El SARS-CoV-2 es un virus nuevo para la humanidad y por lo tanto nuestro sistema inmune no está listo para combatirlo. Fotografía: Freepik.es.
Lic. Arturo Jairo (*).
Zacatecas, Zac.-Recientemente el tema de la planeación del futuro de México después de la pandemia Covid-19, fue abordado en un periódico nacional por el economista Julio Faesler, quien además de haber ocupado el cargo de director del Instituto Mexicano de Comercio Exterior fue embajador de México en la India. Y quien en la conclusión de su Opinión reciente sobre la pandemia que nos afecta en el mundo y en México, se resistía a pensar cómo se recompondría la situación económica y social en el futuro inmediato.
Y al iniciar la fase crítica del Covid-19, nos formulamos diversas preguntas, derivadas de la lectura anterior:
Los analistas de todo el país, solicitan desde ahora planear acciones, anticiparnos al impacto del desempleo y a la caída de los niveles de consumo e inversión en la economía productiva. Así como garantizar liquidez en el mercado monetario, reasignando el gasto público con la participación de los gobiernos estatales y el Congreso de la Unión.
México en algún momento de su historia, propuso la Carta de los Deberes y Derechos Económicos de los estados, hoy sigue siendo una aspiración principal para incrementar el desarrollo de cada país, una vez resuelto el problema sanitario mundial.
El coronavirus evidenció la falta de coordinación oficial con el sector productivo de las actividades primarias y los servicios. Estimadas en cinco millones de unidades micro ymedianas, ya que estas últimas no se encuentran conectadas con las organizaciones internacionales o empresas de carácter regional en los países de América Latina.
Consideramos que a partir de la conclusión de la fase crítica, vendrá una etapa donde se hace necesario un Plan Nacional de Reestructuración que propusimos en mi anterior colaboración, para reactivar la economía mexicana, vinculando a las Pymes, empleadoras del 90% de nuestra población económicamente activa, con los proyectos susceptibles de impulsar en toda la geografía del país.
No debemos de olvidar que la sustitución de importaciones fue una estrategia de la que todos los países -hoy industrializados- han echado mano en alguna etapa de su desarrollo. Ahora ante la promoción del nuevo T-MEC (TLCAN II), la creación de empleos será una oportunidad indispensable, como respuesta a los retos que México tiene frente a sí mismo y ante el mundo.
La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) ha considerado como la más grande epidemia que enfrentará nuestra región en su historia. Estimándose en éste año una posible contracción del PIB del 6.5 %, siempre y cuando salgamos de la fase 3 en el mes de junio y se ofrezcan estímulos fiscales a las empresas en general.
La pandemia a nivel mundial nos obliga a reflexionar con cuidado y previsión sobre lo que debemos de planear en el futuro. Considerando el comentario del doctor Sergio García Ramírez maestro emérito de la UNAM, quien considera a esta pandemia, como una siniestra lotería en el centro de nuestras preocupaciones.
En síntesis está a punto de llegar el momento de participar activamente con todos nuestros recursos económicos y sociales con los que hoy todavía contamos en México y Zacatecas, propiciando reformas institucionales para enfrentar los retos en el futuro.
