Criminalizada por protestar, Rosa se debate entre la vida y la muerte

Especial
Por: Anayeli García Martínez

Cimacnoticias | México, DF.- Hace una semana Rosa Hernández Reyes, defensora y militante del Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS), estudiaba en la Facultad de Biología de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, pero su vida cobró un trágico giro el pasado 9 de abril cuando un automovilista la atropelló mientras participaba en una protesta.

El miércoles 9 de abril Rosa estaba en Morelia, capital del estado de Michoacán, apoyando a un grupo de normalistas que bloqueaban la salida a la ciudad de Salamanca en protesta por la convocatoria a nuevo ingreso que reduciría la matrícula de estudiantes, pero en un instante la mujer fue arrollada y hoy está en coma tras sufrir una doble fractura de clavícula y traumatismo craneoencefálico.

El intento deliberado de agresión a los estudiantes ocurrió en medio de un contexto de desprecio a las movilizaciones, por ello los compañeros, amigos y familiares de Rosa insistieron en que hay una campaña en contra de ella y de los manifestantes.

Jesús Hernández Reyes, hermano de Rosa, explicó en entrevista con Cimacnoticias que desde los medios se descalifica a esta estudiante con el argumento de que tiene 30 años y apenas está cursando el segundo semestre de la carrera.

A su vez Noemí Calles Ríos, compañera de la mujer, aseguró que, sin justificación, se han desatado comentarios misóginos contra la estudiante.

Noemí explica que aquel miércoles los estudiantes bloquearon la avenida con un camión. El conductor de la camioneta, de nombre Martín Gerardo González Montaño, subió a la banqueta y al encontrar a los estudiantes les hizo señas obscenas, después tomó el bastón de seguridad del vehículo y bajó para amenazarlos e incluso golpeó a uno.

La joven, presente en los hechos, narró que mientras el sujeto los amenazaba los estudiantes trataron de disuadirlo hasta que regresó al auto arrancó y atropelló a los manifestantes. Noemí logró tomar algunas imágenes de los heridos hasta que se percató de que su compañera yacía con la cabeza ensangrentada.

Ante las acusaciones contra una mujer que –se dice– no era estudiante y no debió estar allí, Jesús Hernández aclaró que su hermana tuvo pocas oportunidades de estudiar, fue obrera y trabajó en el campo, incluso a los 17 años emigró a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades, pero dos años después regresó a México para apoyar a sus cinco hermanos.

Rosa, originaria del municipio de Panindícuaro, en Michoacán,  hizo sus estudios de secundaria en el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos y siguió su educación hasta que logró entrar a la universidad, por ello Jesús lamentó que se use el parámetro de la edad para descalificarla cuando en su comunidad es un logro estudiar.

DEFENSORA DE LA SALUD

Desde 2006 Rosa es defensora de la educación y promotora de la salud. Comenzó su activismo en la Comisión de Salud de la Organización Campesina, Indígena y Popular Ricardo Flores Magón (OCIP-RFM), una agrupación michoacana que defiende causas sociales y que forma parte del FNLS.

Como integrante de la Comisión de Salud, Rosa defendía el derecho a la “salud pública, gratuita, obligatoria y de calidad”, en especial para aquellas personas que no cuentan con seguridad social, y que se les niega la atención gratuita y de calidad en los hospitales públicos o medicamento y tratamiento.

Como promotora del derecho a la salud organizaba talleres en comunidades, daba capacitaciones en primeros auxilios y cada 15 días se presentaba en las reuniones ordinarias de la Comisión para explicar temas de interés, tanto en el rubro de salud, como en el político. Le preocupa concientizar sobre la salud como un derecho.

Cuando algún colega necesita de la atención médica en los hospitales públicos, ella lo acompaña para asegurarse de que lo atendieran. A veces solicitaba hablar con los directores de los hospitales, con las trabajadoras sociales o administradores.

CAMPAÑA DE ODIO

A decir del FNLS y de organizaciones como el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos Hasta Encontrarlos, el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui, la Organización de Lucha por la Emancipación Popular y el Comité Cerezo México, hay una “campaña de odio” contra Rosa por ejercer su derecho a manifestarse.

Salvador Jara Guerrero, rector de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, declaró públicamente que la activista no es estudiante, pero la familia de Rosa presentó su matrícula, credencial y comprobante de reinscripción 2014.

Mientras, en redes sociales como Facebook, personas anónimas crearon una página llamada “Encierren a los normalistas, liberen al conductor”, en la cual exaltan como héroe a Martín Gerardo González Montaño, el automovilista responsable del atentado.

Las organizaciones aseguran que en los noticiarios se dice que los estudiantes agredieron al conductor, pero en realidad las imágenes muestran que el chofer fue el agresor y una parte que no se ve en video es cuando el sujeto se lleva la mano a la parte trasera de su pantalón-cinturón para sacar, presuntamente, un arma.

De acuerdo con versiones periodísticas, el perpetrador del atentado ya fue consignado ante un juez por el delito de lesiones calificadas y homicidio en grado de tentativa.

CONTRA LAS PROTESTAS

Para los defensores este atentado no se puede ver de manera aislada, ya que el año pasado maestros de la sección 18 de Michoacán que volanteaban en una caseta en protesta por la reforma educativa fueron arrollados por un tráiler, un hecho del que resultaron varios muertos y heridos.

Las agrupaciones denunciaron que a partir de estos hechos en algunos medios informativos se generaron comentarios que refuerzan el actuar de quienes atentan contra la vida de los manifestantes al asegurar que se trata de “hartazgo social”, lo que para ellos es una forma de justificar los delitos e incitando a la represión de las protestas.

A esto se suman las declaraciones de los diputados locales Omar Noé Bernardino Vargas (PRI) y Cristina Portillo Ayala (PRD), que platean “regular manifestaciones” para que no ocurran incidentes como el de los normalistas que fueron agredidos por un automovilista furioso que los atropelló, lo que sería restringir el derecho a la protesta y manifestación.

El pasado viernes 11 de abril, Rosa fue intervenida en el Hospital de la Mujer para tratar de aminorar los daños que sufrió y evitar muerte cerebral, sin embargo su situación aún es delicada y se encuentra coma.

En tanto, las organizaciones sociales realizaron hoy un mitin frente a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en la Ciudad de México, para informar sobre el caso.

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