Ante el pleno del Senado de la República, el Senador David Monreal ívila presentó el punto de acuerdo para que se incremente la matrícula estudiantil en las universidades públicas del país.
Solicitó a  la Cámara de Diputados que dentro del proceso de análisis, discusión y aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2013, se erogue un presupuesto adicional a las universidades públicas, con el único y exclusivo fin de que mejoren su infraestructura y así puedan recibir a más estudiantes.
Además exhortó al Ejecutivo Federal, para que a través de la Secretaría de Educación Pública, se envíe al Congreso un informe pormenorizado, detallado y actualizado de las medidas que emprenderán para incrementar la oferta educativa de nivel superior.
Comentó que a pesar de ser las universidades el medio por el cual los países se desarrollan plenamente en los ámbitos económicos, políticos, sociales, culturales y científicos, en México ninguno de los tres niveles de gobierno ha desarrollado  políticas públicas para fortalecer a las universidades.
Respecto al presupuesto que se destina a la educación pública, le parece incongruente que a pesar del incremento de esta cifra, el nivel educativo que reciben niños y jóvenes vaya en sentido contrario.
Dentro de las entidades federativas del país que presentan un mayor grado de analfabetismo encontramos en primer lugar el estado de Chiapas con 18.4%, seguido por Guerrero con 17.5% y Oaxaca con 16.9%. Esto refleja que 4 de cada 10 personas mayores de 15 años, no concluyeron sus estudios de educación básica.
Con respecto a la educación superior, el panorama no pinta mejor, así lo demostró el legislador al enunciar las cifras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en su último examen de ingreso en febrero de 2012, las cuales demuestran que más de la mitad de los jóvenes que quisieron ingresar a una universidad no fueron aceptados.
âPor otro lado, tenemos que muchas familias mexicanas no cuentan con los recursos económicos suficientes para solventar una licenciatura en una universidad particular, ya que con un salario mínimo de $ 62.33, es imposible pagar una colegiatura que oscila entre tres mil y diez mil pesos mensualesâ
Considera que es un calvario el que viven los jóvenes para ser admitidos en las universidades públicas; y esto provoca en ellos una gran frustración e impotencia, generando (en el mejor de los casos) que se vuelvan âninisâ, y en el peor escenario que se enfilen en el crimen organizado por necesidad.
Hizo una invitación a los legisladores para que se atiendan las demandas del pueblo mexicano, en específico las de educación superior, impulsando mejores presupuestos a las universidades públicas, que se traducirá en desarrollo que encabecen los jóvenes de nuestro país.
âEsta Asamblea que orgullosamente representamos, no puede condenar a la juventud mexicana, que es el futuro del país, a la economía informal, a la emigración ilegal o a formar parte del ejército delincuencial de reservaâ concluyó.