Cimacnoticias | México, DF.-  Los gobiernos del mundo deben mejorar las condiciones laborales de las mujeres, a través de políticas que flexibilicen las jornadas de trabajo, aumenten el salario mínimo y permitan la existencia de sindicatos, llamó la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Asimismo, el Estado no debe ignorar su responsabilidad de garantizar que toda la población cuente con servicios públicos de cuidado (guarderías, asilos y hospitales), para que las mujeres no tengan sobrecargas de trabajo.

Lo anterior forma parte de las propuestas incluidas en el libro “Los mercados laborales, sus instituciones y la desigualdad”, publicado recientemente por la OIT.

El mecanismo analizó que las instituciones del mercado laboral influyen en el desempeño de las mujeres, la juventud y las y los trabajadores migrantes en los espacios de trabajo.

La OIT observó que para reducir la desigualdad, los países deben fortalecer sus instituciones encargadas de regular la negociación colectiva, el salario mínimo, tipos de contrato y reglamentación de la jornada de trabajo.

Y detalló que también se tienen que fortalecer las instituciones encargadas de distribuir los ingresos como las pensiones, las prestaciones por desempleo, el apoyo a los ingresos para las personas pobres, y los servicios sociales públicos.

Por ejemplo, la oferta de servicios públicos de cuidado puede facilitar la capacidad de las mujeres de obtener o mantener un empleo remunerado, con consecuencias tanto para la igualdad de género como para los ingresos.

Cuando los servicios de cuidado no son suministrados por el sector público, las trabajadoras no pueden entrar en el mercado laboral o tienen menos flexibilidad, y por lo tanto menos oportunidades y poder de negociación cuando consiguen ingresar a un empleo, abundó la OIT.

Además, si las mujeres comienzan a trabajar probablemente tendrán que delegar sus responsabilidades familiares a otros miembros de la familia –por lo general mujeres–, lo que explica la gran proporción de población femenina joven que no trabaja ni estudia, ni recibe formación en las familias de bajos ingresos.

La OIT advirtió que América Latina sigue siendo la región con mayores desigualdades del mundo, y que “para construir sociedades justas, los países disponen de una gran variedad de políticas distributivas y redistributivas, que se puedan adaptar en función de su realidad, y un primer paso es la elección de políticas adecuadas”.