«Quiero morir cuando decline el día, en alta mar y con la cara al cielo, donde parezca sueño la agonía, y el alma, un ave que remonta el vuelo”. Fue así como Carola E. Issacson Braunstein, docente investigadora de la Unidad Académica de Ingeniería I de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), inició su participación en el evento de presentación de su libro “La muerte en Zacatecas en el Siglo XVIII», investigación de tesis doctoral en Historia, que aprobó el 29 de mayo del año 2000, y ahora, convertida en una obra literaria apoyada por el Proyecto Editorial de la Coordinación de Investigación y Posgrado de la UAZ, por Dos Filos Editores y por la Librería Andrea.
El acto tuvo lugar en el patio central del Museo de Ciencias, siendo presidido por Marco Antonio Salas Luévano, Coordinador de Investigación y Posgrado, quien acudió en representación del rector de la Máxima Casa de Estudios, Armando Silva Cháirez. Además se contó con la presencia de Mariana Terán Fuentes y Jesús Eduardo Cardoso Pérez, quienes comentaron la obra; Erika Isabel Varela Rodríguez, coordinadora del evento, y por la autora de “La muerte en Zacatecas en el Siglo XVIII”, Carola E. Issacson Braunstein.
Al hablar del contenido del libro, Varela Rodríguez dijo: “Con una oración enfática, la muerte es un acontecimiento más radical que la vida. La autora nos introduce en su investigación más profunda en el ámbito de las humanidades, como fruto de su tesis doctoral”. “Es una combinación -continuó- de la historia cuantitativa con la historia de las mentalidades. Visión de las expresiones individuales y colectivas de distintos grupos sociales como mineros, hacendados, funcionarios, pero también minorías como las mujeres, los indígenas y los negros”.
Por su parte, la docente investigadora Mariana Terán Fuentes, durante su intervención, reconoció el trabajo de Issacson además del excelente trabajo de edición de la obra. “El libro de Carola –destacó- tiene como fuente privilegiada a los testamentos en cuestión. Analiza a detalle la estructura de esta fuente documental, sus partes, sus invocaciones al mundo divino, su voluntad de heredar y dejar sin ambigüedades sus bienes a sus descendientes. Testaban españoles y también indios.”
“Los testamentos -siguió diciendo- son un significativo documento para analizar devociones, cultos, redes y vínculos familiares y sociales; cultura material y espiritual. En particular, los testamentos novohispanos, a diferencia de los actuales, son un abigarrado mundo simbólico, propio del estilo de vida barroco que privó entonces en la sociedad. La autora analiza un conjunto de testamentos, los separa entre los mandados hacer por hombres y por mujeres, los que fueron de españoles y de los indios. Detrás del análisis hay una comprensión del mundo desde el puente, que ata a la vida y la muerte”.
Cardoso Pérez, subrayó en su participación que el trabajo de Carola Issacson abre, junto con otros varios, brecha historiográfica en Zacatecas. Implica el tratamiento de uno de los múltiples y diversos temas antes ensombrecidos por el reinado de historias como la política y la economía. “Involucra –dijo- la emergencia de nuevos sujetos históricos, escasamente tratados, como son las mujeres, los indígenas, los negros, pero también la escritura, en este caso de testamentos, junto con las mentalidades colectivas, los mitos y los rituales como sujetos de la historia. Es un texto que se deja leer y resulta placentero si sigue uno la recomendación de Bartres: leer aristocráticamente.”
Finalmente, Issacson Braunstein, compartió con los asistentes: “Tras cuatro años de lecturas aun no sé lo que los griegos pensaban de la muerte; ni lo que los norteamericanos piensan tampoco; o lo que yo misma pienso… Y seguí meditando en torno a la misma. Amante de la poesía, en ella encontré muchas respuestas. Y pasaron los años, y entonces los compañeros del Proyecto Editorial, conjuntamente con el maestro José de Jesús Sampedro, me apoyaron para sacar este trabajo, que ahora los invito a leer y a compartir en este… nuestro tiempo.” Concluyó.