Acrópolis: de Siria a Zacatecas, una historia para celebrar 75 años de café

Por Josefina Casas Fernández / Foto: Misael Camarillo / MIRADOR

Zacatecas, Zac.- Compartiendo el lugar más cálido en el corazón del Centro Histórico de la capital, fomentando el esparcimiento familiar y estrechando lazos de amor y amistad, la familiar Saman Zajur festejó con Zacatecas el 75 aniversario de la apertura del Café-Restaurante-restaurant Acrópolis.

Un aniversario fruto de la constancia y esfuerzo que en el año de 1943 inició el señor Said Samán Farah, originario de Homs, situado al norte de Damasco, capital de Siria. Llegó a Zacatecas en 1937 en busca de su hermana y encontró en esta ciudad lo que sería su lugar de vida al lado de la señora Catalina Zajur Dip.

Nide García Samán, quien forma parte de la tercera generación de la familia Samán Zajur, compartió con www.periodicomirador.com lo que inspiró a su abuelo a emprender este negocio familiar con su compañera de toda la vida, que inicio con un viaje de Siria a París para después trasportarse en barco al estado de Veracruz, de donde tomó su camino a Zacatecas.

“Mi abuelo aprendió francés con los jesuitas, con quien realizó sus estudios; él estaba acostumbrado a vivir en París, una ciudad moderna de Europa donde veía muchos lugares para convivir entre hombres, mujeres y niños.

Cuando llega a Zacatecas a la edad de 18 años, en 1943, en esa época se da cuenta que lo único que hay son cantinas y por eso fundó la Acrópolis, porque vio que sólo había esparcimiento para hombres y a la cantina no podían entrar mujeres. A él se le ocurrió que debía haber un café para que las familias pudieran convivir”.

La Acrópolis, continúa, siempre ha estado ubicada en la Avenida Hidalgo, en tres lugares diferentes. El primer lugar donde se ubicó fue en donde ahora se conoce como “El Paquín”; seis años después se cambió a la acera de enfrente y desde 1983 al Centro Comercial Mercado González Ortega, a invitación del entonces presidente municipal Jesús Manuel Díaz Casas, quien también ha sido cliente asiduo de Acrópolis por más de 50 años, y del entonces gobernador Guadalupe Cervantes Corona, propuesta que no le agradaba totalmente, pues temía quedarse sin clientes.

“Mi abuelo no quería cambiarse porque decía que todos sus clientes estaban acostumbrados aquel lugar, además que nadie caminaba para catedral, la caminada era del Portal de Rosales a correos hasta telégrafos, antes ni de chiste se venía gente tanta gente caminado en dirección a catedral”.

Sin embargo, como el proyecto turístico para la capital era más ambicioso, aquellas autoridades le insistieron y accedió a cambiarse al sitio donde actualmente se encuentra, frente a la Catedral Basílica, un punto que al que concurren los clientes de toda la vida que son considerados como la familia Acrópolis, además de turistas, deportistas y artistas de talla internacional como el doctor Manuel Felguérez Barra, pintor y escultor zacatecanos.

Nide García Samán, compartió con este medio de información que actualmente en las paredes de La Acrópolis cuelgan más de 300 obras de arte de creadores de corte mundial.

La colección de arte, agregó, inició con el maestro Rufino Tamayo. “Un día vino el maestro Tamayo aquí al restaurante y mi tío Faud Saman le dijo que si le podía hacer un dibujo como evidencia de que había venido; Tamayo accedió a hacerle el dibujo y Olga, que era su esposa y administradora, en el dibujo le puso que faltaba el cheque, a lo que Tamayo le dijo: ‘no, yo se lo estoy regalando’ y ella, en el mismo dibujo puso ‘yo lo que diga Tamayo’.

A partir de ese dibujo los demás artistas que empezaron a venir veían que el maestro Tamayo había dejado un dibujo y accedían a dejar también el suyo”.

Principalmente, la colección de arte está integrada por obras de artistas plásticos zacatecanos, como los hermanos Pedro y Rafael Coronel, Felguérez, de la Rosa, Monreal, Alejandro Nava, Ismael Guardado y Emilio Carrasco. Sin embargo, en el lugar también se pueden admirar obras de Picasso y Miró, entre otros, que fascinan más a los turistas porque los clientes habituales ya están acostumbrados a tomarse una taza de café entre obras de arte.

La última develación que en días pasado se llevó a cabo en la Acrópolis fue con motivo del 75 aniversario y estuvo a cargo del maestro Manuel Felguérez. “Los artistas son unas personas muy humildes, muy accesibles, principalmente el maestro Felguérez. También el maestro Alfonso Monreal, ya no lo vemos como el gran artista que es, lo consideramos parte de nuestra familia”, aseguró García Samán.

Por otra parte, comentó que en este negocio los lazos con sus clientes, al paso de los años, cada vez son más cercanos y otra historia que inició también con su abuelo es haber sido docente de francés por 30 años en el Instituto de Ciencias, hoy Universidad Autónoma de Zacatecas.

“Muchos de los clientes lo han sido por más de 50 años, desde que eran estudiantes. Por eso son clientes de toda la vida; aquí conocieron al esposo o a su esposa, se casaron, ya tiene nietos y los traen aquí. Por eso muchos son considerados como de la familia”.

Para finalizar, comentó que la clave del éxito del café-restaurante Acrópolis, iniciado por su abuelo Said Saman Fara en el corazón de Zacatecas hace 75 años radica en la preferencia de sus clientes y de su propia familia, que siempre está al pendiente de dar un buen servicio: “desde mi abuela, que tiene 90 años, cuando viene checa que la mesa no esté sucia, que sí ya atendieron y todos los detalles para que nuestros clientes siempre se sientan en casa”.

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