Staff / MIRADOR
Zacatecas, Zac.- El Día de Muertos es una tradición milenaria, tanto en México como en Zacatecas y por qué no, más allá de las fronteras, en la que millones de personas celebran a sus difuntos de las más diversas formas. Una de ellas, elaborando un altar donde le ofrendan las comidas que más les gustaban.
Entre muchos otros platillos, lo que nunca falta es el Pan de Muerto, una suculenta tradición que muchos esperan, ya que es la única fecha en la que lo elaboran panaderos locales y fuereños.
Tal es el caso de la familia Martínez, que en tres generaciones se ha dedicado a elaborar el Pan de Muerto y viene a Zacatecas desde Guanajuato a ofrecer su producto.
Rodolfo Martínez, patriarca de la familia comentó que aprendió de su padre y ahora lleva ya más de 40 años preparándolo, sus hijos aprenden a hacerlo y espera que sus nietos también.
“Somos tres generaciones que nos hemos dedicado a esto. Yo me especializo en el pan casero. Lo aprendí de mi padre, mis hijos ya saben hacerlo y pues ahí van los nietos, también ellos van aprendiendo”.
Y nos ha compartido su receta para la elaboración: Lleva leche, harina, azúcar, mantequilla, mucho huevo. Ah!!! Pero eso sí, “la mantequilla que lleva es pura, es de vaca y eso le da el sabor al Pan de Muerto, es lo que hace la diferencia del pan de bizcocho”.
Para él “un Pan de Muerto va con mantequilla para que le de el sabor, que es riquísimo y no se hace duro, está suavecito”.
Menciona que su elaboración requiere mucho tiempo, “amasar la masa y fermentarla, formar los panes y sobre todo, ponerle los huesitos que es otra parte importante, hacerle la forma que lleva tradicionalmente”.
Agrega que “se le puede poner canela, otros le ponen pasitas, pero este en el tradicional, el secreto es que debe ir con mantequilla “a fuerza”, porque de otra forma sabría como a papel”.
Y continúa: “se amasa, se forma y se le hacen los dichosos huesitos que lleva arriba, se le unta mantequilla y se le pone el azúcar para darle vista. Algunos los pintan de rosa, pero lo importante es el sabor”.
El Pan de Muerto se hace en dos tamaños, refiere don Rodolfo, los pequeños casi siempre se usan para los altares y el grande para comer, para rebanarlo y repartirlo en familia.
Manifiesta que tiene el compromiso de “hacerlo fino” ya que considera que tiene mucha competencia “porque como vengo de lejos, tengo qué hacerlo diferente a como lo hacen en una panadería normal”.
La familia Martínez tiene ya varios días vendiendo en la capital de Zacatecas el Pan de Muerto “las ventas muy bien, porque es el tiempo, la situación es difícil pero aún así vamos bien”.
Comentó Don Rodolfo que “como yo trabajo en la feria, tengo mucha clientela de aquí. Me conocen por el pan de nata con nuez y por la calidad del pan, todos mis clientes saben que mi secreto es utilizar los ingredientes que eran de la abuelita”.
Así que este Día de Muertos, todos a disfrutar el delicioso y tradicional Pan de Muerto. Buen provecho.
