David Monreal ívila, Comisionado Político Nacional del Partido del Trabajo en Zacatecas calificó de inexacta, âde una completa mentiraâ, la información que se filtrara a un medio de comunicación local sobre sus cuentas públicas cuando fungió como alcalde de Fresnillo. âSoy de convicción y lucha y no me intimidan ese tipo de cosasâ, acotó.
Lamentó que el gobierno estatal, en lugar de conducir a la sociedad, por su incapacidad quiere golpear a un actor político. Reconoció que es delicado lo que está sucediendo, cuando la autoridad actúa con perversidad y abre la guerra sucia.
Afirmó que es un golpe bajo. âY que el gobernador tenga cuidado y no quiera llevar al pueblo a otro rumbo, cuando a lo que está obligado es a conciliarâ, advirtió.
Monreal ívila afirmó que un gobernador lleno de ingratitud lleva al pueblo a la tragedia. âAquí vivo y aquí estoy. No voy a dejar de luchar y asumir las cosasâ.
Es lamentable, dijo, que un gobierno, por falta de ideas, asuma actitudes facciosas en detrimento de la sociedad. Reiteró que âno habré de dejar la lucha por los que menos tienenâ.
Clarificó que si hubiese obligación, asistiría a la rendición de cuentas, âpero no hay notificación oficial; la estoy esperandoâ.
Empero, indicó, es la vieja manera de chantajear. Aseveró que âno eludo responsabilidades, cuando las hay, lo delicado es que se utilice como guerra sucia y golpeteoâ.
Explicó que es pretender someter y por temor al crecimiento de nuestro movimiento, así como un signo de gobierno faccioso que quiere marcar a la gente como animalitos. Lo que quieren es condenar a la complacencia y al silencio, adujo.
Sentenció que no han aprendido del pasado; el pueblo no se chupa el dedo y sabe cuando desde el poder se pretende torpedear a un actor político; el zacatecano lee, es maduro y actúa en conciencia, apuntó.
Recordó que en campaña âme quisieron colgar el mismo milagrito, pero eran 80 y tantos millones y ahora bajaron la cifra, así es que estoy claro que el gobierno ya encabezó la guerra sucia en mi contraâ.
Insistió en que se ve la tendencia al golpe bajo. âHace dos años que dejé la presidencia, pero acuden a una vieja argucia y, la verdad, no creí que cometieran tanto errorâ.