34 años en el servicio público: vocación por México y Zacatecas

Por: Dra. Norma Julieta del Río Venegas, Comisionada del INAI

Zacatecas, Zac.- El pasado viernes 17 de enero cumplí 34 años laborando en el servicio público. He aprendido que, conforme pasan los años, todas las piezas del mapa se pueden mover y lo único que permanece estable es la convicción y la seguridad de que lo que quieres es servir a los demás. Me he desempeñado en diferentes cargos en los tres órdenes de gobierno (municipal, estatal y federal), comenzando desde la posición más baja en el tabulador pero igual de importante y de responsabilidad como a lo más alto que he llegado en mi carrera.

La experiencia que he obtenido al trabajar siempre en la administración pública me ha demostrado que la capacidad y la vocación de servicio son la base para mejorar la administración.

A la par logré obtener mi grado en el 2011 (hace 14 años) de Doctora en Administración Pública, sellando con ello la combinación perfecta de la teoría a la práctica.

Es falso que solo con lealtad y que por haber apoyado en una campaña puedes asumir cargos de relevancia. La lealtad cuenta, claro, y el haber apoyado, pero depende siempre del grado de estudios, perfil y experiencia para dar cargos públicos de relevancia en decisiones para el bienestar de un estado. De lo contrario, afectará siempre a la población en temas de desarrollo económico, social, educativo, salud y seguridad.

En próximas semanas, concluiré un encargo más en mi carrera, que hasta ahora ha sido para mí un gran honor desempeñarlo. Llegué a lo más alto que un día me propuse y soñé y lo logré.

En mi recorrido en distintas instituciones como la Presidencia Municipal de Zacatecas, Contaduría Mayor de Hacienda (hoy Auditoría Superior del Estado de Zacatecas), la Contraloría General de mi Estado, el Órgano Interno de Control en la Función Pública Federal, el órgano autónomo como el Instituto Zacatecano de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (IZAI), y más reciente, como Comisionada del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), me deja muy satisfecha. Mi estancia de cuatro años en el INAI no ha sido fácil pero fue un gran reto y los resultados hablan por ello.

Formar parte del Pleno del INAI ha sido una grata experiencia profesional, a nivel nacional, donde he trabajado en un colegiado, un grupo multidisciplinario, donde existen diferentes pensamientos, ideologías y perfiles. Todo forma parte de un complejo institucional que tiene que llegar a un buen puerto, con una decisión unánime o por mayoría, pero siempre pensando en concluir bien una resolución.

Para trabajar y dar resultados en la administración pública se debe tener sensibilidad, capacidad, liderazgo y lealtad. Cualquier decisión errónea lleva a un barco al hundimiento, y en ese barco pueden ir miles de personas. De ese tamaño es el compromiso que debemos tener en el servicio público y que he respetado en toda mi trayectoria profesional.

Durante más de un año sólo cuatro de siete comisionados tuvimos que afrontar la realidad del nuevo sistema político, con explicaciones, argumentos y fundamentos. Lamentablemente, hubo mucha desinformación sobre lo que realmente beneficia el derecho a saber y la protección de datos personales a las y los mexicanos. Aunado a ello, propuse una reingeniería varias veces y no se logró, y para rematar acciones irregulares por ex Comisionados y algunos servidores actuales terminaron de enterrar al INAI. Se les dio el pretexto perfecto en sus argumentos, porque más allá de las irregularidades —las cuales deben de ser castigadas—, entonces que se mida con la misma vara a todas las instituciones que cometen irregularidades, porque es un exceso desaparecer por el pretexto.

Este 2025 retomamos actividades en el INAI donde seguimos resolviendo quejas de la sociedad cuando le entregan información incompleta, que no corresponde, o simplemente no atienden su solicitud. La información no es de los políticos ni de los servidores públicos; la información nos pertenece a todas y todos. Quien no quiera que se conozca lo que se hace con el recurso público o las decisiones mal tomadas pues no debería estar en esta responsabilidad.

También seguimos atendiendo denuncias por incumplimiento de obligaciones de transparencia, por vulneración de datos o cuando las personas requieren acceder a su información personal. La Plataforma Nacional de Transparencia la mejoramos y hoy está más fuerte que nunca. Hasta el último día lo haremos porque eso es ser institucional.

Hagamos una política y administración pública basada en buenas prácticas y buen gobierno. Primero es la razón y luego el corazón, porque el que no vive para servir, no sirve para vivir. Los ciclos se cierran y vendrán otros en mi tierra que le debo lo mucho que me ha dado.

Se vale soñar y luchar, no dejen de hacerlo. La historia continuará.

@JulietDelrio

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