El movimiento del 68 y la universidad pública

2 de octubre de 2018Por: Manuel Ibarra Santos

Zacatecas, Zac.- A 50 años de la matanza de Tlatelolco, podemos decir que, entre muchas otras de sus aportaciones culturales, el movimiento del 68 dimensionó el rol histórico de la Universidad Pública, como conciencia crítica de la Nación, como institución civilizatoria formadora de las nuevas generaciones y como espíritu y alma de la República.

Reivindicó, de igual manera, la importancia del ejercicio del derecho de acceso de los jóvenes, a una educación superior de calidad, hoy prerrogativa constitucional incumplida, porque en el país de cada cien (100) personas en edad de cursar una licenciatura, 62 no lo pueden hacer. En Zacatecas esa proporción aumenta a casi 70.

Este movimiento construyó, asimismo, en la perspectiva de la historia, la tesis que sostiene que la Universidad, para cumplir con su misión fundamental de servir al país, no puede ser espacio de mafias, de porros, de grupos represores, ni de académicos inmorales e irresponsables.

Ese pensamiento de grandeza lo exaltó y honró, en esa etapa, el rector de la UNAM, Javier Barros Sierra, cuando manifestó su reprobación por la ocupación del Ejército de Ciudad Universitaria, el 18 de septiembre de 1968. También expresó su repudió por la represión de que fueron objeto los alumnos de la Máxima Casa de Estudios.

La trágica muerte de cientos de jóvenes en 1968 abrió una profunda herida en la conciencia de nuestra Patria, que aún no cierra, porque persisten incumplidos los fines de esa generación que ofreció en sacrificio su vida.

Los jóvenes estudiantes demandaron en el 68, el respeto de tres derechos fundamentales de la Constitución: el de reunión, el de manifestación y expresión y el de petición frente a la autoridad.

Por ese simple hecho, fueron brutalmente reprimidos por un gobierno incapaz de procesar razonablemente la explosión del descontento social.

El movimiento del 68, con los efectos de una gran revolución cultural, con el dolor de la tragedia, dio paso al tránsito de un régimen autoritario y represivo, a uno democráticamente abierto. Con esto se construyeron las columnas de un renovado sistema político.

En ese tiempo de encrucijada nacional, en una era de grandes definiciones mundiales, es que nace la Universidad Autónoma de Zacatecas, hace 50 años, hecho que marca un período de renacimiento para nuestro Estado.

EL 68, SUS ORIGENES Y REPERCUSIONES.

El movimiento inicio, debido y provocado, por la torpe actitud de los granaderos de la ciudad de México, que no supieron resolver un problema menor suscitado por un enfrentamiento entre alumnos de la vocacional cinco y la preparatoria particular Isaac Ochotorena, los días 23 y 24 de julio de 1968.

Posterior a eso, la milicia, en un acto fascista reprobable, de un bazucazo, había derrumbado la puerta de la Preparatoria número 1 y procedió al desalojado con lujo de violencia militar, del casco de Santo Tomás. Esta revuelta dejó como saldo decenas de muertos.

La escalada de violencia fascista siguió, hasta terminar con la matanza de cientos de jóvenes estudiantes en la plaza de Las Tres Culturas, en Tlatelolco, el dos de octubre de 1968. El horror y la barbarie de un gobierno represor y fascista habían triunfado momentáneamente.

LOS CAMBIOS MUNDIALES:

Los historiadores afirman que 1968 fue un año axial, con protestas, tumultos, rebeliones y mítines estudiantiles en muchas partes del mundo: En Praga, Chicago, Paris, Tokio, Belgrado, Santiago, de Chile y México, entre otros lugares.

 

Las protestas estudiantiles de entonces abrieron el telón de las primaveras de la democracia en muchas naciones del planeta. México fue una de ellas.

Si, el dos de octubre de 1968, no se olvida, para impedir que se repita.

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