Zacatecas, Zac.- Dirigido a personal de las direcciones regionales de las escuelas de educación básica de nivel primaria y secundaria, supervisores, de los centros de desarrollo educativo, de las oficinas centrales de la Secretaría de Educación y docentes universitarios, se impartió la conferencia “Tecnología y Bienestar Mental”, por el docente del Programa en Ingeniería en Software de la Unidad Académica de Ingeniería Eléctrica (UAIE) de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) y experto en ciencias computacionales, Sodel Vázquez Reyes; esto a través del Departamento de Mejora y Desarrollo de la Secretaría de Educación del Gobierno del estado de Zacatecas; y del Programa de Capacitación de la Coordinación de Vinculación de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).
Vázquez Reyes señaló que de acuerdo a la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2022, los usuarios de internet en el año 2019 representaban un 69.6 y en el 2022 los usuarios eran de 78.6, incrementando un 9 por ciento el uso de internet, por lo tanto, indica que de cada 10 personas 7 tenemos internet o tenemos acceso a internet de alguna forma.
Además, comentó que las horas promedio de uso de internet, según rangos por edad en el 2002, se ubican de la siguiente forma: de 6 a 11 años el uso de internet es de 2.7; de 12 a 17 años es de 4.7 horas; de 18 a 24 años 5.9 horas; de 25 a 34 años es de 5.3 horas; de 35 a 44 años es de 4.5 horas; de 45 a 54 años es de 3.9 horas; 55 y más es de 3.1 horas. Los jóvenes de 18 y 24 años son los que hacen uso del internet por más horas.
El especialista explicó que el porcentaje de uso de las computadoras, según sus usos de acuerdo a la encuesta se ubican de la siguiente forma: para acceso a internet se usa un 86.1 por ciento, para entretenimiento un 65.4 por ciento, para actividades laborales un 50.1 por ciento, para labores escolares 46.8 por ciento; y como medio de capacitación un 30 por ciento de uso; según el docente, el uso de las computadoras debería de usarse más para aspectos laborales y para capacitación.
El investigador universitario agregó que la calidad de nuestras vidas depende de la calidad de la tecnología, declaró que el tecnoestrés se deriva de una dificultad de adaptación provocada por la incapacidad de hacer frente a las nuevas tecnologías de forma saludable; que se relaciona con cinco factores. El primer factor la “tecnosobrecarga”, cuando se tiene exceso de información, que puede llevar a la toma de decisiones deficientes, dificultad para memorizar, recordar y la capacidad de la atención reducida.
El segundo “tecnointrusión”, se relaciona con el uso de redes, tecnologías y/o dispositivos móviles, los cuales tienen la capacidad de conectividad continua, expandiendo sus horas de trabajo normales y sacrificando su vida personal al verse invadidos por las TIC; el tercer “tecnocomplejidad” que hace referencia a las capacidades técnicas y terminología asociada a las TIC, sienten que no son lo suficientemente hábiles con las tecnologías.
Asimismo, el cuarto factor “tecnoinseguridad”, es el temor de perder el trabajo por alguien, la sensación de inseguridad que enfrentan las personas cuando sienten que otros pueden saber más sobre las nuevas tecnologías que ellos, lo que les genera una sensación de inseguridad laboral; y el quinto y último factor, “tecnoincertidumbre” se debe a los constantes cambios y actualizaciones de software y hardware de los dispositivos tecnológicos, lo que también puede crear estrés en los empleados.
