertenencia o estás formas de declaración erótica estaban claramente establecidas, “hoy están pérdidas y cada uno busca su propia identidad, su propio diseño, su propia representación porque no hay una representación que garantice la pertenencia a un determinado grupo el vínculo con los sexual”.

Respecto al cutting que es considerado como un hábito de auto inflingirse heridas con el fin de expresar sentimientos, por esa vía ya que el individuo no tiene la capacidad para expresar sus sentir por otra vía, generalmente se trata de adolescentes que liberan sus angustias emocionales cortándose los brazos, los muslos o el abdomen con cuchillos, tijeras o cortantes, aclaro que estás personas buscan llamar la atención, para poder de esa manera llamar la atención de sus seres queridos o de los que están en su entorno, por lo que el objeto no es ni suicidarse; sino aliviar esa falta de expresión y un dolor contenido.

El especialista agregó que aunque el sujeto no busca arrancarse la vida, sus acciones vienen acompañadas con ideas suicidas, dijo que hay un debate sobre si esto es así, sobre el hecho del porqué el sujeto se haría marcas o heridas que pongan en riesgo su vida “y no es que ahora haga una marca más profunda, porque si no ahí, si nos hablaría que definitivamente tiene la intención de hacerse un daño”.

Agregó que cuando son marcas repetitivas, más que de profundidad o más bien por la repetición; el sujeto está enviando un mensaje en el que insiste una y otra vez en hacerse daños relativo, con lo que deja entrever que quiere seguir hablando a través por las marcas, por el dolor, para haber si el otro voltea a verlo y reconoce un lugar para ese individuo.

Antonio Bello Quiroz cerro el seminario afirmando que en la persona que práctica el cutting hay algo que no acomoda y que le incomoda a niveles psicológico y psíquico, algo que no termina por entender y ese no saber es insoportable, por lo que aclaro que para esa persona es más fácil hacerse una marca que contenga eso, que de otra manera queda totalmente expuesta a no saber, eso es doloroso, porqué es un dolor interno, un dolor que el otro no escucha que eventualmente lleva a acciones en el que el sujeto se desconoce y que con el dolor de la marca permanente en el cuerpo, tiene un descanso al tiempo que contiene el suicidio.

Antonio Bello Quiroz, actualmente es catedrático e investigador de la Escuela Libre de Psicología de Puebla, Docente de la Maestría e Terapia Psicoanalítica de la UAP, fue fundador y director de la Maestría en Psicoanálisis y Cultura en Puebla, director de la revista en Líneas, miembro de la Escuela de la Letra Psicoanalítica, autor de los libros “Ensayo sobre crimen”, “Menciones sobre la muerte”, “Pasionario” y “Resonancias del deseo”.

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