El presidente y el gobernador: ¿cooperación o confrontación?

 

Foto: Misael Camarillo / MIRADOR

Foto: Misael Camarillo / MIRADOR

Por: Manuel Ibarra Santos

Analizar el impacto de la visita de Andrés Manuel López Obrador en el desarrollo de Zacatecas, es un tema obligado y de la mayor trascendencia para nuestro Estado. En un país con régimen altamente centralizado, las variables de la economía dependen, en mucho, de las decisiones del presidente en turno, como ya quedó demostrado.

Por eso, la gobernabilidad de Zacatecas, y su desarrollo, pasan por la construcción de un gran pacto de cooperación, no de confrontación, entre el presidente de la República y Alejandro Tello, por encima de ideologías.

Se tendrá que dimensionar, con absoluta responsabilidad el impacto positivo que para Zacatecas pudiera tener la próxima visita de López Obrador. Se impone la exigencia de actuar con atingencia y prudencia. De lo contrario, rápido pagaremos las consecuencias.

Cuando la clase política local se ha empeñado en pelearse con la Federación, Zacatecas siempre ha perdido la batalla, a través de la historia.

En 1835, en la pugna entre Francisco García Salinas y Antonio López de Santa Anna, Zacatecas fue incluso mutilado y perdió el territorio de Aguascalientes; la confrontación entre J. Jesús González Ortega y Benito Juárez, en el siglo XIX, dejó desenlaces desafortunados; La historia se repite posteriormente en el feroz pleito librado entre Porfirio Diaz y J. Trinidad García de la Cadena, que condujo al asesinato del segundo de ellos.

LA NUEVA OPORTUNIDAD DE LA HISTORIA:

En la presente semana tendremos la oportunidad, pero sólo con ideas claras, con proyectos de gran calado, con oficio y madurez, el crear un nuevo horizonte de cooperación con el gobierno de la República. Hay que aprovechar este instante de la historia.

Andrés Manuel López Obrador arribará a Zacatecas en un momento crucial de la consolidación de su proyecto de Nación, cuando el Estado Mexicano libra una de las más feroces luchas para combatir la corrupción, en especial en contra del robo de gasolina que ha dejado, por mucho tiempo, ganancias cuantiosas al crimen organizado y a sus cómplices, los políticos deshonestos.

López Obrador ganará, ni duda cabe, esta batalla brutal, no obstante que sus adversarios lo quisieran ver hincado, lo que no pasará, sin desconocer que esta iniciativa ha generado molestias en la ciudadanía y resistencias en los opositores. Esperemos que gane la legalidad y no la “sicilianización” mafiosa del poder en México.

Por la guerra contra el huachicol, el 80 por ciento de los mexicanos, apoyan el trabajo de López Obrador, lo dicen los resultados de la encuesta nacional que sobre el tema publicó recientemente el Gabinete de Comunicación Estratégica.

LA LEGITIMIDAD DE LOPEZ OBRADOR.

La confianza ciudadana y la legitimidad de López Obrador, por increíble que parezca, contrario a lo esperado, por esta acción, se fueron a las nubes, e incluso organismos mundiales como el Fondo Monetario Internacional, le otorgaron su aval, con la condición de que el problema se resuelva a la brevedad, para que no afecte más a la economía.

Por eso, sería una desproporción, un error de cálculo, de inconmensurables consecuencias funestas para Zacatecas, el colocarnos al ritmo contrario de la historia y oponernos sistemáticamente a López Obrador. Para el desarrollo estatal se convertiría eso en un acto suicida.

Por eso, hoy más que empecinarnos en ver cómo se retiene el poder en la sucesión del 2021, la prioridad tendrá que ser ahora cómo se ejerce bien el poder público, pero para ayudar a resolver los problemas ancestrales de Zacatecas, en materia de seguridad, crecimiento económico, generación del empleo y educación, entre otros.

Que sea bienvenido Andrés Manuel López Obrador, por el bien de Zacatecas.

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