Cuando el talento no basta: el fútbol femenil frente a la desigualdad

Por: Dra. Norma Julieta del Río Venegas

Zacatecas, Zac.- En los últimos años, el avance de las mujeres en todos los ámbitos de la vida pública ha sido tan visible como imparable. Desde el deporte hasta la ciencia, del arte a la política, de la academia a la tecnología, las mujeres no solo participan, sino que destacan, lideran y transforman cada espacio que pisan. Sin embargo, este camino ha estado lleno de desafíos, resistencia y, en muchos casos, desigualdad.

En el caso del fútbol, el gran impulso llegó en 2017 con la creación de la Liga MX Femenil, que temporada tras temporada ha despertado un creciente interés en el mundo deportivo. Este torneo ha sido la plataforma para que cientos de jugadoras mexicanas puedan mostrar su talento y ha demostrado que el fútbol femenil en México vive un momento brillante en cantidad, calidad y proyección.

Las cifras de asistencia a los estadios y las audiencias digitales reflejan un cambio profundo en la forma en que se consume y valora el deporte femenino. La liga dejó de ser una promesa para convertirse en un fenómeno cultural que crece torneo tras torneo, inspira nuevas generaciones y abre oportunidades para la profesionalización e internacionalización de las jugadoras. Pero detrás de cada pase y cada gol hay años de lucha por obtener espacios, recursos y el reconocimiento que todavía, en pleno 2025, no llega en igualdad de condiciones con el fútbol varonil.

En Zacatecas también se apuesta por este talento deportivo. Una muestra de ello es el inicio de la Copa por el Bienestar Femenil, que busca visibilizar y fortalecer el fútbol de mujeres en el estado. En la presentación de los equipos municipales estuvo presente Tatiana Briseño, gerente deportiva del Club Pachuca Femenil, quien compartió con las asistentes su experiencia y los retos que ha enfrentado en un ámbito históricamente dominado por hombres. Sus palabras fueron un recordatorio de que la perseverancia, la disciplina y la formación son claves para derribar barreras.

El próximo fin de semana arrancará la primera jornada con la participación de 23 equipos femeniles, representando a igual número de municipios. Detrás de cada jugadora hay una historia distinta: algunas comenzaron en canchas improvisadas, otras han tenido que compaginar entrenamientos con trabajos o estudios, y muchas han enfrentado la falta de apoyo económico y de infraestructura deportiva.

Este avance no es casualidad: es el resultado de una larga lucha por romper barreras y derribar techos de cristal. La brecha de género no es solo una estadística; es una realidad que ha limitado oportunidades, salarios, representación y derechos. Por eso, cada logro femenino en cualquier disciplina es también un acto de resistencia y una inspiración para las que vienen detrás.

Como mujer, me siento profundamente orgullosa de haber derribado techos que parecían inalcanzables, y más aún viniendo de una entidad como Zacatecas, donde cada paso hacia adelante implica esfuerzo, preparación y perseverancia. Apoyemos la Copa por el  Bienestar y celebremos cada victoria del fútbol femenil, porque detrás de cada gol hay años de trabajo silencioso, de entrenamientos bajo el sol y de sueños que no conocen límites. El futuro del deporte femenino se está construyendo hoy, y depende de todas y todos que sea un futuro en igualdad.

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