CANDIDATURAS INDEPENDIENTES EN MÉXICO, EVOLUCIÓN HISTÓRICA Y RETOS CONSTITUCIONALES

*Mtra. Brenda Castrejón Hernández

Zacatecas, Zac.-La sociedad está buscando nuevas formas de expresión, de participación, de toma de decisiones; pero no a través de los partidos; por ello, el auge de las candidaturas independientes como una opción viable. Es así que surge la inquietud de ofrecer a los que inician en la reflexión y estudio de las candidaturas independientes, un instrumento de consulta y análisis que, organizado de forma sencilla pero rico y preciso en su información, le brinde un panorama de la evolución histórica de esta figura, impacto en el régimen de partidos y retos técnico-jurídicos. En este primer trabajo, mediante la revisión de la literatura sobre el nacimiento, desarrollo y consolidación de los partidos políticos en México, se detecta que la figura del candidato independiente no es nueva. Se presenta una definición y se señalan las dificultades operativas que necesariamente deberán regularse en las leyes secundarias de la recientemente aprobada Reforma Político-Electoral.

INTRODUCCIÓN

De las candidaturas independientes en México se ha dicho mucho en foros académicos e institucionales, particularmente a raíz de las diferencias de regulación que fueron puestas en práctica en las pasadas elecciones locales del año 2013 en los estados de Quintana Roo y Zacatecas. Sin embargo, entre tanta información no queda del todo claro y preciso si esta figura es nueva en el sistema de partidos políticos, su impacto y cuáles son las principales dificultades operativas.

Es así que en este trabajo, mediante la revisión de la literatura sobre el nacimiento, desarrollo y consolidación del sistema de partidos políticos en México, se indaga si la figura del candidato independiente es nueva o solamente aparece coyunturalmente. Al mismo tiempo, se rescatan las acepciones de especialistas para plantear una definición y finalmente, se listan algunas dificultades operativas que necesariamente deberán quedar especificadas en las leyes secundarias que actualmente están en proceso de dilucidación por los integrantes del Congreso de la Unión. Se concluye que la figura del candidato independiente abona en la calidad del régimen democrático.

DESARROLLO

A finales del siglo pasado, Víctor Alarcón Olguín exponía  que el tema de la candidatura independiente no se había examinado con la debida atención en la ciencia política[1]. A casi 14 años de la aseveración, México ha transitado por reformas constitucionales, locales en su mayoría, en materia de candidaturas independientes que ha abonado a la materia electoral y política. Sin embargo no es un tema acabado, sino en construcción. Aunque la puesta en práctica en elecciones locales aportó en las consideraciones de la reciente Reforma Político-Electoral, falta su operación en las elecciones federales.

Las candidaturas son parte de la estructura orgánica del Estado[2], son un derecho político y una condición necesaria para la representación; así que, si las candidaturas forman parte de los derechos inalienables de los ciudadanos, las candidaturas independientes también lo son, puesto que su origen es el mismo. Así que, ¿qué es un candidato independiente?

Candidatos son “aquellos a quienes les está permitido, según las disposiciones electorales, participar en las elecciones cubriendo simplemente los requisitos de elegibilidad en ella establecidos” (González Oropeza, 2010: 48). De esta concepción, se desprende la figura de las candidaturas independientes o ciudadanas.

En la teoría de que las candidaturas independientes forman parte de los derechos políticos, y por lo tanto de los derechos humanos, “un candidato independiente es aquel postulante a algún cargo de elección popular y que no pertenece a un partido político. A través de esta figura los ciudadanos pueden ejercer el derecho a ser votado que es un derecho humano considerado inherente, universal e inalienable al ser humano” (Vázquez, 2009).

Entonces, un candidato independiente es otra forma de participar en el quehacer político. No vinculado a los partidos políticos. Orientado al interés común. Con un ideario fundamentalmente anti-corrupción.

¿Por qué surge el candidato independiente y cómo se inserta en el sistema político? Lo primero que hay que entender es que un candidato independiente se considera una respuesta ante el malestar de la vida pública, por la ineficacia de los gobiernos. La sociedad percibe que una vez en el poder, los otrora candidatos convertidos en representantes gubernamentales, se olvidan del interés común para ceñirse a los intereses partidistas. Ese es el atractivo del candidato independiente, pues rechaza las formas tradicionales de hacer política y critica a la política general del gobierno. Busca romper las reglas del sistema, aunque juegue dentro de ellas.

En forma más concreta, el candidato independiente es una respuesta a la partidocracia mexicana, al sistema que ha privilegiado el monopolio de la representación política a través de los partidos. Reclama la falta de democracia interna de los partidos políticos. Muchos de los candidatos independientes proceden de disidencias o escisiones de partidos políticos, en los cuales no han encontrado una oportunidad para expresarse. Su desconfianza está fundamentada en su fracaso o en la falta de interés de las élites partidarias para incorporarlos a los procesos políticos, sea como candidatos o sea como funcionarios de la propia organización partidaria.

Ahora bien, los resultados de la revisión documental arrojaron mucha información disgregada sobre la evolución histórica de la figura del candidato independiente; por ello, en forma clara y precisa se presentará el panorama.

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Ahora bien, sobre las ventajas y desventajas de los candidatos independientes, de la revisión documental se desprenden las más frecuentes. Primero las ventajas: Tiene controles institucionales bajos, tiene más posibilidad de incorporar a gente de muy diversos orígenes, es más del agrado de la población porque su base social está más cerca de la población, pasa de ser un opositor testimonial a un opositor capaz de generar una alternancia y depende regularmente de recursos propios.

Algunas desventajas son: Tienen una menor visibilidad, a la gente no les queda muy claro cuál es su ideología, se critica su falta de perdurabilidad, pueden ser opositores con capacidad de chantaje, hay desconfianza respecto a sus recursos propios, se les percibe como inexpertos, como desconocedores del tema de la política y amateurs.

DISCUSIÓN Y CONCLUSIÓN

Sobre las candidaturas independientes se destaca que éstas eran la regla en el siglo XIX, porque la teoría constitucional del siglo XVIII y del XIX era contraria a la idea de los partidos políticos[3]. El siglo XX fue el auge de los partidos políticos, el sistema se consolidó y cerró la puerta a los candidatos independientes. El siglo XXI retoma el tema, a la luz del repunte internacional sobre los derechos humanos y el desencanto con la democracia versus calidad de vida.

La actual reforma constitucional propuesta en torno a las candidaturas independientes, olvidó realizar los ajustes al inciso e) de la fracción IV del artículo 116, un tema no menor. Si bien el financiamiento y acceso a radio y televisión han sido parcialmente resueltos, las leyes secundarias están obligadas a precisar los requisitos, condiciones y términos. La experiencia de las pasadas elecciones locales de Quinta Roo y Zacatecas, develan una serie de aspectos operativos que necesitan regularse en lo general para que no se generen vacíos de interpretación, a la par de las nuevas funciones de la autoridad federal y las locales.

Los principales retos por definir en la regulación son: El registro (documentación necesaria y apoyo ciudadano que acredite cierta representatividad); fiscalización de los recursos; representación ante los órganos colegiados (directivos y de vigilancia) de la autoridad administrativa electoral; representación ante las mesas directivas de casilla; acceso a la base de datos del Padrón Electoral y Listas Nominales de Electores para su consulta y verificación; condiciones para las precampañas y campañas electorales; inclusión en la boleta electoral; entrega de listados nominales definitivos; escrutinio y cómputo en la casilla; cómputos municipales, distritales, estatales, federales; recuento de votos; faltas administrativo-electorales; legitimación en medios de impugnación relativos a resultados electorales.

El impacto de las candidaturas independientes en el sistema de partidos es que han logrado transformar el escenario político, pues han incidido en los procedimientos de selección de candidatos internos de los partidos. Si bien no hacen más o menos democrático a un régimen, si proporcionan mayor calidad a la democracia, puesto que al ampliar los derechos políticos de los ciudadanos, se otorga mayor equidad en la participación, y por lo tanto, igualdad, valor primigenio de la democracia.

 

*Estudiante de la Maestría en Derecho Electoral

Universidad Autónoma de Durango, Campus Zacatecas



[1] Mesa Redonda en Washington sobre Candidaturas Independientes en México, organizada por la Universidad Johns Hopkins, International Foundation for Election Systems (IFES) y National Democratic Institute (NID); 1997.

[2] En el entendido de que en la democracia rige el poder del pueblo, quien a través de sus representantes transfiere este poder.

[3] James Madison lo explica magistralmente en el ensayo número X del libro El federalista, que en español publica el Fondo de Cultura Económica.

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