Zacatecas, Zac.-La glándula tiroides, situada en la parte delantera del cuello, produce las hormonas que regulan el metabolismo o la forma en que el cuerpo usa energía. El cáncer de tiroides ocurre cuando se forman tumores en dicha glándula; no obstante, es una neoplasia con muy baja mortalidad y tasas de recuperación muy altas.

El oncólogo adscrito al Hospital General de Zona (HGZ) No. 1, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Zacatecas, Luis Gustavo Montañez Sosa, explicó que este padecimiento es la neoplasia endócrina más frecuente y afecta más a mujeres que a hombres, con edades entre los 40 y 60 años.

Sin embargo, es un padecimiento que puede presentarse en cualquier grupo de edad.

Los factores de riesgo para desarrollar cáncer de tiroides son: exposición a tratamientos de irradiación de la cabeza, cuello o tórax, especialmente en la infancia; antecedentes familiares de este padecimiento o nódulos en la garganta que crezcan mucho, detalló el especialista.

Montañez Sosa explicó: “en la mayor parte de los casos es asintomático, casi siempre la detección es por la localización de un bulto en la garganta, que sobresale y llama la atención del paciente”.

Sin embargo, en algunas otras ocasiones hay sintomatología de tipo respiratorio-digestiva, es decir, las personas tienen problemas para deglutir, o presentan tos irritativa por una compresión extrínseca, generalmente cuando ya son tumores de entre cuatro y cinco centímetros.

“La detección temprana es, casi siempre, por un abultamiento a nivel central, en el cuello”, explicó.

Entre el 20 y 70 por ciento de la población puede presentar nódulos tiroideos, y cuando se detectan, hay que estudiarlos, porque sólo un 10 o 15 por ciento evolucionan en un cáncer de tiroides.

No obstante, si se detecta un nódulo en la garganta y se presenta alguno de los factores de riesgo, es necesario que el médico realice una evaluación.

Montañez Sosa recomendó: “ante cualquier abultamiento en la garganta, hay que acudir al médico para que indique los estudios, que consisten básicamente en un ultrasonido, o una biopsia para confirmar o descartar un diagnóstico que permita identificar si se trata de cáncer de tiroides y otorgar el tratamiento adecuado”.